Capítulo 24: Atando cabos

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Narra Max:
Tico entra en la habitación con una bandeja en cada mano y una en la cabeza.
Tico: Ya llega el desayuno.
Max: ¿Has llegado hasta aquí haciendo malabares? Trae que te ayudo.
Cojo la bandeja de su cabeza y la de una mano.
-Tico: Gracias, bueno esas son nuestras bandejas. Toma la tuya Sebastian.
Le da la que tiene a Sebastian.
-Max: ¿Cuál es la tuya?
Me la señala y se la doy. Nos sentamos en el sillón quedando en frente de Sebastian.
-Tico: ¿Hablabais de algo interesante?
-Max: La verdad es que sí.
-Tico: Pues decidme, y no me miréis tan serios que me empiezo a preocupar.
-Max: El caso es que Sebastian y yo hemos estado hablando. Me ha dicho que no quiere volver a esa casa, que muy seguramente lo terminarían de matar. Para que esa desgracia no ocurra le he ofrecido la posibilidad de que le adoptemos, y él ha accedido completamente. Por supuesto tú tendrías que estar de acuerdo también.
-Tico: A ver... no sé si me veo capaz de cuidar a un niño, con el tema de los estudios y tal. Además apenas le saco... Mirando a Sebastian ¿Cuántos años tenías?
-Sebastian: Trece, hasta finales de febrero.
-Tico: Vuelve a mirarme Cuatro años le saco, no sé si podré o si tiene sentido.
-Max: Pongo mis manos en sus hombros. Tico claro que podrás, porque lo haremos juntos. Y sentido, le sobra sentido, le estamos salvando.
-Sebastian: Tico, sé que no me porté del todo bien contigo, y lo lamento de verdad, pero de veras necesito tu ayuda ahora. No me gustaría... morir siendo tan joven Empieza a llorar.
-Tico: También lagrimea. No Sebastian, aquello ya está olvidado. Yo tampoco quiero que te pase nada... Está bien, haré todo lo que esté en mi mano.
-Sebastian: Gracias, muchas gracias Tico.
-Tico: Ni darlas. Y bueno... supongo que nos tendrás que llamar papás a partir de ahora, para ir acostumbrándonos.
-Sebastian: Supongo, ¿cómo llamaría a cada uno?
-Tico: Creo que a él papá y a mí papi, ¿no?
-Max: Tiene sentido.
-Sebastian: Entiendo... así que papá es el que te...
-Tico: Sonrojado No hace falta que lo digas.
-Sebastian: ¿Pero tengo razón?
-Tico: Sí, pero esas preguntas son algo privadas.
-Sebastian: Lo siento. Por cierto le ruge la barriga creo que tengo hambre.
-Tico: Sí, deberíamos de desayunar.
Desayunamos los tres, dejo las bandejas a un lado.
-Max: Vale, ahora deberíamos planear que vamos a hacer.
-Sebastian: Tú papi tienes que hablar con tus padres y tu hermana, mis padres, osea mis padres los que... bueno ya me entendéis asentimos me van a buscar, así que ellos tienen que estar al tanto por si acaso.
-Max: Estoy cayendo en un problema, tu sangre hace el recorrido desde tu casa hasta la de Tico y luego aquí.
-Sebastian: Eso es cierto, pero a nuestro favor el camino estaba lleno de hierba y tierra que habrá absorbido la sangre, o al menos la tapará. Lo único es la ropa de Sara, tiene mi sangre.
-Tico: ¿Cómo sabes todo eso?
-Sebastian: ¿Es eso importante ahora?
-Tico: Cierto, ya llamo.

Narra Tico:
Cojo mi móvil y marco a mi hermana.
-Sara: Hola Tico, ¿cómo está Sebastian?
-Tico: Está mejorando, y sobre eso quería hablar.
-Sara: Dime.
-Tico: En resumidas cuentas Max y yo vamos a adoptarle. Cómo yo todavía no tengo la mayoría de edad, no podemos hacerlo, tenemos que aguantar hasta el doce sin que Sebastian sea encontrado. Vale, lo que te quería decir es que tienes que hacer algo con tu camiseta, está manchada por su sangre.
-Sara: La quemé hace como veinte minutos, yo también temía que viniese la policía, así que opté por eso.
-Tico: Sí, debería servir.
-Sara: Si necesitáis algo más, tan solo pedídnoslo.
-Tico: Es evidente, pero que no se lo contéis a nadie...
-Sara: Eso sí, es bastante obvio.
-Tico: Aparte de eso... Bueno, que nos sirváis de testigos.
-Sara: No lo dudes, lo haremos.
-Tico: Perfecto entonces.
-Sara: Cualquier cosa me avisas.
-Tico: Por supuesto, un beso, os quiero.
-Sara: Y nosotros a ti, mucha suerte.
-Tico: Igualmente.
Colgamos.
-Tico: Todo en orden.
-Max: Entonces ya está todo. Espera... tú teléfono Sebastian, deberías romperlo o te rastrearán.
-Sebastian: Tampoco le tengo aprecio, no necesito nada que me hayan dado.
Lo tira al suelo con toda la fuerza que le queda, dejándolo hecho añicos.
-Max: Te compraremos uno en cuanto acabe esto.
-Sebastian: No os preocupéis por eso ahora. No se nos ha quedado ningún clavo suelto, ¿no?
Pensamos.
-Tico: ¡Álvaro! Tenemos que contarle a él también.
-Max: Voy a por él, quédate cuidando de Sebastian.
-Tico: Sí.
Max se va.
-Tico: Entonces, ¿seguro que quieres que seamos tus padres?
-Sebastian: Pues claro Tico, con lo poco que hemos hablado ya os he cogido un cariño enorme.
-Tico: De acuerdo, lo haré lo mejor que pueda.
-Sebastian: Tranquilo, entiendo que haya venido de sopetón. Aún tienes que asimilarlo.
-Tico: Más bien me refería a que no sé cómo actuar como un padre, como he dicho tengo solo casi 18 años.
-Sebastian: Sé que lo harás bien, y claro que te equivocarás, todos lo hacemos. Pero de lo que estoy seguro es que serás mejor que los que yo tenía.
-Tico: Que no te quepa ninguna duda de eso. Poco a poco seré el mejor padre junto a Max que hayas podido tener.
-Sebastian: Ese es el espíritu.
Max entra en la habitación con Álvaro a cuestas. Le deja en el suelo
-Álvaro: Espero que haya sido importante dejar a mi equipo abandonado.
-Max: Lo es.
-Álvaro: Mirando a Sebastian. ¿Te encuentras mejor?
-Sebastian: Sí, gracias.
-Tico: Bueno Álvaro, tenemos que contarte algo. Max y yo vamos a adoptar a Sebastian.
-Sebastian: ¿Sabéis que aún no podéis?, eres menor de edad.
-Tico: Por poco tiempo como recordarás.
-Álvaro: Es cierto.
-Tico: El caso es que necesitamos tu ayuda, ¿podrías no hablar de esto con nadie, además de ser testigo?
-Álvaro: Sí, bueno, supongo que puedo ayudar. Y más habiendo vida en juego.
-Tico: Ni siquiera te habíamos dicho...
-Álvaro: Lo sé, pero es algo obvio, un chico llega lesionado a tu casa, le han herido sus padres, él se ha escapado de casa, sus padres estarán enfadados, muy enfadados, pues hijo muere.
-Tico: Dicho así...
-Álvaro: Os ayudaré, ¿necesitáis algo más?
-Max: Pues sí, necesitamos tus grabaciones, y mucha hierba aromática. Ah, y cuando todo acabe, por favor, desconecta las cámaras.
-Álvaro: Sí, perdón, de todas formas no tenía intención de espiaros, por mí ni estarían puestas.
-Max: Al menos han hecho algo bueno.
-Álvaro: Sí, ¿pero las hierbas para qué?
-Max: Para tapar el olor.
-Álvaro: Puedo hacer algo mejor.
-Max: ¿Ah sí?
-Álvaro: Puedo hacer que una avioneta suelte mi fragancia favorita por toda la ciudad, eso debería bastar.
-Max: Sí, debería. ¿Puedes hacerlo ya?
-Álvaro: Enseguida.
Coge su teléfono y sale de la habitación. Vuelve en poco tiempo.
-Álvaro: Listo, empezará en media hora a esparcir. ¿Dará tiempo antes de que empiece la investigación?
-Max: Sí, se suele tardar un tiempo antes de empezarla, preguntar a los familiares, recabar toda la información posible para estar preparados y todo eso.
-Álvaro: Bien, pues cualquier cosa más me decís.
-Max: Sí.
-Álvaro: Pues me vuelvo, con suerte no habremos perdido aún.
-Sebastian: Álvaro, me gustaría darte las gracias por la ayuda.
-Álvaro: No hace falta, es como deberíamos actuar ante una situación así, dar nuestra máxima ayuda.
Se intercambian sonrisas y Álvaro se va.
-Max: ¿Ahora sí que está todo, no?
-Tico: Creo que sí.
-Max: Perfecto.
-Sebastian: Muchas gracias por todo papás.
-Tico: Ni darlas. Ahora te dejaremos descansar.
-Sebastian: La verdad es que ahora mismo no estoy cansado, si os vais al menos me dejaríais un libro o algo?
-Tico: Me puedo quedar contigo si quieres.
-Sebastian: Eso estaría bien.
-Tico: Max tú deberías irte.
-Max: ¿Seguro?
-Tico: Sí, claro. Recuerda que necesitamos comida, ahora tenemos nuestra nevera.
-Max: Es cierto, tenemos que aprovisionarnos. ¿Tú quieres algo Sebastian?
-Sebastian: No es necesario, gracias.
-Max: Vale, tardaré lo menos posible, llamadme si pasa algo.
-Tico: Estaremos en contacto.
-Max: Pues hasta ahora.
Sale de la habitación.
-Sebastian: Yo he respondido a tu pregunta, te quiero como padre. ¿Pero tú me quieres como hijo?
-Tico: No es por ti, es en general, como te he comentado antes no me siento preparado del todo, pero lo voy a intentar.
-Sebastian: La pregunta es si me quieres como hijo.
-Tico: Pienso un poco mientras le miro. Sí, creo que sí.
-Sebastian: Eso está bien, tampoco quiero obligaros.
-Tico: Lo haríamos igualmente.
-Sebastian: Pero no sería lo mismo.
-Tico: Eso es cierto.
-Sebastian: ¿Te puedes acostar conmigo? Tengo algo de frío.
-Tico: Sí, supongo que sí.
Me acuesto a su lado y me tapo igual que él.
-Sebastian: ¿Me abrazas?
-Tico: Claro.
Le abrazo.
-Sebastian: Gracias papi.
-Tico: De nada hijo.
Cierro los ojos.

Narra Max:
Aparco y me bajo del coche. Cojo un carrito y entro al supermercado.
-Max: Cogeré un poco de todo.
Voy por cada pasillo metiendo en el carrito lo que creo que será necesario. Veo el pasillo de bebés.
-Max: Creo que por aquí no río un poco.
Sigo paseando hasta que termino.
-Max: Está que no le cabe ni un alma.
Me dirijo a caja, llego a escuchar la conversación de la cajera.
-Cajera: Qué me cuentas.
-Mujer: Como te lo digo, lo he visto puesto en las farolas y en paredes.
-Cajera: Pues me parece increíble que en el año en el que estamos, siga habiendo robo de niños.
-Mujer: Ese seguro que es un pederasta que viola niños y los maltrata para divertirse ellos.
-Cajera: Es lo más seguro, de verdad me parece súper fuerte.
Dejo de escuchar.
-Max: (Cómo ha corrido tan rápido la voz, ¿carteles? Y cómo pueden deducir de la nada que le han raptado. Actualmente hay casi los mismos casos de eso que de malos padres, pero claro, es más fácil acusar de pedófilo...).
-Cajera: Disculpe, señor, ¡señor!
Salgo de mis pensamientos.
-Max: Ay, si perdón estaba en mis cosas.
-Cajera: A ver si adivino, pensabas en el chaval.
-Max: Mientras pongo la compra en la cinta y ella la pasa. Pues sí, no me puedo creer que haya podido pasar algo así.
-Cajera: Opino lo mismo, pero yo creo que ha sido uno de esos pederastas que hay sueltos, nunca sabes cuándo te puedes encontrar uno.
-Max: Eso es cierto, pero no sé por qué creo que no va por ahí el asunto. Llámame loco pero intuyo que los padres le pegaban o algo y por eso se ha ido.
-Cajera: Pues no lo había pensado pero podría ser. También es verdad que hay algunos padres que es para darle collejas a ellos.
-Max: Hay de todo en esta vida, por suerte y por desgracia.
-Cajera: Tú lo has dicho, por cierto, ¿vas a construir un refugio o qué?
-Max: Suelto una carcajada. No, no, es que mi chico y yo nos hemos mudado, así que me ha mandado hacer la compra.
-Cajera: Vaya, pues míralo por el lado positivo cuando vuelvas igual lo tienes esperándote en la cama, pervertida ya sabes.
-Max: En la cama es bastante probable, pero no para eso.
-Cajera: Vaya, no me digas que no le gusta.
-Max: No es eso, simplemente es su primera vez y tiene algo de miedo por si le puedo hacer daño.
-Cajera: Entiendo... pues son 214'37€. Ya puede ponerla.
Coloco la tarjeta y pongo mi PIN.
-Cajera: Listo, muchas gracias, esperamos verle pronto y suerte con el tema, seguro que lo consigues.
-Max: Sí, gracias (y pensar que Tico es quien más quiere hacerlo).
Recojo mi tarjeta y salgo. Todo está lleno de niebla.
-Max: Antes no... espera, huelo huele como a perfume (parece que el plan de Álvaro va a funcionar).
Voy a mi coche y cargo la compra. Vuelvo a casa, y coloco cada cosa en su sitio. Cuando termino, oigo sonar mi teléfono. Veo que es mi jefe, contesto.
-Max: ¿Sí, jefe?
-Fígaro: Max sé que estás en tus vacaciones pero nos ha surgido un caso de los importantes, y tú eres en el que más confío.
-Max: Pero si aún no he hecho ningún caso...
-Fígaro: Y por eso voy a ponerte a prueba, si lo consigues acabar te ascenderé.
-Max: Está bien.
-Fígaro: Sabía que aceptarías.
-Max: ¿Podría hacerlo con Fernando y Roberto?
-Fígaro: También lo sabía, así que ya les he llamado y vienen de camino.
-Max: Bueno, ¿y de qué se trata?
-Fígaro: Os daré más detalles aquí, pero deberéis encontrar a un niño raptado.
-Max: Impactado A un niño... ¿raptado?
-Fígaro: Sí, supongo que lo habrás visto por la calle, así que debes de venir enseguida.
-Max: De... de acuerdo, ya voy.
Cuelgo.
-Max: Esto no puedo estar pasando, es absurdo. ¿Cómo voy a llevar el caso que yo mismo estoy causando? He de avisar a Tico.
Subo rápidamente al dormitorio y entro. Se despiertan asustados.
-Tico: ¿Max, qué pasa? Me has asustado.
-Max: Y hay razones. Me acaba de llamar mi jefe para asignarme el caso de un niño desaparecido, debo presentarme allí enseguida.
-Tico: Mierda.
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Os recuerdo que podéis dejarme preguntas a los personajes (Tico, Álvaro, Sara, Erika, Nick, Max, y Sebastian) en los comentarios. Se agradece el apoyo que estáis dando a la historia 😄. Un abrazo a todos mis lectores y nos vemos en el próximo capítulo! 👋.

Por ti creo en el amor [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora