Fearless {TERMINADA}

Fearless - Capítulo 1 -

FEARLESS FUE REGISTRADA EN SAFE CREATIVE EL DÍA 17 DE FEBR DEL 2015.

NO SE PERMITEN ADAPTACIONES.

***

— ¡Alison, el desayuno está listo! — Mamá gritó desde las escaleras. Di un gran suspiro y seguí durmiendo, definitivamente hoy no tenía ni siquiera fuerzas para salir de la cama —. ¡Alison! — Gritó aún más fuerte. Gruñí y me coloqué una de las almohadas blancas sobre mi rostro, tapando mis oídos. ¿Por qué me obligaba a levantarme tan temprano? Lo que era peor, para ir al colegio. Lunes. El fin de semana había durado lo que la paciencia de mi mamá en estos momentos —. ¡Alison! — Esta vez abrió la puerta de mi habitación. No la miré, porque sabía que estaba perdiendo los estribos —. ¡Alison! ¿Es que tienes el sueño pesado de una morsa o qué? — Preguntó, con una voz chillona.

— Ojalá fuera una — murmuré —, o por lo menos un gato. Sí, mejor, un gato. Son lindos, suaves y nunca hacen nada. — Escuché a mi mamá suspirando.

— Puedes reencarnarte en uno cuando mueras, ahora baja a desayunar.

— No tengo hambre…

— Hice waffles — y de repente, como arte me magia, mi estómago comenzó a gruñir.

— Ahora voy — anuncié quitándome la almohada de mi rostro y corriendo las sábanas.

Mamá sonrió triunfante, yo la miré entrecerrando los ojos, sospechando, tratando de averiguar si me mentía, si me había tendido una trampa jugando con mis sentimientos para con la comida. Pero antes de que pudiera decir algo, desapareció por la puerta.

Más valía que no me estuviera mintiendo, porque en cuanto no viera los waffles sobre la mesa me convertiría en el increíble Hulk.

Fui al baño de mi habitación, lo primero que hice fue mirarme al espejo: unas grandes y profundas ojeras se abrían debajo de mis ojos, que eran verdes.

Por milésima vez maldecí el hecho de tener la tez tan blanca, los ojos claros, y el cabello negro, definitivamente parecía que había escapado de alguna película de la Saga de Crepúsculo. Aunque si así hubiera sido, habría hecho todo lo posible por quedarme al lado de Robert Pattinson.

Sacudí la cabeza, siempre me quedaba colgada en las nubes pensando en cualquier cosa menos en lo que tenía que hacer; así que decidí tomarme una ducha, tal vez eso lograra que mi mente no vagara por personas o lugares que nunca conocería.

— ¿Ya dije que odio este uniforme? — Le pregunté a mi mamá, entrando a la cocina. En cuando vi los waffles sobre la mesa corrí hacia ellos y empecé a devorarlos.

— Sí, ya me lo has dicho como millones de veces — me miró y se sentó frente mío —. Alison, come más despacio — ordenó cuando notó que tenía la boca llena y aún quería meter otro pedazo.

Tragué todo.

— Es que es horrible, mira, esta pollera a cuadros rojos y azules… y esta camisa… y esta corbata — saqué la lengua, haciendo un ruido de asco —. Es horrible. — Finalicé.

— Quédate tranquila, cuando seas un gato no tendrás que usar ropa — dijo, tomando su jugo de naranja. Asentí, lentamente.

— Tienes razón — apunté —. Sólo tengo que tener paciencia y esperar a que llegue mi momento… Tarde o temprano seré un gato. — Mamá negó con la cabeza, sonriendo.

— Serás el peor gato del mundo, ni siquiera pasarás tiempo con tus dueños. — Esta vez, negué yo con la cabeza.

— Lo único que quiero es dormir. — Mamá rió.