Ya. Es. ¡Navidad! No os podéis imaginar lo que he esperado este dia. Y no os creais que son es solo por los regalos. Ese dia nos juntamos todos y lo mas importante... ¡vienen mis padres!
Si, vienen mis padres, increible. Hace un monton que no los veo. Nos dedicamos a enviarnos e-mails e incluso cartas pero hace meses o incluso un año que no les veo en persona.
En realidad les echo de menos aunque nunca hable de ellos. Bueno, en fin, los regalos ya estan debajo del arbol, incluidos los mios para Rubén y para Mangel.
Os preguntareis '¿Que les has regalado?'. Pues bien, a Mangel un reloj de pulsera y a Rubén... un videojuego. Sabía que le gustaría. Me pregunto que me habrá comprado a mi...
Y es que estaba tan ilusionada, tan maravillada, tan poseida por el espiritu de la Navidad que no tenia ni idea de que este dia lo cambiaria todo sin que pudiera hacer nada.
No quise levantarme de la cama y parecer que me había levantado temprano, aunque... lo había hecho. Asi que cuando escuché la puerta del cuarto de los chicos cerrarse abrí la mía.
Tuve que aguantar la risa por los pelos que llevaban. Parecía que había venido de la jaula del león.
Yo: ¿Que os ha pasado? - dije sin poder aguantar mas la risa -.
Se miraron entre ellos y pude notar un leve sonrojo en ambos.
Rubén y Mangel: Nada - dijeron a la vez -.
Me asomé a su habitacion y pude ver que la cama de Rubén estaba intacta. Pero en cambio, la cama de Mangel tenía las sabanas tiradas hacia un lado al igual que la almohada.
Rubén: ¡Vale¡ ¡Sí! ¡Hemos dormido juntos! - confesó recibiendo miradas asesinas de Mangel -.
Yo: ¿Por qué? - pregunté mas confundida que antes -.
Rubén: Por eso - dijo señalando acusativo a la pared -.
Yo: ¿El que? ¿Por la pared? - pregunté riendo -.
Mangel: No, por eso - dijo acercandose un poco y señalando con miedo -.
Dejé a esos dos atras para acercarme y realmente ver que es lo que estaban señalando. Cuando por fin lo vi no pude hacer mas que reirme en su cara.
Era una arañita de nada. Cogí un pañuelo y la maté. Mientras, detras de mi, Mangel y Rubén estaban con la boca abierta totalmente sorprendidos.
Cuando llegué hasta ellos les acerqué un poco el pañuelo a la cara y casi se tiran al suelo con miedo. Fui a la cocina a tirarla y escuché a Mangel como decia.
Mangel: ¡A abrir los regalos!
Me precipité a la puerta de la cocina para salir corriendo al salón. No quería que los abriesen sin mi.
Mangel: Venga, empieza a abrir sus regalos la nueva integrante de este año - dijo dedicandome una sonrisa -.
Se la devolví con amabilidad mientras Rubén hacía puchero. Cogí el primero que vi, el cual llevaba una etiqueta que decía: 'De: Mangel Para: ______'
Le volví a sonreír y lo abrí. Mi boca se formó en una 'o' cuando vi lo que era. Eran unos pendientes preciosos con dos perlas blancas.
Yo: Son preciosos - dije admirandolos -.
Fui al espejo del pasillo para ponermelos. Una vez vine ambos se me quedaron mirando.
Yo: ¿Que? - pregunté con una sonrisa -.
Rubén se dedicó, de nuevo, a desviar la mirada. Pero esta vez podría jurar que estaba sonrojado.
Mangel: Te quedan demasiado bien - dijo sin dejar de mirarme -.
Ahora la que me sonrojé fui yo. Decidí darle paso a Mangel para que abriese mi regalo ya que yo había abierto el suyo. Cuando pudo ver el contenido su boca en forma de 'o' fue el doble de grande de la mia al ver su regalo. O no le había gustado y le había encantado.
Opté por pensar lo segundo cuando se abalanzó a mi para abrazarme. Reí en su hombro mientras él admiraba su regalo. Se lo puso y Rubén me dió paso para que abriera su regalo.
Me miró con una sonrisa y se acercó a mi.
Rubén: Espero que te guste - me susurró al oído -.
Hizo que me estremeciera y que tuviera mas ganas de abrir el regalo. Cuando quité el envoltorio pude ver una cajita cuadrada, no muy grande marrón. Era de una joyería.
Le miré antes de abrirla y él solo me dedicaba una sonrisa tierna. Miró a Mangel cómplice y él asintió sonriente. Cuando la abrí no pude creer lo que veían mis ojos.
Era un precioso collar con el símbolo del infinito dorado, al igual que la cadena. Son de esos regalos simples, pero que a la vez son preciosos a más no poder.
Solo pude dejar escapar un suspiro de sorpresa al verlo. Rubén se acercó a la cajita y sacó el collar. Se puso detras de mi y me indicó que me aguantara el pelo.
Pasó sus manos por delante de mi con el collar y pude escuchar como lo abrochaba en mi cuello. Cuando se volvió a sentar solté el cabello que me había estado aguantando y cogí el pequeño infinito entre mis dedos.
Lo ajusté y miré a Rubén con un brillo especial en los ojos. Para mi sorpresa él también tenía ese brillo. Nos quedamos largo rato mirandonos hasta que Mangel carraspeó.
Mangel: Tu turno ______.
Y sin mirarle pude notar que estaba sonriendo satisfecho. Seguro había sido suya la idea del collar pero que Rubén le haya apoyado y no le haya dicho que era una tonteria me hacía ser feliz.
Rubén cogió el ultimo regalo que quedaba. A mi sorpresa no se lo esperaba. Cuando lo tuvo en sus manos se sorprendió tanto que tuvo que alzar la mirada y mirarme para que yo le dijese: 'Si, es para ti'. Por lo que pude escuchar cuando hablaba con Mangel no encontraba ese juego por ninguna parte.
Me fue a abrazar y yo me escondí en su hombro aprovechando para inspirar su aroma. Susurró un 'gracias' en mi oído. Si no fuera porque estaban delante ahora mismo estaria llorando de la alegria.
Un sonido ensordecedor rompió nuestro abrazo. Se ve que Rubén esperaba mucho esa llamada ya que se disculpó y se levantó a cogerla rapidamente.
Rubén: ¿Si? Si, si, soy yo... si, ayer lllamé... ¿de verdad? - preguntó incredulo - pero... aja... si... vale, hasta mañana, adios... - colgó -.
Dejó el movil y se giró para mirarnos.
Rubén: ¡Me han dicho que si!
Yo no entendia nada. Al parecer Mangel si pero no estaba tan contento como Rubén.
¿Que estaba pasando aquí?
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Siento haber tardado tanto en subir :( pero bueno, estoy de vuelta :D espero que este gustando la nove :3
Votos y comentarios, please, que ya sabéis que me hacen muy feliz :3
Os quierooooo!!! *-*
Besitoooos navideñoooos!! :*
