♦CAPITULO 24♦

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—No puedo creer que nuestro Rey allá elegido a esa mujer—murmuraban un par de mujeres viendo a los recién casados—. Debió elegir mínimo a alguien de la realeza.

—Oh que mínimo fuese importante—comenta su compañera, riendo levemente mientras cubrían sus rostros con sus abanicos.

Aquella joven albina escuchaba atenta a los comentarios o chismes que murmuraban los invitados de aquel gran salón de fiestas.

Y aunque no le gustaba, tenían razón.

Hace un mes su madre falleció misteriosamente, todos dijeron que fue suicidio pero aquella albina no les creía.

Meses atrás las cosas comenzaron a empeorar en el momento en que contrataron a una nueva dama de compañía para su madre.

Cuando la conoció sintió que algo en ella no estaba bien, pero para no ser grosera con la mujer fue amable y fingió que confiaba en ella.

Ella se encargaría de atender a su madre en todo lo que ella quisiera, pero más que dama de compañía, parecía una persona más del palacio, ya que la reina era una mujer independiente, fuerte y de carácter.

Meses después había rumores de un amorío entre el Rey y aquella dama de compañía, el chisme no tardó en llegar a los oídos de la reina y la princesa, las cuales la Reina quiso investigar y contrato a hombres para que vigilasen a su esposo y aquella mujer mientras ella hacia su deber.

Pero en el momento de que se descubriera fue cuando paso la tragedia.

—Supongo que era de esperarse que nuestro Rey eligiera a alguien de su nivel, al fin y al cabo el no viene de una familia importante. —susurra un duque a su grupo de amigos.

—El solo es el Rey por haberse casado con nuestra Reina, que tragedia...

—Al menos tenemos la esperanza que la heredera, consiga un buen esposo y reine de manera excepcional como su madre.

Ambas mujeres posaron sus miradas una a la otra, aquellos ojos azules de la nueva reina; fríos como el hielo miraban a los ojos color carmesí de la princesa, salidos del mismo infierno.

Desde ese momento sus vidas cambiarían, una para bien y otra...para mal.

No dejes que te encuentre

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No dejes que te encuentre...

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Morgana P.O.V

Desperté lentamente, la luz de la luna se hacía presente en las ventanas del balcón, al parecer me encontraba en mi habitación.

Estaba boca abajo en mi cama pero al querer levantarme un ardor junto con un dolor perseverante inundo gran parte de mi espalda; y es ahí en donde recordé lo ocurrido.

Diabolik lovers: ♠ La peculiar amiga de Yui ♠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora