Capítulo 22

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Tres meses después.

*****

Angie.

Durante todo este tiempo hacido el mejor Nathan y yo hemos estado muy bien pero Helen no lo deja en paz.

Digamos que ahora estamos mucho mejor, bajo las escaleras y paso a la cosina bebo un vaso de agua pero me detengo al escuchar jadeos de dolor. Me acercó con cuidado y me quedo muy sorprendida al ver a Deborah ¡Embarazada!. Miro que Deborah se quita una cinta de su panza y se le ve su pequeña panza abultada. Mis ojos casi se me salen de órbita. Ella voltea y me mira sorprendida y trata de tapar su vientre.

— no se lo digas a nadie — me dice para volverse a poner la cinta en su vientre.

— ¿Quién es el padre? — pregunté.

— jamás te lo diré — dijo para bajarse la camiseta del uniforme.

— ¿Cuántos meses tienes? — pregunté para acercarme pero ella se alejó.

— cuatro meses— dijo para caminar hacia la puerta — no se lo digas a nadie.

Asentí todavía sorprendida por Dios está embarazada mi duda es ¿Quién será el padre?. Suspiré y dejé mi vaso y camino hacia mi cuarto volteo haber a Deborah y ella me mira fijamente.

Si mi padre se entera dios quien sabe que pasará, corro a mi habitación cierro la puerta con seguro como quisiera estar con Nathan en mi cuarto pero sin miedo de nada, como pasa el tiempo tan rápido lo quisiera retroceder para decirle a mis padres pero de todos modos no aceptaría mi padre a Nathan.

Yo no pedí estar Enamorada de Nathan pero su actitud y la manera noble de el se fue metiendo poco a poco en mi corazón, me duele verlo llorar, me da celos mirarlo hablar con una mujer que tiene malas hierbas, adoro esos ojos avellanas su cabello, ese cuerpo dios esos pectorales. Muerdo mi labio de solo imaginarme lo.

Saco toda mi ropa e interior, abro el grifo de la regadera me metí al jacuzzi y mojo mi cabello con la regadera, me hundo adentro del jacuzzi aguantando la respiración, salgo de la profundidad y seco mi cara es una horrible aventura el pensar en tus acaricias y no estás en mis manos si no en tu casa.

Salgo del jacuzzi y me visto con un pantalón ajustado azul, una camisa corta color azul oscuro, y mi sudadera azul , mis deportivos, seco mi cabello con la secadora, me pinto mis labios con un lápiz labial sabor a chocolate dejando mis labios en un color natural. Bajo las escaleras y peino mi cabello con mis dedos y bajo las escaleras.

Me siento en el sofá mi tía Christiane estaba en la cosina, mi padre no deja de buscar a Leonard Bernstein, mi madre se está dando una ducha y Jesse está durmiendo como quisiera cambiar mi vida, en un ambiente agradable, no vivir con miedo cada segundo de que algo le pase a mi padre, esa corazonada que siento cada día, ese miedo al ver a mi padre salir de casa para su trabajo, no quiero ver a mi madre llorar odio el sentimiento de dolor pero aunque lo tratemos de esquivar siempre está ahí, ese sentimiento donde te ven mal, donde te ven débil por ese sentimiento el dolor.

La perdida de mi abuela me afectó mucho no quería que ella muriera no ahora con ella viví más, recuerdo que me contaba sus locas historias toda la noche, me abrazaba, en mi cumpleaños era la primera en llegar se tiraba en mi cama y me abrazaba, cuando mi madre me quería regañar corría hacia ella,por qué siempre hacia travesura con Johs, pero mi felicidad murió al enterarme de que ella murió de cáncer fue muy duro verla decir que se iba a salvar pero era mentira, ella no sabía nada de su enfermedad hasta que se lo dijieron y ella cambio, ya no era positiva no comía, eso me dolía verla mal quejarse de ese dolor que siempre le daba, los vómitos, cuando le dijieron que ella sólo le quedaba cuatro meses de vida fue un gran giro para mí, ya no verla.

Mi Guardespalda Y Mi Señora (+18) [ SAP#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora