9. (Borrador)

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Después de una noche de lágrimas sintiéndose patética en su habitación, (Tn) se levantó a ducharse y prepararse, para ir a despedir a sus amigos y a su hermano al aeropuerto.
Entretanto, Katakuri ya la esperaba en la sala.

—Buenos dias. ¿Me permitirías acompañarte? —preguntó con una suave expresión y una voz muy dulce. (Tn) asintió y lo tomó de la mano. Salieron al Garaje y Katakuri la detuvo antes de que ella se dirigiera al auto que él conducía la noche anterior—. Iremos en el Ferrari. Es bueno que no usemos el mismo vehículo tan seguido. Ya sabes, así quizá nos escapamos de los ojos de alguien que pueda estarnos vigilando.

—Okay. —respondió (Tn) con obvia somnolencia.
El pelirrojo como siempre, abrió la puerta para ella y condujo seguido de tres autos de guardaespaldas.

Todo el trayecto fue puro silencio, aún después de llegar, porque (Tn) había dormido todo el rato.
Katakuri tampoco había dormido ni un poco, pero soportaba el desvelo mejor que ella.
La contempló dormir un breve momento, y luego trató de despertarla acariciándole la mejilla suavemente.

—(Tn), despierta... ya llegamos. —susurró con un tono de voz muy dulce.

—Que sean dos con relleno de chocolate. —balbuceó aún dormida.

—¿Dos de Chocolate? —preguntó Katakuri riendo levemente.

—Y Leche con Chocolate caliente. —contestó inconscientemente.

—¿Algo más que desee añadir a su orden Señorita? —bromeó Katakuri siguiéndole el juego.

—Crema batida. —respondió sin decir más.

«Se ve tan frágil y hermosa». Pensó Katakuri al verla dormir.

—(Tn), despierta, es hora de despedir a tus amigos y hermano, se hace tarde. —le habló un poquito más fuerte para que ella lo escuchara mejor. Esta vez la dormilona se despertó bruscamente y se golpeó la cabeza en la guantera. Afortunadamente Katakuri previó la reacción y puso su mano antes de que ella se golpeara de lleno.

—¡Su mano! —exclamó muy asustada—. ¡Lastimará su mano! —lo tomó de la muñeca y quiso checarlo pero él llevaba puestos unos guantes de cuero.

—No te preocupes por eso. Démonos prisa o llegaremos tarde. —insistió el joven.

Al salir del auto, caminaron de la mano hasta dar con los muchachos, quienes esperaban reunidos mientras platicaban.
Luffy, Zoro, Franky, Nami y Sanji  salieron al encuentro de (Tn) para abrazarla.
Franky fue rápido en saludar y despedirse a la vez, porque ya tenía que pasar por chequeo para tomar su vuelo.

—Fue un gusto conocerlos. —habló generalmente.

—¿Eh? ¿Fue? ¿Pero qué dices? ¡Tenemos que encontrarnos de nuevo para las siguientes vacaciones! —exclamó Luffy.

—¡Claro! —concordaron Sanji y Nami, Zoro asintió con una suave sonrisa de medio lado, y el peliazul sonrió muy agradado con la idea.

—Charlotte Katakuri... un placer. ¡Cuidala mucho! —encargó Franky al estrechar manos.

—Cuenta con eso. —aseguró Katakuri. El peliazul subió al siguiente nivel y les agitó un alegre adiós, antes de entrar al avión. Todos los chicos se despidieron con una sonrisa ondeado su mano para Franky.

—¿Quieren comer algo? (Tn) no ha desayunado. —dijo Katakuri

—¡Claro! —dijeron Nami y Luffy.

—¿No comerá nada? —preguntó (Tn) a Katakuri al notar que había ordenado comida para todos menos para él.

—No tengo hambre. —contestó un poco serio.

Dulce tentación  ━━ [Finalizado]《3》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora