Accidente. ⌦ᴋᴀᴄᴄʜᴀᴋᴏ

006

Uraraka yacía sentada en uno de los tantos bancos ubicados en el centro mismo del centro comercial, a un lado suyo cuidaba los botes de pintura, Bakugo le había pedido repentinamente que ella aguardase allí, pero ya se estaba tardando, comenzó a preguntarse si él dijo eso y luego se marchó apropósito.

Recostó su cabeza contra el respaldo de madera del banco, cerró los ojos y suspiró.

Segundos después, sintió una sombra cubrir su rostro de la luz artificial del lugar, abrió un ojo y se encontró con una mirada carmesí observándola desde arriba. Sin decir nada, Bakugo lanzó una frágil caja blanca mediana envuelta en una bolsa de papel que aterrizó sobre los muslos de la castaña, ella bajó su vista y com curiosidad dijo;

━¿Qué es esto? ¿Y a dónde habías ido? Te tard-

━Sólo ábrelo y cállate.━ Desvió su mirada a la par que chasqueó la lengua, luego se sentó al otro extremo del banco, evitando mirarla.

Ella seguía bastante confundida, pero su curiosidad le limitó el hacer preguntas, simplemente desenvolvió el paquete y abrió la caja, se llevó la segunda sorpresa más grande del día, la primera fue cuando Bakugo ingresó a su cuarto rompiendo el seguro.

━¿Para mí?━ Él asintió aún sin verla. ━¿Por... porqué?

Tantas preguntas aumentaban su irritación, definitivamente no le iba decir que le compró mochis porque se había sentido un poco mal por tratarla mal "sin razón alguna."

━El sonido de tus tripas rugiendo me irrita, ¡sólo come y cállate ya!

Uraraka se avergonzó por completo, ¿de verdad había escuchado eso? En ese momento recordó el hecho de que no había desayunado y ya era medio día casi. Prefirió dejar la conversación por la pena que sintió al oír eso, no supo que contestar realmente.

━Gra-gracias...━ Sin dudas el hambre de Ochako se intensificó de forma brutal al percibir el aroma de sus dulces favoritos infestando sus fosas nasales, probó uno, dos, tres sin cesar. ━¡Están deliciosos! Prueba uno.━ Extendió uno de los dulces hasta Bakugo, él volteó a mirarla y luego al mochi.

━Paso...

Quizas hubiese sido buena idea aclarar que el odia el dulce, pero ella lo interrumpió a tiempo.

━¡Por favor! ¡Son demasiado buenos, seguro te gustarán!━ La radiante sonrisa y el brillo que destilaba ella le provocaba un gran desorden en sus pensamientos, no sabía exactamente en que estaba pensando cuando agarró el mochi y lo llevó hasta su boca.

Justo como esperó, tenía un sabor asquerosamente dulce. Más no mostró su desagrado en ningún momento, ni él sabía la razón de aquello. Se lo tragó con dificultad y suspiró.

Al rato Uraraka había acabado de degustar los dulces, agradeció nuevamente a Bakugo por comprárselos, realmente le hacía falta comer algo. De repente, el rubio se levantó del banco.

━¿Uh? ¿Volveremos a la U.A. ya?━ Preguntó ella felizmente.

━Corrección, yo volveré.━ Tras decir eso, agarró la bolsa con las latas de pintura. ━Tú ve a hacer lo que sea que haces los sábados, no sé, tampoco me interesa. Mañana seguiremos trabajando.

Se marchó tan rápido que Uraraka no alcanzó a despedirse, otra vez, no entendió el cambio de actitud pasivo-agresivo de su compañero.

━Hmm, bueno, tal vez ¿le surgió un inconveniente?━ Se cuestionó a si misma. ━¡Oh! Aprovecharé para ir a visitar mis padres, aún tengo mucho tiempo.

Por su parte, el rubio fue de regreso a la U.A., al llegar a las habitaciones ni se molestó en responder al saludo de Kaminari y Kirishima, simplemente entró a su cuarto y se encerró.

Tiró la bolsa con las pinturas en el suelo sin precaución alguna y luego se echó en su cama, viendo al techo. Por alguna razón, estaba molesto y a la vez no, quería tomarse el tiempo para entender eso.

Suspiró, enojándose con las estúpidas ideas que su cabeza generaba por su cuenta, se volteó mirando hacia la puerta, se fijó en el papel que sobresalía de la bolsa en el suelo, ¿Uraraka no se había quedado con la factura? No, definitivamente la vio meterla en su bolso, entonces... ¿Qué era eso?

Frunció el seño y fue a agarrar dicho papel, al ver lo que contenía un par de venas resaltaron en su frente, sin mencionar que casi se le salen los ojos de las cuencas de tanto que los abrió.

En el papel alguien había escrito un número telefónico junto a la palabra "llámame ;)."

Y Katsuki estaba muy pero muy seguro de saber quien puso eso ahí y porqué.

━¡Lo sabía! ¡Yo tenía razón! ¡Gaaah!

Gritó a la par que arrugó el papel y lo hizo cenizas con una explosión, no entendió con exactitud porqué por primera vez le enojó tanto tener la razón en algo. Se golpeó la frente con una palma mientras mascullaba malas palabras, estar enojado por algo sin importancia lo hacía enojar más, necesitaba saber con urgencia que demonios le estaba pasando.

Afuera, algunos los chicos del 1°A se asustaron al oír la explosión, pero por otro lado, se habían acostumbrado a oírlas provenir de esa habitación en específico, así que lo ignoraron.