23. el ironbelly ucraniano

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CAPÍTULO 23: EL IRONBELLY UCRANIANO



Si el comienzo del día y de la misión ya había sido difícil y se les habían impuesto distintos problemas, Sarah ahora estaba segura de que no había manera de que todos salieran vivos del banco de los magos

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Si el comienzo del día y de la misión ya había sido difícil y se les habían impuesto distintos problemas, Sarah ahora estaba segura de que no había manera de que todos salieran vivos del banco de los magos.

Ciertamente habían conseguido la copa de Hufflepuff, el Horrocrux y pedazo de alma de lord Voldemort, pero de nada les servía si no podían destruirlo y vivir para deshacerse de los demás. Y sin la espada su objetivo parecía imposible.

Sarah tenía el cuerpo lleno de ampollas por las quemaduras de la maldición flagrante, pero nada le ardía más que saber que Gryphook los había traicionado y huido con la espada.

—¡Cuidado! —le advirtió Draco a Sarah, que esquivó justo a tiempo una maldición de uno de los muchos magos guardianes que iban llegando.

Podían intentar aturdir al tumulto de duendes que tenían delante, agitando dagas en el aire, pero nunca a estas criaturas combinadas con magos portadores de varitas mágicas.

—¡Qué hacemos! —chilló Sarah a Harry, Hermione y Ron, cubriéndose al otro lado del muro.

Pero estaban muy ocupados lanzando maldiciones a diestro y siniestro, y esquivando unas cuantas.

En ese momento, el dragón, que todavía estaba atado, rugió y lanzó una llamarada que pasó rozando las cabezas de los duendes; los magos dieron media vuelta y huyeron por donde habían venido.

Sarah entonces vio como Hermione apuntaba al dragón.

—¡Relashio! —exclamó.

Y las argollas que sujetaban a la bestia se rompieron con un fuerte estallido.

—¡Por aquí! —gritó la chica y, sin parar de lanzar hechizos aturdidores a los duendes que seguían avanzando, corrió hacia el dragón ciego.

—¡Hermione! ¿Qué haces, Hermione? —gritó Ron.

—¡Subid! ¡Rápido, montad!

—¡Pero te has vuelto loca! —vociferó Draco, por primera vez pareciendo realmente asustado— ¡Acaso tienes complejo de sucesora!

—Draco —Sarah se giró hacia él, le miró a los ojos transmitiéndole confianza y valía y le ofreció la mano.

Mientras Harry y Ron corrían detrás de Hermione esquivando maleficios, Draco miró la mano de Sarah y su rostro alternativamente.

—Vamos a morir —dijo aterrado.

—Moriremos igualmente si nos quedamos hacinados aquí —terció Sarah, y agitó la mano tendida.

Draco tomó aire y aceptó su agarre. Ambos se lanzaron juntos hacia el pasillo al descubierto que los separaba de la cámara de los Lestrange y del gigantesco Ironbelly Ucraniano, en aquel momento enloquecido.

SARAH'S LEGACY - DRACO MALFOY / SH#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora