CAPÍTULO 5: La boda
Sarah seguía pensando en por qué Lupin había tenido que marcharse así de la fiesta, arrastrando a Draco y a Tonks con él cuando apareció el ministro de la magia. Pero tampoco podía quitarse de la cabeza el hecho de que Dumbledore le había legado la espada de Godric Gryffindor (del maldito Gryffindor). A Harry le había dado en herencia la snitch que había atrapado en su primer partido, y como tienen memoria táctil, sobre esta habían aparecido las palabras "me abro al cierre" escritas por el propio Dumbledore cuando Harry se la llevó a los labios. Esto lo hizo sin que el ministro estuviera presente ya que parecía demasiado interesado en saber por qué Dumbledore les había legado aquellos objetos: también quería saber por qué le había dado a Hermione su ejemplar de Los Cuentos de Beedle el Bardo, y a Ron su desiluminador, creado por el mismo Dumbledore. Pero ninguno de los cuatro tenía idea de por qué Dumbledore los había incluido en su testamento, ni tampoco de por qué no se lo había explicado cuando aún estaba vivo.—Y respecto a este libro —terció Hermione cuando por la noche los cuatro comentaban sobre sus legados a escondidas en la habitación de Ron—, Los Cuentos de Beedle el Bardo... ¡Nunca había oído hablar de esos cuentos!
—¿Que nunca habías oído hablar de Los Cuentos de Beedle el Bardo? —repuso Ron con incredulidad—. Bromeas, ¿no?
—¡No, lo digo en serio! —exclamó Hermione, sorprendida—. ¿Tú los conoces?
—¡Pues claro!
Sarah lo miró impresionada. El hecho de que Ron hubiera leído un libro que Hermione ni siquiera conocía no tenía precedentes. Ron, sin embargo, no entendía la sorpresa de sus amigos.
—¡Venga ya! Pero si, según dicen, todos los cuentos infantiles los escribió Beedle, ¿no? Por ejemplo, «La fuente de la buena fortuna», «El mago y el cazo saltarín», «Babbitty Rabbitty y su Cepa Carcajeante»...
—¿Cómo dices? —preguntó Hermione con una risita—. ¿Cuál es ese último título?
—¡Me tomáis el pelo! —protestó Ron, incrédulo—. Tenéis que haber oído hablar de Babbitty Rabbitty.
—¡Sabes perfectamente que Sarah, Harry y yo nos hemos criado con muggles, Ron! —le recordó Hermione—. A nosotros no nos contaban esos cuentos cuando éramos pequeños. Nos contaban «Blancanieves y los siete enanitos», «La Cenicienta»...
—¿«La Cenicienta»? ¿Qué es eso, una enfermedad? —preguntó Ron.
—¡Anda ya! Entonces ¿son cuentos infantiles? —quiso saber Hermione inclinándose de nuevo sobre las runas grabadas en la tapa del libro.
—Sí... Bueno, mira, al menos la gente asegura que todas esas historias las escribió Beedle. Yo no conozco las versiones originales.
—Pero ¿por qué querría Dumbledore que las leyera?
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SARAH'S LEGACY - DRACO MALFOY / SH#2
FanfictionEl destino por el que el Sarah Potter estaba marcada acaba de dar un giro de 180 grados. Para embarcarse en la mayor y más peligrosa aventura vivida hasta ahora, Sarah se ve obligada a perdonar al amor de su vida. Sin él, no se siente capaz de parti...