♦CAPITULO 23♦

1K 84 27
                                    


—Yo...solo quería leer un poco para no aburrirme—susurre mirando abajo, no es por nada pero Reiji me dio miedo en esos momentos.

—Bueno, en cierta parte me alegra que uses tu tiempo en cosas de calidad—comenta el azabache con elegancia mirándome fijamente.

—¿No es por ser grosera pero que haces aquí? Las clases aun no terminan—dije mirándolo a los ojos, cosa que no fue por mucho tiempo.

—Pedí permiso para faltar unos cuantos días, al parecer Laito no es de mucha ayuda, en vez de ayudarte a curar lo empeora—mire a Reiji sorprendida pero con una leve alegría, acaso él quería...—¿Hmn? No me veas de esa manera, lo hago ya que Yui no se encuentra y tú serás nuestro alimento temporal hasta que ella se recupere.

Anda, que mi alegría se fue al caño...

—Ya-ya veo...

Nos quedamos en silencio unos minutos, cosa que fue muy incómodo.

De repente Reiji me tomo de un brazo y nos tele-transporto a su habitación.

—Toma asiento—me ordena.

Me senté en uno de los sillones sin rechistar, mire hacia enfrente tenía mucho que no venía por aquí, la última vez fue cuando lo drogamos, que tiempos...

—Toma.

—¿Eh?—delante de mí sostenía una taza de té, no otra vez...—gracias pero yo...

—Tómala y bébetelo, no te he preguntado.

Y sin más lo tome pero le daba pequeños sorbos.

—Y dime que hacías leyendo esos libros, si no mal recuerdo esos libros los habían quemado hace tiempo.

—Pues como ya te dije quería leer un poco y me los encontré de casualidad—dije algo insegura, estaba debatiendo si era buena idea de contarle sobre esa mujer.

—Ya veo—se acomoda en el sillón y me vuelve a mirar a los ojos.

Aquella mirada tan fría me recordaba a cierta persona, la causante de mi sufrimiento y el porque me tuve que mudar del país junto a mis padres.

Mientras estaba perdida en mis pensamientos, no me había dado cuenta de lo cerca que estaba Reiji de mí. Me tomo con algo de brusquedad mi rostro con una de sus manos y seguí mirándome fijamente.

—¿Que tanto pensaras mientras me miradas de esa forma? Deja de hacerlo mujer obscena, no es propio de una dama—me suelta.

—¡Oye! no estaba pensando nada de eso—dije mirando hacia otro lado, y en eso una idea se me vino a la cabeza—¿Puedo preguntarte algo Reiji?

—Ya lo hiciste—se vuelve a sentar en uno de los sillones frente mío.

—Que frio...—pensé—. ¿Quién te enseño a ser tan bien portado? Bueno, viendo que eres el único que actúa así, se pensaría que tú eres el mayor de todos tus hermanos.

—Mi madre era una mujer reservada y con buenos modales, ella quería que fuéramos más que perfectos al igual que esa persona. Pero ella siempre le ha prestado atención a ese bueno para nada, ya que él es el primogénito de la familia Sakamaki, vaya pérdida de tiempo.

—¿Pero porque ese afán de que Yui o yo tengamos buenos modales si se podría decir que somos sus presas?

—Je, es muy gracioso que te des cuenta de tu posición, llamándote tú misma presa, pero si serán al menos nuestro alimento mínimo deberían de comportarse como una dama, una mujer sin modales es realmente inaceptable además de molesto.

Diabolik lovers: ♠ La peculiar amiga de Yui ♠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora