♦CAPITULO 26♦

869 80 4
                                    


—Esta habitación es diferente a la que tengo allá con los Sakamaki— pensé admirando el cuarto, me acomodo mejor en la cama quedando sentada.

—Esta habitación es diferente a la que tengo allá con los Sakamaki— pensé admirando el cuarto, me acomodo mejor en la cama quedando sentada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La lluvia no había parado, hasta creo que empeoro, veía por la ventana del balcón como gruesas gotas chocaban con esta.

No tenía mucho tiempo en este lugar, llegando a la casa de Azusa, este me llevo personalmente a una habitación y me dijo que tomara un baño para que no enfermara.

Hace como diez minutos que acabe de ducharme y cambiarme, no tengo ganas de salir de la habitación; la verdad ya no tenía ganas de nada, es como si mi pila se me agotara y solo quisiera dormir y estar tranquila.

Lo que pase hace rato me ha perturbado y me ha inquietado, primero del ataque de ese vampiro albino, luego descubrir que mi casa estaba quemada...

¿Qué más sigue? ¡Eh!

¿Esto no puede empeorar o sí?

Estaba muy agotada, todo lo que paso hace rato, me ha dejado sin energías.

Poco a poco me fui acomodando en la cama, me pongo en posición fetal mientras agarro una de las almohadas y la abrazo, dejando que el sueño se apoderara de mí...

—Tal vez dormir un poco, me sentara bien...—susurre.

Y después, todo se oscureció...

Me encontraba en un lugar oscuro, pero escuchaba una melodía, una voz bastante linda.

Comencé a seguir aquella voz hasta dirigirme a una puerta iluminada, llegando aquella luz me cegó por segundos.

Al poder ver con más claridad, me di cuenta que estaba en una habitación, de aspecto antiguo, como los que luego se ven en cuentos de princesas y dragones.

Y en frente de mi sentada en un sillón cerca de una chimenea, observe una silueta, más precisos el de una mujer.

Aquella persona seguía cantando esa melodía que me resultaba bastante familiar, lentamente me acerque a ella, hasta quedar menos de dos metros de distancia y paro de cantar.

—Aquel vampiro ya se dio cuenta...—susurro la mujer, yo solo le miraba extrañada—. Ya sé que es lo que quiere hacer, y no podemos evitarlo...

Por alguna extraña razón mi cuerpo empezó a temblar, sentía miedo de aquellas palabras, porque algo en mí, me decía que ella tenía razón.

En eso, siento unos brazos rodearme por atrás de mí, a pesar de su piel fría, se sentía reconfortante y me hacía sentir más tranquila.

Me abrazo poco a poco de manera dulce y cariñosa.

—Tal vez cuando ese momento llegue, sufriremos...—aquella voz masculina se escuchaba triste pero me hacía sentir bien—. Posiblemente perderemos lo que tanto ansiábamos, aquella tranquilidad se ira, pero ten por seguro que no dejaremos que ese caos dure para siempre.

Diabolik lovers: ♠ La peculiar amiga de Yui ♠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora