Capítulo 11

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James dio unos pasos atrás y se fue hacia otra dirección, estaba concentrado en los árboles, en las flores, en todo su alrededor menos en mí. Me pregunté qué había pasado en su cabeza aquellos segundos donde tuvo, notablemente, una lucha interna. Por un momento creí que iba a decirme algo importante o hacer algo, pero tal vez fue todo una sensación mía.

— Alison — llamó James, me di la vuelta —, debemos irnos, otro día podemos volver — comenzó a avanzar sin esperar a que dijera algo. Lo seguí rápidamente antes de que me dejara tirada en el medio de unos cerezos… Aunque no me importaría.

— Prométeme que volveremos — dije, rompiendo el silencio que nos había acompañado durante todo el viaje. Estaba extraño, no había dicho palabra y eso era muy raro en él, la mayoría del tiempo tenía algo que decir, ya sea serio o burlándose de mí.

— Claro — contestó distraído. Iba a preguntarle qué era lo que le pasaba pero justo llegamos a la casa, y había tres caballos en la entrada, todos blancos. Me extrañé al verlos ahí, estaba segura que eran los de Holly, Catherine y Anna, pero ¿qué hacían aquí?

Bajé del caballo y até las riendas rápidamente.

— ¿Qué hacen aquí? — Pregunté a James mientras se dirigía a la casa, no parecía sorprendido. Sabía que esto pasaría.

No contestó.

En cuanto ambos entramos a la casa, Catherine estaba sentada en el sillón con Holly y Anna daba sus típicas vueltas en la sala. En cuanto nos vio entrar, cruzó sus manos sobre el pecho, como si hubiera visto algo que le causara ternura, mientras sonreía.

— Oh, qué lindos verlos juntos — dijo con un pequeño exceso de alegría, acercándose a nosotros. Miré a James extrañada, él solo tenía una mirada neutral, al parecer estaba acostumbrado a todo esto —. Cuando dicen que la historia se repite, hay que creer, ¿saben? — Dicho aquello, dio la vuelta y se paró al lado del sillón. Volví a mirar a James, que parecía que quería matar a Anna con la mirada.

— Hola Anna — saludé sonriendo, tratando de romper el silencio incómodo que se había armado —, Holly, Catherine — Catherine asintió con la cabeza en modo de saludo.

— Hola Alison, James — saludó Holly. James hizo un saludó con la mano —. Siéntate. — Pidió, y yo obedecí. James se quedó parado.

— ¿Qué sucede? — Pregunté, dando pie a lo que fuera que vayan a decirme.

— ¿Cómo van los entrenamientos? — Inquirió Holly mirando a James.

— De seguro van muy bien, ¿cierto, James? — Interrumpió Anna con una risita. James se pusó colorado como tomate. Me fue imposible no sonreír ante semejante acto.

— Ya basta, Anna — dijo Catherine. Anna miró a Catherine con cara de poco amigos, mientras Catherine clavaba los ojos en James —. ¿Y bien? ¿Cómo van?

— Bien — contestó James.

— ¿Y tú? ¿Cómo estás? — Preguntó Holly dirigiéndose a mí.

— Confundida, ¿cómo si no? — Interrumpió nuevamente Anna. Holly la fulminó con la mirada mientras yo pensaba a qué se refería, es decir ya comenzaba a acostumbrarme a este lugar, no estaba tan confundida como antes. ¿A qué se refería, entonces?

Volví a mirar a James, y con todas mis fuerzas deseé que estuviera sentado a mi lado, su presencia me hacía bien, tan bien que no podía explicarlo en palabras.

— Bien, Holly — decidí contestar.

— Me alegro — sonrió —. Estamos aquí para contarte el otro lado de la historia que aún no conoces. — Una luz se prendió en mí y dejé de prestar atención a lo que James hacía para poner todos mis oídos y ojos a lo que Holly estaba a punto de contarme —. Como ya sabes, todo esto viene por tu familia — asentí —, específicamente de tu abuela por parte de tu madre — ladeé la cabeza instintivamente, confundida. ¿Qué tenía que ver mi abuela en todo esto? Además, nunca había llegado a conocerla, mi madre había dicho que había fallecido antes de que naciera —. Ella era uno de nosotros. — Creo que mi mandíbula casi toca el piso al escuchar aquellas palabras —. Tu abuela, Nancy, era bruja, como Anna. — Pero estoy segura que no tan loca como Anna, pensé —. Su sueño fue siempre ser guerrera, y así lo hizo, era una de las más fuertes de todos los Reinos. A pesar de que Nancy se entrenaba duro y todos los días, nunca pensamos que en realidad la necesitaríamos aquí, pues, el lugar era uno tranquilo y pacífico, todos eran felices y nadie tenía de qué quejarse.

Fearless {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora