¡Fin de semana, al fin! Los únicos días en los que realmente puede dormir sin preocuparse del despertador o de los gritos de Aizawa-sensei exigiendo que se apuren para ingresar al aula de clases. Milagrosamente, la tarea escrita era casi nula en esos días; quizás porque últimamente sólo se concentran en el entrenamiento físico, doloroso, pero cierto. Viéndole el lado bueno, estaba feliz de no tener tanta tarea y de poder... descansar...
━¡Despierta ya, joder! ¡Son casi las diez!━ Una voz desgastada por gritos diarios se oyó al otro lado de la puerta.
Oh, cierto. Ochako olvidó por una fracción de segundo que últimamente vivía en el infierno, y que de paso, el diablo la tenía de sirvienta.
Y cabe destacar que en esa fracción de segundo, fue feliz.
Ahora debía levantarse, ir al mundo exterior a sufrir las consecuencias de sus actos, ah, el sólo pensar eso le dio flojera. Sus sentidos la abandonaban, sus ojos empezaron a cerrarse de nuevo; ignorando por completo el estruendoroso ruido que si bien se podía escuchar en todo el edificio, para ella no era impedimento para volver a dormir otro ratito más.
Como si el mundo la odiase, el seguro de su puerta se rompió y la puerta se abrió de golpe, estaba segura de que si no fuese joven, la impresión la podría haber matado de cinco infartos.
Se levantó de golpe, alarmada y apenas consciente de lo que pasaba a su alrededor.
━¿¡Nos están atacando?!
Preguntó ella, fue lo primero que se le ocurrió y no fingía, sus ojos de venado dilatados por el enorme susto lo confirmaban.
━Deja de decir estupideces, te estuve llamando desde cinco, ¡Cinco jodidos minutos! No iba esperar a que te animaras a bajar, vístete rápido que debemos salir.
━¿¡Qué!? ¿Salir a━ Él salió, azotando la puerta con fuerza, ni una explicación más salió de su boca. La desalineada castaña suspiró con pesadez, ¿qué estaba pasando? Se acercó a su puerta y verificó. ━¿E-el en serio entró por la fuerza a mi habitación?
Definitivamente estaba tratando con un delincuente en potencia, pensó.
Una vez terminó de procesar todo lo ocurrido en los anteriores diez minutos, Ochako fue a asearse lo más rápido posible, se vistió con lo primero que encontró, pues no sabía exactamente a donde iría o... porqué.
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Accidente. ⌦ᴋᴀᴄᴄʜᴀᴋᴏ
RomantizmPor circunstancias de la vida, Uraraka termina rompiendo la ventana de la habitación de Bakugõ, y para enmendar su error, éste le pide que cumpla un pequeño favor, ella acepta sin saber el infierno en el que se metió.