Capítulo 28

2.4K 149 36
                                    

Punto de vista de Serena Mclane

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Punto de vista de Serena Mclane.

Inclino mi cabeza hacia un lado analizando todos y cada uno de los aspectos del hombre frente a mí.

—¿Por qué tengo la sensación de que me estás mintiendo? —le murmuro. Damien suspira ante mi acusación mientras se pone de pie, —No estoy mintiendo. —dice con firmeza.

—Dices la verdad a medias entonces. —le presiono.

Damien pone los ojos en blanco y luego se acerca a mí. Intento dar un paso atrás, pero el brillo travieso en sus ojos me detiene. Trago saliva mientras él da otro paso más cerca de mí.

¿Cuál es exactamente su plan? ¿Seducirme para que deje de interrogarlo?

—Serena. —Damien murmura. Mis labios se separan cuando los suyos carnozos dicen mi nombre, pronunciando perfectamente cada sílaba.

—Damien. —jadeo, sonando muy lejos de lo sensual a como él habló.

Sino más confusa y sin aliento.

Damien no responde, pero coloca una mano en la parte baja de mi espalda, la otra alrededor de mi cintura y me acerca más a él. Por instinto, coloco mi mano sobre su pecho, mis dedos se extienden alrededor. Mientras arrastro mi mano por su pecho, sin saber qué hacer, noto que se tensa.

—¿Damien? —los ojos azules del hombre, una vez penetrantes, se cierran bruscamente y la cara se le arruga levememte en molestia.

—¿Damien? —pregunto de nuevo, ahora preocupada.

¿Acaso dije algo malo para que reaccionara así?

Como no me responde una vez más, lo golpeo en el costado causando que se retuerza y ​​esa expresión de molestia se profundice. Mis cejas se fruncen por su comportamiento extraño mientras sus ojos se abren repentinamente para mirarme de mala manera.

—¿Estás bien? —pregunto pero Damien no responde, solo presiona sus labios en una delgada línea recta. Una vez más, lo golpeo causando que suelte un gruñido de desaprobación. Inclino mi cabeza a un lado mientras una gran sonrisa cruza mi rostro.

—¿Damien Stryker es cosquilloso? —le pregunto con diversión haciendo que entrecierre sus ojos en mi dirección.

—Oh, Dios mío. Lo eres. —digo llena de alegría. Le toqueteo en el costado, lo cual le hace hace estremecerse y alejarse de mí presionando sus labios aún más fuerte, casi volviéndose de un tono rosado oscuro.

¿Está conteniendo la risa?

Los tormentosos ojos azules de Damien ahora brillan más e incluso puedo verlos ligeramente nublados, más llorosos. Esto va a ser divertido. El alejarse de mí lo hizo relajarse pero eso fue solo hasta que yo me acercara aún más a él y prácticamente lo abrazara. Mis manos recorren sus costados y luego retroceden nuevamente mientras su retorcimiento se multiplica por diez.

Damien || Traducida al españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora