El insomnio atacó de nuevo.
Ochako fue hasta la cocina común y buscó algo dulce. Como había nada se conformó con un vaso de leche y regresó a su habitación, pero al intentar cerrar la puerta de su cuarto, una mano se asomó interponiéndose, en parte se asustó, pero pudo distinguir claramente a quien pertenecía esa mano, abrió para ver si sus suposiciones eran correctas.
—Ahora si me contarás que te sucede, Ochako-chan—. Exclamó Tsuyu, parada al otro lado de la puerta de la habitación de su amiga. Ochako suspiró, dejándola pasar.
¿Qué clase de amiga sería si no se preocupase por las extrañas conductas recientes de su amiga? De por sí Ochako ya era lo suficientemente despistada y torpe, era probable que lo que sea que esté influenciando ese comportamiento afecte su rendimiento en la UA, lo cual no podría acarrear nada bueno.
—Tsu, es que... es que... ¡No me lo vas a creer!— Uraraka le relató a su amiga con detalle todo lo que sucedió esa tarde con Bakugo, la peliverde se mantuvo indiferente, pensativa. —¿Puedes creerlo?— La nombrada llevó un dedo a su boca, sin cambiar su expresión facial.
—La verdad es que si cuesta creerlo, presiento que hay algo más de fondo...— Cuando pensaba seguir con su teoría, negó con la cabeza. —No me hagas caso, son suposiciones solamente—. Hizo una pequeña pausa, observando a su amiga recostada contra el respaldo de su cama, la cual al oír eso, se levantó.
—Cuéntame, sé que eres muy buena analizando situaciones. ¡Por favooor!
—Bueno, pues... Ochako-chan es, hasta donde me di cuenta, el tipo de chica que atraería a casi cualquier tipo de joven de nuestra edad, no deberías sorprenderte tanto por saber que le gustas a alguien de nuestro salón—. Hizo una pausa mientras seguía analizando. —Pero no hablamos de cualquier joven, hablamos de Bakugo-chan, me parece raro que él haya dicho eso voluntariamente.
Ochako fijó su mirada en Tsuyu algo confundida, al pensarlo por unos segundos, entendió a que se refería más o menos.
—E-eres muy amable, Tsu—. Sonrió algo apenada por los halagos de su amiga. — Pero ¿qué intentas decir con eso?
—Ochako-chan, ¿haz visto doramas?
Aunque no entendió el propósito de esa pregunta, ella respondió. —Sí, un montón, los veo desde siempre, ¡es que son tan románticos y divertidos! ¿porqué preguntas?
La rana emitió un sonido similar a una risa, pero a su manera.
—Lo supuse. En los doramas suelen romantizar y exagerar todo, como si las relaciones fuesen tan superficiales y todo ocurriese siempre a favor de los protagonistas. Lo que me contaste suena a algo sacado de un dorama y... no, no tengo experiencia en cosas así, por lo que mi consejo tal vez no sirva de mucho, gero.
—¡No, no! Seguro que si me ayudas, dime lo que piensas por favor, Tsu—. La forma tan madura de hablar de su amiga emitía confianza, logrando despertar el interés de la castaña.
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Accidente. ⌦ᴋᴀᴄᴄʜᴀᴋᴏ
RomancePor circunstancias de la vida, Uraraka termina rompiendo la ventana de la habitación de Bakugõ, y para enmendar su error, éste le pide que cumpla un pequeño favor, ella acepta sin saber el infierno en el que se metió.