— Sam… — Murmuré mientras todos comenzaban a retirarse del salón, aunque como a Sam le gustaba perder el tiempo, aún seguía sentada en su lugar, acomodando vaya a saber qué en la mochila.
Levantó la vista y sus ojos se clavaron en el cuaderno que tenía entre mis brazos.
— ¿Qué sucede? — Preguntó, frunciendo el ceño.
Apoyé las rodillas en el piso, quedando así, a la misma altura que el pupitre. Coloqué el cuaderno sobre éste y lo abrí en la hoja donde estaba en misterioso dibujo.
— ¡Qué lindo! — Exclamó Sam, sonriendo —. Aunque, las estrellitas y corazones no quedan muy… ¿a tono? — Me miró. Y al ver que no contestaba, agregó —: ¿Qué sucede?
— ¿No lo hiciste tú? — Sabía perfectamente que era imposible que lo hubiera dibujado ella, pero tal vez, dentro de mí tenía la esperanza de que acabar con este misterio fuera fácil.
— No… — Negó con la cabeza, evidentemente confundida —. Ni siquiera sabía la existencia de éste cuaderno, ¿no es tuyo?
— Sí…
— ¿Entonces no lo dibujaste tú?
— No… — Sam comenzó a reírse.
— Alguien te está jugando una broma, Ali. — Esta vez, negué yo con la cabeza.
— Eso es imposible… Nadie conoce la existencia de éste cuaderno… — Sam apoyó los brazos en el pupitre y se acercó más a mí.
— Ali… Estás muy extraña, tal vez deberías dejar de tomarte todo tan a pecho. Seguramente lo dejaste en algún lado, alguien lo encontró y se le dio por dibujar… — Negué con la cabeza. Esa era la excusa más tonta que había escuchado. ¡Nunca dejaría algo tan valioso para mí en cualquier lado! Además, me daría cuenta si así fuera —. Ali… — Repitió Sam, al ver que estaba a punto de contradecirla —, cálmate. Sólo fue una coincidencia… Ven, vamos — dijo tomando su mochila y levantándose.
La seguí.
Aunque no estaba para nada segura de lo que me había dicho.
— Bien… Tú sigue, no mires hacia atrás, no quiero que mi mamá te vea y te llene la cabeza con esas cosas estúpidas — dijo Sam, mientras nos acercábamos cada vez más a su casa —. Creo que te ha estado afectando el cerebro. Mañana pasaré yo por ti, ¿sí? — Asentí —. Bien, estate preparada temprano, ya sabes que no quiero llegar tarde — volví a asentir.
— Adiós, Sam.
— Hasta más tarde, Ali. — Sam se despidió con un movimiento de mano y entró a su casa.
Seguí caminando, sin mirar atrás, pero un ruido me hizo saltar del susto. Volví mi vista hacia la ventana de la casa de Sam, la Sra. Shay se asomó.
— ¡Ten cuidado, Alison! — Gritó. ¡Esta mujer me iba a volver loca!
— La tendré, Sra. Shay — dije, cortésmente. Y apuré el paso, aún escuchando que la Sra. Shay seguía hablándome.
Sam tenía razón, me había tomado muy en serio lo que su mamá había dicho, y sinceramente, no debería de haberlo hecho. Ya que, ella sólo es vidente por un curso que hizo en Internet. Ni siquiera tiene un don verdadero.
— ¡Te dije que te castigarían! — Chilló mi mamá, yo estaba sentada tranquilamente en el sillón de la sala, mirando televisión, mientras que ella se dedicada a echarme en cara que había estado en detención. ¡Ni que hubiera matado a alguien!
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Fearless {TERMINADA}
FantasyAlison es una adolescente común: tiene una amiga incondicional y un amor imposible. Todo cambia cuando un día comienza a recibir mensajes extraños que la llevan a un lugar desconocido con secretos ocultos, y deberá aprender a ser valiente. **** FEA...