Mi Guardespalda Y Mi Señora (+18) [ SAP#1]

Capítulo 47

5 semanas después.

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Nathan.

Miro por la ventanilla de la camioneta, no hay ningún rastro suspiro y apretó el volante.

Cinco semanas han pasado y no se nada de mi hijo, mi esposa está enferma, esta maldita desesperación me está matando cada día.

Mire que había llegado al punto donde me tenía que reencontrar con los demás.

Bajé de la camioneta y mire al señor Christopher bajar de unas de ellas.

— ¿Encontraron algo? — pregunto Harry mano derecha del señor Christopher.

— no encontramos nada buscamos en la zona oeste y este y no hay nada — hablo Matthew.

— joder, ¿Dónde demonios se lo habrán llevado? — susurró el señor Christopher.

Apreté mis puños no hay ningún rastro de ellos no se nada de mi hijo. No sé cómo se lo diré a Angie. Ella hace algunos días la había llevado al hospital por sus muy seguidos desmayos y el doctor decreto que mi esposa tiene anemia ya que no comía las tres veces al día solo una vez, no bebía agua nada y su estado de depresión no ayuda mucho. Algo que me tiene muy preocupado.

— es hora de volver más tarde seguimos hemos pasado dos días en búsqueda y no han descansado nada — todos asintieron por lo que dijo el señor Christopher.

Me monte en mi camioneta y maneje a una velocidad alta que las llantas rechinan cuando arranque. Veo toda la zona vacía desolada ¿Dónde están? ¿Neythan estará bien?. Miles de pregunta me hago y no consigo ninguna respuesta.

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— ¿Lo encontraste Nathan, encontraste a nuestro bebé? — pregunto mi esposa mientras me tomaba de los brazos.

Me duele verla así, sus ojos hinchados sus hermosos ojos grises sin brillo, sus labios resecos, no ha comido casi nada en todas esta semana a estado muy mal.

— nada Angie, no encontramos nada — susurré con dolor.

Mi esposa se sentó en el sofá de la casa de mis suegros mientras se tomaba su cabello.

— ¡Nada, no hay nada! — grito para levantarse.

— hemos buscado por todas partes Angie.

— ¡Prometiste hallarlo Nathan! — me reprochó para señalarme y abrazarme.

— lo sé cariño se lo que prometí pero no perdamos las esperanzas hallaremos a nuestro hijo — susurré y ella asintió para pegar su mejilla a mi pecho.

— lo extraño mucho Nathan — sus palabras golpearon mi corazón, me mordí mi labio inferior para tratar de tragar este nudo en mi garganta — cada día pienso en ¿cómo estará? Si estará bien, quiero que lo traigas Nathan — susurró para besarme.

Seque sus lágrimas jamás me ha gustado verla llorar.

— sabes que no debes ponerte así — hablé para pegar mi frente con la suya.

— ¿Cómo no quieres que me ponga así? — hablo a la defensiva — si mi bebé no está conmigo.

— cálmate Angie — rogué — debes estar tranquila cuando encontremos a Neythan.

— ¿Y cuándo será eso? — pregunto.

— ¡no se Angie! — exclamé para separarme de ella y caminar a la cosina — no sé cuándo será, siempre trato de comprenderte, pero tú no me comprendes.