➢Déjame salir

84 29 13
                                    


Los tres volvieron a la normalidad después de esa horrible demostración de superioridad, de poder sobre ellas, porque después de todo, eso querían, demostrar que estaban atrapadas ahí y que saldrían solo cuando ellos quisieran, pero no planeabas liberarlas pronto.

—Es triste tener que hacer esto.— habló Tristan. —No creo que puedan salir de aquí de ahora en adelante, pero no nos dejaron otra opción.— las ganas de sonreír lo invadían, y la victoria en su voz es demasiado notable, pero el era honesto, no podían arriesgarse a dejarlas salir de ahí sabiendo eso.

—Saldremos en algún momento.— Hailie se defendió, pero el moreno negaba seguro, mientras dejaba su otra mano en los bolsillos de su pantalón.

—Si logras salir de aquí, no llegarás ni a la mitad del bosque y morirás, y si alguna logra salir, la que se quedó acá morirá.— las miró con una sonrisa arrogante.— Dejémoslo así, ambas se quedan, ambas viven, una se va, la otra muere, las dos se van.— antes de seguir con su discurso, Naomi lo interrumpio sin mirarlo.

—Las dos morimos, entendido.— logra que Harvey sonría divertido.

—Niña lista, así me gusta.— le guiña el ojo pero Naomi lo ignora.

Con poca fuerza, miro a su amiga, quien tenia sus ojos cerrados, dejando ver la palidez en su cara, mas de lo que estaba al despertar, comenzando a asustarse, pero antes de poder emitir una pregunta, la vio apretar su estomago y tirar la cabeza hacia adelante comenzando a ver un pequeño hilo de sangre cayendo de su boca, dejando la atención de todos en ella. Su amiga solo miraba aquel liquido espeso aterrada, mientras el moreno era agarrado por de piel tonos mas clara, hasta sacarlo de la habitación, cerrando la puerta para que no pudiera pasar. Las escenas de ver a su amiga morir, pasaban por la cabeza de la menor, dejándola desesperarse al pensar en la perdida de alguien mas, sus costillas debían estar dañando sus pulmones, y el miedo crecía, y empeoraba viendo a los dos chicos en la habitación inmutados al verla así, como si no fuera algo malo.

—¡Ayer alguno de ustedes hizo esto! ¡No dejen que se muera hagan algo!— el chico de cabello castaño negó, dejando ver a la menor mas desesperada.—Ella es todo lo que tengo por favor, no tengo nada más que a ella, solo ayúdenla, ¡por favor se los pido! No puedo perderla a ella también.— su mirada los envolvió a ambos pero el chico volvió a negar.

—Yo no fui, no es como que deba hacerme cargo.— dijo sin rastro de lamento o culpa, dejándola llorar, sabiendo que no puede hacer nada por ella, viéndola con los ojos cerrados tratando de respirar por la boca, pensando que en cualquier momento, ella podría caer hacia atrás y nunca más volvería a verla, el solo hecho de pensar en eso le causaba dolor, y las lágrimas comenzaban a rondar mas y mas rápido de nuevo nublado su vista, sin nada más que poder hacer, comenzó a gritarles.

—¡Pues que el responsable la ayude! ¡No puede morir por culpa de ustedes! ¿¡Quien fue!?— Dejo caer lagrimas hasta escuchar a alguien hablar.

—Fui yo, yo lo hice.— el chico de nombre aún desconocido habló.

—¡Pues has algo!— exclamó, en ese momento no le importo que fueran más fuertes, que fueran monstruos, ella necesitaba ayuda y aunque fuera de ellos, la recibiría.

El chico la obedeció, se levantó del sofá y fue hasta ellas, miró a Hailie y pasó una de sus manos por debajo de sus piernas y la otra en su espalda, sin mucho esfuerzo la levantó del piso y la llevó a los sofás con él, se hizo un corte en sus dientes en la muñeca y la puso en su boca, Hailie se corrió pero el fue más rápido y le sostuvo la cabeza y apretó un poco más el brazo contra sus labios, la dejó succionar todo lo que pudo hasta ver que su cara tenía un poco más de color y saco el brazo. Con cuidado agarro la manga de su sudadera y le limpio el mentón, Hailie, abrió los ojos y lo vio cerca de ella, lo único que hizo fue agarrar su brazo, quitarlo de su cara y alejar su cara de él. Tristan, lo miraba algo molesto pero solo consiguió ser ignorado y lo levantó alejándolo de la chica, mientras Naomi, limpiaba su lagrimas y esperaba alguna reacción de El Salvador de su amiga.

InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora