➢Control

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Una semana, una en la que Naomi había podido convivir con todos en casa, donde bajaba sola y exclusivamente al llamado de Harvey, para comer, el había sido el encargado de su alimentación durante esa semana.

Muchas veces solo había silencio, lo cual afectaba la sociabilidad de la menor, odiaba el silencio, mas que eso, odiaba lo necia que podía ser su amiga, en toda esa semana no había bajado ni una sola vez, y ya no podía ni levantarse bien de la cama porque no tenía la energía suficiente para hacerlo, era normal sin comida, y odiaba verla así, pero sabía que su orgullo no la dejaba salir de esa habitación, tampoco le permitía comer, pero Harvey decía que si no quería bajar, nada podía hacer él, y Tristan le quitaba importancia, le parecía un simple capricho por querer salir y las decisiones de alguien tan prepotente como Hailie, no lo afectarían a él.

Naomi como todas las mañanas bajó a desayunar, pero, no vio a su amigo, dejándola sorprendida, ya que siempre estaba ahí.

A cambio de su nuevo amigo, estaba el chico de piel pálida, quien bebía un oscuro liquido, que, si no supiera la identidad del chico, habría protestado por beber tan temprano, pero sabía que eso no era vino, viéndoselos resignada a sonreír, y saludar con la mano, agradecida que estuviera bebiendo de un vaso y no de ella, aun si sabia que no lo haría, era algo que el de cejas pronunciadas había aclarado la segunda noche de su estadía, poniendo reglas a su vez.

La primera regla había sido, no salir, era muy obvio pero el había especificado que no podían poner un pie fuera de casa, ya que aunque quisieran ir al patio, este era millones de hectáreas de bosque, donde podían perderse o encontrar la salida y no podía permitir que la segunda cosa pasara. La primera sugerencia fue

"pueden conocer toda la casa y pueden pedir lo que quieran"

Después de todo ellos no las querían ahí prisioneras, pero no podían dejar que salieran a contar secretos de ese tamaño, aun así, podían hacer que para todos su estadía en ese lugar fuera más amena. La segunda regla no era para ellas, fue para ellos mismos, nadie se comería a nadie y aunque les sería difícil de cumplir, estarían dispuestos a hacerlo. La segunda sugerencia fue más una advertencia, Tristan las miro serio y les dijo:

Si quieren matarse, son libres de hacerlo, si no van a comer no lo hagan, al menos así tendrían una muerte agradable. Pero, no quiero ver ni un solo corte, y si se cortan no sangren, porque aunque yo y Drake podamos controlarnos, si Harvey las huele, están completamente perdidas.

¿Que si daba miedo? No, Harvey era amable, era gracioso, y nunca en toda la semana las vio como comida, así que era lógico que el chico, solo exageraba.

Drake, devolvió el saludo, y ella, hizo la pregunta que había evitado hacer desde que entró a la cocina.

—¿Y Harvey?— tenía hambre, y necesitaba a su chef personal.

—Salió, fue con Tristan a hacer algunas cosas a la cuidad.—  respondió y fue hasta la nevera, sacando un plato y dejándolo frente a la chica. — Te lo dejó, dijo que habían prometido que el cocinaría para ti, así que lo hizo antes de irse.— Naomi al ver el trozo de pastel sonrió y comenzó a comer sintiendo la mirada de aquel individuo. —¿Aún no sale?— no era necesario nombrar a nadie para saber de quien hablaban y la chica dejo de comer.

—No creo que salga, la verdad. Me preocupa mucho, pero no me deja ayudarla.—habló la tristeza saliendo de su voz, sabía que no saldría de ese lugar aun si la arrastraba, lo había intentado el tercer día, terminando en el piso con una mano en su cuello ademas del peso de su amiga encima.— se morirá si sigue así.

—Sale cada noche de la habitación y baja a beber algo de agua, luego sube y se va a dormir.— por aquellas palabras la chica quedó confundida, sin saber a que quería llegar el individuo. — Espera a que todos se duerman, no come pero si bebé, por eso sigue viva.— antes de preguntar, siguió hablando.— Me despierta su ruido buscando los vasos en la oscuridad.— la vió sonreír, estaba aliviada de saber que su amiga no era tan irresponsable como creía. Vio a el chico irse y luego de terminar su desayuno, fue hasta su amiga, quien dormía con una comodidad impresionante.

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