Dear Doctor; Touch me- Larry Stylinson (+18)

Capitulo XIV.

"El sexo puede esperar ¿O no?"

(Algunos días después)

Louis mordía delicadamente sus labios mientras miraba a Harry quien se encontraba de rodillas practicándole sexo oral. El castaño deslizo sus dedos por el fino cabello del rizado.

Soltó un pequeño gemido, la boca de Harry era tan excitante.

Louis miro los profundos ojos verdes de su novio.

Tenerlo así era demasiado excitante, sus mejillas estaban rojas, su boca formaba una perfecta "O" , su lengua jugaba con su glande y succionaba de una manera deliciosa.

—Mierda Harry—gimió Louis acercándolo más a él.

Harry comenzó succionar más rápido el pene de Louis.

El castaño hecho la cabeza hacia atrás sintiendo un escalofrió recorrerle todo el cuerpo. sus gemidos se hicieron cada vez más fuertes, tomo la cabeza de Harry y en un fuerte gemido se corrió en la boca de su novio.

—Mierda...—gimió Louis.

Harry saco el pene del mayor de su boca, se tragó aquel líquido, limpio su boca, se levantó y se acercó a Louis dándole un beso en la mejilla.

Louis se subió los pantalones y los abrocho.

—Debería volver al trabajo—comento Harry mientras se limpiaba bien la boca con un trozo de papel.

—Si Harry—sonrió Louis—Gracias por venir. Me has ayudado mucho—le guiño el ojo.

El rizado rió divertido. Se acomodo su bata, su corbata y le dedico una última mirada a su novio antes de salir de aquel lugar.

Harry se metió una menta a la boca, no quería encontrarse a alguien y tener un aliento extraño, necesitaba llegar a su oficina y lavarse los dientes.

Camino con tranquilidad con las manos en su bata.

Las enfermeras lo saludaban de manera cordial.

recorrido un enorme pasillo y en su camino se encontró con un hombre que cargaba demasiadas cajas he intentaba abrir la puerta de una oficina que se encontraba junto a la suya.

—¿Necesita ayuda? —pregunto de manera amable.

—¡Por favor! No puedo abrir la puerta. Creo que no debí traer tantas cosas...

Aquel hombre extendió la mano entregándole las llaves.

Harry las tomo y abrió la puerta.

El hombre entro con mucho cuidado, con las cajas en los brazos.

El rizado se acercó y lo ayudo quitando la caja de encima, la dejo sobre el escritorio para después ayudarle a bajar la segunda que era mucho más pesada que la primera, le ayudo con la tercera caja, que dejo sobre el suelo.

Harry se levantó y se encontró de frente con un hombre de su misma estatura, tenía cabello negro, llevaba un peinado que le cubría la frente, cejas gruesas y obscuras, ojos grandes con una forma muy peculiar, labios bien formados no tan gruesos, mandíbula fuerte, hombros anchos, iba bien vestido.

El hombre sonrió ampliamente.

—Muchas gracias por ayudarme.

—De nada...—Harry correspondió la sonrisa—Soy el neurocirujano Styles. ¿Cuál es su nombre?

—Por favor, háblame de manera cómoda. No soy tan viejo—dijo de manera divertida mientras dejaba la última caja en el suelo.

—Está bien. ¿Cuál es tu nombre?