Mi Guardespalda Y Mi Señora (+18) [ SAP#1]

Capítulo Final

DEDICADO A TODAS MIS LECTORES.

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Dos semana después.

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Angie.

Me acomodo en la camilla mientras miro a Nathan que guarda las cosas en un equipaje que trajo mi madre.

— ya Nathan quiero ver a mi hijo — digo impaciente.

En esta dos semanas no han dejado que Nathan traiga a mi bebé, pero entiendo es un hospital y el es un bebé todavía.

— cariño no esté impaciente ya pronto iremos con el — me susurró para dejar de doblar mi ropa y acercarce a mi y apoyarse en la camilla con sus manos — te vez muy hermosa hoy dulzura.

Sonreí y bese sus labios con lentitud. Había extrañado sus labios y acaricias.

— como esperas que esté tranquila si no he visto a mi hijo en dos semanas,... Solo esa vez lo ví — susurré lo último.

Recordando aquel día donde se supo toda la verdad, donde me dispararon. Dónde supe que mi padre tenía otra hija.

— ya cariño no pienses en eso — me habló Nathan a para besar mis labios — ¿Y qué te parece si nos quedamos unos pequeños minutos aquí en esta habitación? — me susurró para besar mi cuello. Dios como lo he extrañado — he extrañado tu cuerpo con locura.

Sonrió al saber sus intenciones, pongo mi dedo índice en sus labios y lo muevo para atrás.

— nada de eso quiero ver a nuestro bebé — argumente moviendo mi cabeza y dedo Nathan soltó una carcajada y puso su mano en mi vientre plano y lo acarició.

No puedo creer que tendré otro bebé.

— ¿Qué crees que sea? — me preguntó Nathan.

— no lo sé pero si se que lo voy a amar.

El sonrió y me abrazo. Lo apreté más a mi había extrañado su olor.

— te amo.

— tambien te amo Nathan.

El me acarició mi mejilla y fue bajando su dedo índice hacia la abertura de la bata del hospital, acariciando mis senos.

El se separa y comienza aguardar mi ropa. Lo miro con atención tiene ojeras, se muestra cansado. Me mordí mi labio al verlo así jamás me equivoqué con Nathan el es el hombre que amo.

— vamos tenemos que irnos para la mansión de tus padres — hablo Nathan para tomar el equipaje con su mano derecha y acercarse a mi para ayudarme a levantarme de la camilla con cuidado y sentarme en la camilla otra vez.

Me sacó la bata dejándome en ropa interior negra de encajes marrones. El me miro y se mordió el labio, no espere más y me abalanzó hacia el besándolo con desesperación, sus manos me tomaron de la cintura pegando me más a él, acaricié su cabello jalando lo fuerte. Acaricié sus brazos fuertes que me vuelven loca.

Nos separamos y pegamos nuestras frente con la respiración agitada.

— ¿Por qué tenemos que ir a la mansión de mis padre? — pregunté curiosa.

¿Qué es lo que estarán tramando?

— bueno no lo sé solo me dijieron que te llevará allá, además que tenemos que recojer a nuestro hijo.

Asentí no muy convencida.

Tengo que esperar unas semanas más para que me quiten el vendaje de mi abdomen donde tengo la herida. Me tomo del hombro de Nathan para levantarme con cuidado pero es inútil porque grité de dolor cuando sentí una punzada en mi abdomen al levantarme.