IzuTobi - True Love Restraint

1.2K 89 23
                                    

Estaba harto, estaba hastiado de siempre ser el mismo cantar, de que lo que era suyo siempre le ignorará. Senju Tobirama, el nombre del chico que era hermoso, el chico que deseaba para sí mismo, pero era totalmente inalcanzable.
Odiaba por completamente la actitud agradable que tenía Senju con los niños, y odiaba la familia amable que tenía el mismo. Esos dos factores acaparaban la atención completa de su albino novio.
Repudiaba con asco ver como ese trío de mocosos siempre estaba tras de Tobirama. Vomitaba con solo escuchar las voces chillonas de los hermanos menores de él, rabiaba al ver como sus padres siempre estaban pendientes de él y lo principal era su odio eterno hacia el gran cariño que su hermano mayor le daba. Odiaba todo lo que se ponía entre él y Tobirama.

—Tengo ese impulso incontrolable, otra vez —comentó mientras seguía observando con paciencia la foto de su amado que poseía en su propio móvil—. ¿No te gustaría ser amado únicamente por mí? —Poco a poco una sonrisa sínica aparecía en su rostro—. ¿Qué te parece si me apodero de tus labios? —Se interrogaba a sí mismo mientras apagaba su propio móvil y alzaba la vista hacia la pared que tenía enfrente.

En esa pared decoraba un mural de fotos de su amado. Muchas, miles de fotos se encontraban allí colgadas.

— ... ¿Cuándo me amarás solo a mí?

(...)

—¡Les juro que mi hijo no tiene nada que ver con ese múltiple homicidio! —Butsuma se encontraba gritando desde el marco de la puerta hacia el policía que se encontraba allí.
—¿Por qué siguen viniendo si en el juicio se comprobó que nuestro hijo es inocente? —Esta vez interrogó su esposa al policía.

Pasó casi un mes desde el homicidio de Danzo, Hiruzen y Kagami y al mismo tiempo también había pasado tiempo del juicio en el cual Tobirama había salido inocente, pero aun así la policía venía a frecuentar la morada de los Senju, y estos no eran los únicos. La prensa también venía a frecuentar la casa de estos.

—Por más que su hijo sea inocente en juicio, puede ser aún un posible homicida —dijo el policía viendo con seriedad al matrimonio Senju, pero inmediatamente retrocedió con horror al ver como el padre de familia se levantaba la manga derecha de su camisa.
—Repítelo de nuevo —Pero antes que hiciera otra acción, fue rápidamente agarrado desde la espalda por su esposa, comenzando a forcejear—. ¡Tsukiyama, suéltame que lo mato!
— ¡Qué tenga buenas tardes, Señor Policía! —Y tras gritar eso entre los gritos de su esposo, ella a duras penas logró con la punta de su pie recostar la puerta y soltar a su esposo—. ¿Sabes que si dejo que lo golpees terminaríamos peor vistos por la prensa y tú perderías tu trabajo como profesor?
—Voy a comprarme un rifle en cualquier momento...

Desde las escaleras hacia las habitaciones, Tobirama había escuchado por completo aquella conversación. Aún no podía procesar la idea de que aquellos niños que lo apreciaban tanto y que él los apreciaba habían sido encontrados ahogados en el río que estaba a las afueras de la ciudad, y no podía creer aún la idea de que todos le echaban la culpa.
Su estómago parecía comprimirse con solo recordar cuando le dieron la noticia, cuando todos en el instituto lo tacharon de asesino y por lo mismo tuvo que congelar su año estudiantil. Nunca había llorado por algo en su vida, pero ahora lo hacía por la horrible situación.
A veces, cuando las personas pasaban fuera de su casa, tiraban rocas para romper las ventanas, gritando «homicida» hacia su persona.

—Tobirama... —Escuchó la voz de su hermano mayor a su espalda, voz que hizo que se girará. A pesar de saber que Hashirama lo ve como inocente, aún temía que su hermano diera un paso hacia atrás y lo tachara de asesino.
—Soy inocente, Aniki.
—Lo sé Otouto... lo sé... Y todo se pondrá mejor.

Palabras que quedaron vacías en el tiempo.

Los días transcurrieron con calma hasta que ya había pasado una semana luego de esas palabras y suceso con el policía. Había plena calma en la casa.

PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora