Nota: Importante, esta novela es la segunda parte de una novela ya publicada y terminada (Tiempo Perdido) os recomiendo leeros primero la otra historia para poder entender esta y no llevaros ningún spoiler.
No me gustaba ir al médico, pero tampoco hacía un drama de ello, sí tenía que ir iba, pero nunca era un trago agradable. Las salas de espera y las consultas eran unos lugares tremendamente fríos y feos. No los soportaba. Allí dentro nunca pasaban cosas buenas, si te iban a dar una noticia, siempre iba a ser mala y en el caso que fuese buena, primero había tenido que haber una mala. Te podían decir que te habías curado, de cualquier enfermedad que tuvieses, pero para llegar a eso, primero tenías que pasar por lo malo, y dude que en ningún caso compensase.
Mientras estaba sentada en aquella sala de espera miraba a la gente que esperaba intentando imaginar su historia. Era algo que hacía a menudo, en la cola del super, en el metro, andando por la calle, daba igual, me gustaba observar. Pensé que, tal vez, si había una única buena noticia que te podían dar en el médico, que estabas embarazada, pero incluso eso, no siempre iba a ser una buena noticia.
Estaba rodeada de mujeres embarazadas, más de la mitad lo estaban, o por lo menos, lo que yo podía ver a simple vista, y tengo que admitir que eso me dolía. ¿Por qué no podía ser yo una de ellas? Venga, tampoco es que le quitase muchos años a esas mujeres, de hecho podría afirmar que por lo menos, un par, eran mayores que yo. A la par que iba pensando me iba poniendo más y más nerviosa. Llevábamos más de media hora esperando, quería que me llamasen, sabía que iba a ser difícil enfrentarse a la más que probable noticia, pero quería saberlo de una vez por todas e irme a casa a llorar.
- Mimi -me llamó la atención Ana en voz baja- te vas a hacer daño- dijo separándome las dos manos y agarrándome una de ellas. Lo cierto es que sin darme cuenta me estaba haciendo una carnicería en los dedos con mis uñas.
Ana me apretaba fuerte la mano y yo todavía más. Aunque no me lo quisiese decir, ella también estaba nerviosa, aunque al principio era bastante escéptica con el paso de los días se dio cuenta que aquello que decía era real, y creo que precisamente por eso, aquello se había convertido en un tema tabú en casa.
- Míriam Doblas -me llamó por fin una enfermera. Nos levantamos casi al instante, cogimos nuestras cosas y pasamos dentro de la consulta- Ahora viene la doctora -nos informó la enfermera que se fue, cerrando la puerta y nos dejó solas allí dentro.
- Joder -dije- Ahora a esperar aquí dentro.
- Mimi -me dijo Ana- Cálmate.
- No puedo Ana, no puedo -respondí muy nerviosa.
- Buenos días -dijo la doctora entrando en la consulta- ¿Quién es Míriam?
- Yo, soy yo -dije algo torpe.
- Encantada -dijo tendiéndome la mano- ¿Tu eres? -le dijo a Ana.
- Su pareja, Ana.
- Encantada -dijo tendiéndole la mano de la misma forma y con una gran sonrisa. Al menos parecía maja, cosa que me relajo de primeras, pero tampoco mucho.
- He mirado tu historial, pero no hay nada desde 2024, ¿hace 8 años que no vienes? -preguntó algo sorprendida.
- Sí, bueno, es que me mudé a Estados Unidos e iba al médico allí -le expliqué a la doctora- Hace menos de un año que fui por última vez. Si necesitas algo, tengo los informes en casa. Soy un desastre, no he pensado en eso.
- No te preocupes mujer, solo que me ha llamado la atención, ¿estaba todo bien?
- Sí, todo en orden, nunca he tenido nada.
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Recuperando el Tiempo Perdido | WARMI
FanfictionSegunda parte de la novela "Tiempo Perdido". Tras casi 15 años, Mimi y Ana se reencontraron y finalmente decidieron dar el paso, pero no todo será un camino de rosas. Aunque lo más difícil ya lo han hecho, Mimi y Ana tendrán que seguir luchando por...