Capitulo 8: ¡Renuncio por impulsos!

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—Imbécil, es un maldito imbécil...

Salgo en zancadas del despacho y derramo lágrimas en el pasillo. «¡Es que lo odio!».

Lloro tal vez de ira o quizá porque este imbécil fue la gota que derramó mi vaso. Trato de tranquilizarme. Seco mis lágrimas y pongo mi mejor cara para recibir al público.

Me siento en el mostrador y veo la maldita libreta de notas con los putos corazones. Monto en cólera y rompo el papel en mil pedacitos.

—¿Estás bien, Megan?

—Sí, solo me desahogaba un poco.

—Aja, ya veo...—responde.

«Tengo que hacer algo, o le doy un puñetazo en la cara al ruso y me despiden o me jodo con úlceras».

Abro el navegador y escribo su nombre. Busco imágenes y fotocopio su estúpida cara. Emma me mira algo extrañada.

—Vale, me estas preocupando, Megan.

Sonrío histérica.

—¿Por qué? No tienes por qué hacerlo Emma.

Cojo la copia y la miro con odio. Cojo del lapicero un bolígrafo y hago garabatos en su cara.

—Megan, no estás bien...

—Me llamó puta violinista de mierda... Se va a arrepentir el imbécil.

Veo a su hermana andar por el pasillo. Me ve y se acerca a mí.

—Megan...Quiero hablar contigo en la sala de juntas, ahora.

Camina hacia la sala de juntas. Me tapo la cara con mis manos, «¿Que quieren de mí ahora? No he hecho nada malo... Creo que terminaré emborrachándome todos los viernes y me volveré alcohólica con este trabajo».

Acudo a la llamada de la rusa en la sala de juntas. La veo sentada hablando por el móvil en ruso. Al verme entrar cuelga el móvil.

—Siéntate Megan...

Siento un miedo horrible, más que miedo vergüenza por el estado en el que llegué a su casa. Se levanta y se sirve una copa.

—Me caes bien, Megan... Por eso tú y yo debemos hablar.

«Vale, no entiendo nada».

—¿De qué tendría que hablar con la hermana de mi jefe?

Sonríe.

—Ay mi hermanito... Sabes él es difícil también conmigo, pero ese no es el asunto. —Se sienta—. He visto el roce que tienes con él y te digo algo, Mikhail no les permite ni una grosería a sus empleadas. Joder, eres la primera a la que Mikhail le aguanta tanta grosería. Estas de suerte, quiere decir que algo planea para ti.

Me asusto.

—¿Algo como qué?

—Vete tú a saber... Mi hermanito es una caja de sorpresas y la mayoría no son nada agradables. No lo digo por decirlo, sólo evita tus groserías y sobrevivirás aquí.

Me pongo  negativa.

—Lo intentaré, lo prometo.

—Vamos a ponerlo de esta forma Megan, tú eres solo una recepcionista en una de las sedes de Ivanov Pharmaceuticals, para mi hermano solo eres una empleada más a su servicio. En cambio, él es tu jefe, gracias a él puedes pagar tus gastos, porque déjame serte sincera. Lo que ganas es muy elevado para tu puesto.

Tuya Por Una Noche© Nuevamente en wattpad!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora