♦CAPITULO 4♦

1.8K 163 37
                                    

Me encontraba frente al albino de expresión molesta, creo que no debí decirle tsundere al tsundere.

—N-no te pongas así, no lo dije en mal plan com-compañero jeje—hablo tartamudeando.

¡Si esto sigue así mi estómago se va revolver y me dará ganas de vomitar! ¡Todo por la presión e incomodidad del momento!

—¡¿Crees que te voy a...?!—se detuvo cuando escucho como se quejaba mi estómago, haciéndome sonrojar de la vergüenza.

—L-lo siento pero cuando estoy nerviosa me da hambre—dije mirando hacia abajo jugando con mis dedos.

El albino solo relajo un poco su mirada. Tomo mi mochila y saco un paquete pequeño de galletas, tan solo quedaban 3, así que le ofrecí una a Subaru pero se opuso.

—Enserio quiero que la tengas, no sé de qué otra forma podría agradecerte, ya que, eres la primera persona que me defendió...

Subaru pareció pensarlo un poco pero termino por tomar la galleta y se la comió sin decir nada mas.

Me sentí feliz porque era como si aceptara mi agradecimiento.

No me di cuenta que mis lentes aún seguían en el suelo iba a recogerlos pero el albino se me adelanto y me los dio.

—Gracias—musite pero el alcanzo a escuchar y solo asintió mirándome.

En ese momento se iba a ir del lado opuesto de los demás alumnos, no quería quedarme sola y tratar de buscar el salón de Química, así que antes de que se fuera lo tomo del brazo torpemente y este se queda quieto para luego mirarme.

—N-no quiero ser una persona molesta ni nada, p-pero me podrías decir en donde queda e-el salón de Química—lo mire a los ojos—. Te juro que se-será la última vez que te molesto.

Escucho como chasquea la lengua pero me toma del brazo con algo de brusquedad y me lleva escaleras arriba.

Pasamos algunos pasillos, salones y vimos uno que otro alumno hasta que llegamos al salón de Química.

—Muchas gracias Subaru—sonreí mirándolo, sin haberme percatado que aún seguía tomándome del brazo—. Ya puedes soltarme—digo sonrojandome.

Veo como este me suelta rápidamente y voltea a ver hacia otro lado con un pequeño sonrojo.

—Como sea—dice.

—¡Que lindo!—pienso.

En ese momento la puerta del salón se abrió dejando ver a una profesora de mal humor, a pesar de ser algo pequeña de estatura su mirada si daba miedo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En ese momento la puerta del salón se abrió dejando ver a una profesora de mal humor, a pesar de ser algo pequeña de estatura su mirada si daba miedo.

—Ustedes dos, tendrán mucho tiempo en el receso para hacer sus cosas de novios pero en este momento toca mi clase ¡así que adentro!—nos tomó del brazo y nos metió dentro del salón.

Diabolik lovers: ♠ La peculiar amiga de Yui ♠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora