[02]

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—¡Ya regresamos mamá! — exclamó So Min una vez que la puerta de su hogar fue abierta y se apresuró a entrar al sitio siendo seguida por su hermano mayor y por sus dos compañeros de clases, quienes observaban con detenimiento el lugar, dándose cuenta de que a pesar de que la decoración no era ostentosa, lucía completamente elegante, deteniendo la mirada en un cuadro exageradamente grande en el que estaba la fotografía de la familia Jung.

En la fotografía, el señor y la señora Jung se mantenían tomados de la mano, manteniendo sonrisas suaves, mientras que los hermanos So Min y Hoseok se abrazaban con radiantes sonrisas, dejando así que se percibiera el cariño que esa familia se tenía.

El sonido de unos tacones golpeando de manera delicada el suelo se escuchó, y justo después una mujer de alrededor de cuarenta años se hizo presente llamando completamente la atención, vestía un traje sastre, su cabello rojo al igual que el de sus dos hijos se mantenía atado en una coleta y sus ojos eran protegidos por unos anteojos de marco delgado que permitían apreciar perfectamente su color marrón y el brillo en estos.

—¡Hobi! — exclamó en cuanto su mirada se detuvo en el mayor de sus hijos y sin perder tiempo corrió hasta él abrazándolo con todas sus fuerzas, importándole poco que su traje se arrugara, a lo que Hoseok correspondió soltando una risita en el proceso. — Pensé que estabas bromeando cuando dijiste que volverías temprano — se quejó cruzándose de brazos y su hijo sonrió espléndido.

—Te dije que vendría y sabes que no falto a mi palabra — aseguró y la mujer soltó una risita divertida.

—Mi hijo es un excelente bailarín y estoy orgullosa de eso, si necesitas practicar está bien, pero no te sobrepases — pidió ignorando la presencia de los demás. — Y dile a Jisoo que quiero ser la primera en ver su baile antes de la competencia.

—Se lo diré — prometió y entonces la mirada de la mujer se desvío a los otros tres presentes.

—Hola Somin — saludó con tranquilidad, sin un abrazo, ni una sonrisa o la menor muestra de afecto. Una sensación desagradable se instaló en el pecho de la joven ante el rechazo de su madre, sin embargo, fingió que nada pasaba, la realidad es que estaba acostumbrada y esa clase de conductas no eran nada nuevo tratándose de Jung Shin Hye, la mujer que prefería a cualquier persona antes que a ella, aunque no comprendía el motivo, ¿por qué su madre amaba tanto a Hoseok y a ella solo le ofrecía miradas llenas de desinterés o desagrado? —¡Pero que jovencitos tan guapos! — exclamó refiriéndose a Jimin y Jungkook, quienes sonrieron avergonzados por el cumplido.

—Buenas tardes — Jungkook fue el que se ánimo a hablar al observar que su amigo estaba demasiado avergonzado para hacerlo. — Mi nombre es Jeon Jungkook y él es Park Jimin — presentó y ambos jóvenes hicieron una reverencia en señal de respeto. — Somos compañeros de Somin, y estamos aquí porque tenemos un trabajo en equipo, espero que nuestra presencia no le cause molestias — continuó sosteniendo las correas de su mochila sintiéndose nervioso al darse cuenta de que la mujer pareció mirarlos fijamente escaneando tanto sus facciones como las del pelinaranja.

—No es ninguna molestia, no se preocupen — sonrió con amabilidad y el cuerpo del pelinegro se relajó. —Sientanse como en su casa — dicho esto se acercó al sofá tomando lo que parecía un maletín. — ¡¡Yeji!! — exclamó tomándolos por sorpresa y un golpe se escuchó a muy poca distancia, apareciendo justo después una joven que parecía tener su edad y que sonreía espléndida, su cabello estaba mojado y su uniforme un poco desarreglado, cosa que sorprendió a los invitados un poco más.

—¿Me llamó, señora? — cuestionó para después dirigir su mirada al pelirrojo y sonrió esplendida. — ¿Qué es lo que miran mis ojos?, joven Hoseok, ¿ya le he dicho que usted es tan brillante como el sol? — halagó mirando con adoración al pelirrojo quien sonrió ante tales palabras.

Sodio [Junghope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora