-Y éste fue el experimento que realizó Pávlov para demostrar el condicionamiento clásico. ¿Iris podrías volver a explicarlo para quién no se haya enterado?
-Ehhh... yo...
-Otro día le volveré a preguntar así que tiene que prestar más atención - dijo mientras me miraba fijamente a los ojos, pero duró poco porque en seguida volvió a dirigirse al grupo entero de clase -. Para todos los aquí presentes: las preguntas que hago en clase y la participación influyen en vuestra nota final, tenedlo en cuenta. Dicho esto finalizamos la clase por hoy, pueden salir.
Por fin. Odio los miércoles porque es el día más largo de los días lectivos que tengo y aunque hayan pasado ya unas semanas desde que empezó el curso no me acostumbro del todo a tener las clases mañana y tarde. Miré el reloj, las 20:50. Otra vez el profesor había vuelto a pasarse 20 minutos, y encima tardo una hora en llegar a casa. Además estoy intranquila porque quiero ver cómo estará Sombra, que ha estado solo prácticamente todo el día y es la primera vez que lo está tanto tiempo. Espero que no me haya armado ningún desastre en casa aunque con lo bueno y tranquilo que es, lo veo imposible. Ahora que lo pienso lo cierto es que anoche dormí mal porque no se estuvo quieto ni un momento, estuvo dando vueltas por la habitación y subiéndose y bajándose de mi cama hasta que por fin se quedó dormido a mi lado. Debe estar echando de menos a mis padres, eso debe ser, sobre todo a mi padre que es el que le da de comer comida de la mesa a nuestras espaldas. Debe tener síndrome de abstinencia del pollo en salsa que hace mi padre, seguro, por eso cada vez que le echo la comida para gatos me mira con esa cara de interrogación como esperando otra comida diferente.
Llegué al portal y me puse a buscar las llaves en la mochila, ¿por qué nunca las encuentras cuando más prisa tienes? Me moría de hambre y no había hecho más que pensar en Sombra, que podría haberle pasado algo aunque al fin y al cabo me estaré preocupando demasiado como de costumbre. En fin, debería dejar de darle tantas vueltas a las cosas.
Entré a casa y llamé a Sombra pero éste no acudió a mi llamada. Qué raro pensé, generalmente cuando llego a casa me recibe en la entrada e incluso si tardo demasiado porque estoy buscando las llaves o por cualquier otro motivo empieza a maullar de impaciencia.
-Sombra, ya he llegado ¿Sombra, dónde estás?
Nada. Pasé por el salón y me dirigí al pasillo a paso acelerado. Entré en mi habitación y me encontré los cajones del escritorio abiertos. Qué raro, juraría que los había dejado cerrados. Miré en el interior y vi todo desordenado, como si alguien hubiera intentado buscar algo y no lo hubiera encontrado. Revisé el resto de la habitación y no vi nada más. Luego me dirigí a la habitación de mis padres y a la de mi hermana, ambas parecían intactas. Eso sí, ni rastro de Sombra. Miré en los baños, nada. Me estaba empezando a poner más nerviosa y me fijé en las ventanas a ver si se hubiera caído por alguna de ellas pero todas estaban cerradas.
Volví al salón y cuando iba a dirigirme a la cocina lo vi. Estaba en el suelo tumbado entre el sofá y la mesa y no se apreciaba movimiento alguno. Me agaché rápidamente y lo sacudí con delicadeza.
-Sombra... Sombra... Sombra...
Nada de nada. Cuando lo vi tumbado de esa manera me imaginé lo peor y se estaban a punto de confirmar mis peores sospechas. Me fijé en el vientre a ver si subía y bajaba, puse el dedo debajo de la nariz por si notaba algo pero no había indicio alguno de respiración. En ese momento no pude más y empecé a llorar desconsoladamente. Estuve de rodillas en el suelo un buen rato hasta que al final me quedé dormida en el sofá.
Me desperté sobresaltada de madrugada al sentir algo a mi lado. No logré visualizarlo bien pero ese algo salió por la ventana. Miré donde horas antes me había encontrado a Sombra y... ¡no estaba! ¡No puede ser! ¡Es imposible! ¿Me lo habré soñado? Pero estaba tan segura de que todo había pasado de verdad. Corrí a la ventana abierta del salón aunque aún no había salido el sol y con la luz de las farolas no se veía demasiado me pareció distinguir algo. Por la avenida principal, entre los árboles, se movía con rapidez. ¿Podría ser la misma sombra que había notado días atrás? Sea lo que sea no parecía un animal, pero tampoco una persona. Es imposible para una persona moverse de esa forma. Entonces, ¿qué es? No estoy segura pero trataré de averiguarlo ya que no sé si tiene buenas o malas intenciones pero si tuviera malas intenciones ya me habría hecho daño, ¿no?
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Lo que sé de Lucas
Hayran Kurgu"De repente vi una sombra en el suelo que se movió con mucha rapidez, casi como una estrella fugaz que apenas me dio tiempo a verla." En un mundo como el nuestro nunca imaginamos que pudieran existir criaturas diferentes a nosotros. Pero lo cierto e...