Salió de su casa cuando escuchó el claxon de un auto y ahí pudo ver a Minho, quien no dudo en abrazarlo fuertemente. No retuvo sus lágrimas, no quería ir, no quería ver esa caja en la que su mejor amigo estaría.
¿Cómo iba a poder soportarlo? Si Christopher había sido todo para él, y el hecho de que jamás pudo decirle lo agradecido que estaba y lo mucho que lo amaba le partía el alma.
— Vamos. —intentó apartar al menor pero no pudo— Oye, tenemos que irnos...
— Es que no quiero... ¿Por qué iríamos a la iglesia? ¿Por qué tendríamos que confiarle el alma de Chris a Dios si él no nos ayudó cuando estábamos en los campos de concentración? —se aferró más al mayor—. ¡No quiero ir!
— Felix... —murmuró intentando convencerlo.
Minho tampoco era creyente, en realidad eso le daba igual, pero sentía la necesidad de ir por Chan, aunque él tampoco era creyente. Tras unos segundos; Suspiró antes de sujetar fuertemente a Felix por los hombros y alejarlo.
— Por favor no me obligues a ir. —dijo mientras lo miraba, su nariz y mejillas estaban rojas y sus pestañas húmedas.
Suspiró silenciosamente, no, no quería obligarlo, no lo haría jamás así que volvió a abrazarlo durante unos segundos, luego fueron al auto para subir a éste y dirigirse a la dirección opuesta.
Felix ya no tenía a nadie, por eso Minho quería estar ahora con él, para que no estuviera solo.El chófer detuvo el auto frente al parque de la ciudad, Minho bajó y después de él lo hizo Felix, y ambos caminaron hasta sentarse en el césped junto a una fuente.
— Háblame de tu madre. —mencionó el mayor después de minutos de silencio. obtuvo la mirada del menor.
Necesitaba distraerlo.
— ¿Mi mamá...? —cruzó sus piernas— Bueno, ella era muy bonita, siempre me daba lo que quería y siempre me protegía... Era muy social, recuerdo que no había día en que la casa no estuviera llena con sus amigas... —miró sus propias manos y comenzó a jugar con sus dedos al llenarse de buenos recuerdos— Ella murió protegiendome, bueno... Intentándolo. —suspiró— Realmente la extraño pero me acostumbré a ya no estar con ella, o cerca de cualquier otra mujer, conviví tanto tiempo con hombres que las mujeres se han vuelto muy irrelevantes para mí.
— ¿Te dan miedo? —mostró una pequeña risa juguetona.
— ¡No...! —rió levemente— Sólo me ponen incómodo, su presencia, no lo sé. —se encogió de hombros y apartó su mirada mientras pensaba unos segundos en su madre— Desde que ella murió, sueño con ese día... La escena se quedó en mi mente como si fuera una repetición... La extraño muchísimo... —bajó su mirada a sus manos, pero antes de que el mayor dijera algo, volvió a hablar— ¿Cómo es la mamá de Chan? —alzó su vista al pelinegro, mirándolo con curiosidad.
Los ojitos de Felix estaban apagados, se veían muy diferentes al comparación de ayer que brillaban con cualquier cosa que veía como niño emocionado. Eso hirió a Minho.
— La conocí en un viaje que hice con Chan hace un año aproximadamente, es muy amable y sonriente, parece como una adolescente, realmente te hace sentir cómodo y en confianza. —respondió antes de tomar la mano del rubio para jugar con ésta en un intento de distraerlo— Quizás algún día puedas conocerla, estoy seguro que ella te conoce.
— ¿Eso crees? Sería lindo conocerla. —sonrió levemente pero eso bastó para que Minho también lo hiciera— Antes pensaba mucho en mi futuro, si algún día podría encontrar a alguien... Pensé mucho en la posibilidad de estar con una chica pero simplemente no podía, no me daba asco, sólo no podría hacerlo. —hizo una pequeña mueca disgustado al recordar todos aquellos pensamientos.
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Chico Raro. ᢁ #minlix. (©) ✓
Fanfiction⋆ 𝐌𝐈𝐍𝐋𝐈𝐗 ╎ Minho no entendía la rara personalidad de Felix y tampoco lo entendía a él hasta que descubrió que el pequeño pecoso provenía del año 1949 y que fue prisionero en los campos de concentración de Hitler. Publicada: 26.O2.2O Finalizada...