Capitulo 11: Mi otra yo esta encantada con la dosis de sexo ruso

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Me mira con deseo, un deseo que me asusta. Se desprende de su ropa quedando en una ajustada y provocadora ropa interior. Veo su cuerpo firme y atlético desnudo. Muerdo mis labios con un odioso deseo dominándome. Siento una sensación extraña en mi vagina, palpitaciones y una humedad inédita que nunca había sentido. «Joder, Megan, no lo mires, solo cierra los ojos y no vuelvas a ver su cuerpo y ya está».

Por unos instantes solo observa mi cuerpo, sin reacción, sin expresión. Me desviste, tengo mucha vergüenza, estoy desnuda frente a mi jefe y me toca de una forma que el muy desgraciado consigue que quiera más. Me separa las piernas y flexionándolas mira que no me he depilado. Me mira mosqueado y comenta:

—Creo que fui claro al decirle que se depilara.

— Se me olvidó, si quieres dejamos esto para después. Me voy.

Me detiene y mirándome con intimido y a la vez con deseo, acerca un frasco. Derrama lubricante sobre mi vagina. Me tenso por completo, más rara no puedo sentirme.

— ¿Qué va hacerme?

—El que no se haya depilado no impide nada, aun así, será mía.

«De nada te sirvió la jugada Megan, de nada». Se pone de pie y se quita su ropa interior liberando su erección y yo ya quiero morirme.

Lo miro y su pene me hace querer y a la vez no querer esto. Me acobardo al ver su tamaño. Esa cosa no cabrá en mí, me hará daño. No quiero terminar partida en dos. Pero tengo que fingir que nada de esto no es nuevo para mí.

Nota mi preocupación y frío pero algo burlón dice:

—¿Por qué esa cara?, Si según usted ya ha pasado por esto.

«Estoy jodida, liada y sé que no dolerá solo un poco, sino que va a doler mucho».

Trago saliva, tira de mis tobillos y me acerca hacia él. Se pone un preservativo mientras que tiemblo sin control del miedo. Coloca mis piernas a sus costados y sus ojos no dejan de mirar mi cuerpo. Se reclina para delante apoyando sus manos en la cama, pensé que sería sutil, pero es todo lo contrario.

Roza su miembro sobre mi clítoris y el placer comienza a dominarme. Me penetra con cierta brusquedad y  arqueo la espalda retorciéndome del dolor.

Siento que todo dentro de mí se expande recibiendo su pene con una odiosa sensación de placer, pero también de dolor.

—¡Es un bruto!

—Ve como no sabe mentir..., está muy estrecha, deliciosamente estrecha

Siento que el imbécil ha quebrado algo en mí. Comienza hacer movimientos de vaivén y yo solo siento un dolor horrible. Estoy siendo penetrada por el hombre que más odio y todo es tan horrible, no quería esto para mi primera vez.

—¿Puede ser menos brusco, por favor? Duele demasiado.

Me mira y solo espero que acceda. Vuelve a penetrarme, pero esta vez lo hace con sutileza y suavidad. El dolor poco a poco va desapareciendo convirtiéndose en placer, uno intenso. No quiero sentir placer por tener su miembro hundiéndose en mí, por sentir su roce, solo quiero sentir asco, pero creo que es cada vez más difícil. Todo lo que temía comienza a suceder, lo disfruto, disfruto mucho.

Escucho sus resoplidos y gruñidos de placer en mi oído y comienzo a querer seguir escuchándolos. Entra y sale de mí con suavidad y una que otra vez lo hace con fuerza. Trato de mantener mis manos inmóviles y mi cuerpo también, pero creo que no voy a poder seguir las instrucciones por mucho tiempo. «Me siento excitada, ¿cómo puedo estar así)?».

Tuya Por Una Noche© Nuevamente en wattpad!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora