Cuando una persona se enamora, intenta que la otra lo vea, pero en este caso, el orgullo es quien se encarga de eso, dando cosas negativas a la historia, hasta haciendo que su amada se vaya con otro hombre, pero, el al ver eso, decidió intentara rec...
Psss, no tengo inspiración para un capitulo pero si para un mini cap o one-shot de la pareja de la historia, y me dije posss ¿porque no publicarla? Asi que ahi va jsjsjsjs. . . . . . . . . . . . .
•●○toque tus pies debajo de la mesa○●• . . . . . . . . . . . . . . . .
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El día seguía junto con el caminar de cierto chico rubio, un ya Katsuki de 22 años caminaba por las calles de Japón en busca de un local de cafe.
Al no encontrarlo a la primera, se designó a revisar la dirección en su celular, y al parecer no estaba tan lejos de aquel lugar.
Suspiro, rasco su nuca y prosiguió a caminar.
Paso que daba, más cerca se encontraba.
Mientras un cierto palpitar aceleraba la respiración del cenizo.
---- ¿Que era esto? ---- se pregunto a si mismo.
Y creo que la respuetsa era temor.
Temoe era la palabra correcta para describir como se sentía mientras mas se acercaba a aquel lugar.
Pero no solo eso, estaba nervioso, feliz, asustado, con un nudo en la garganta, que se hacia mas grande al acercarse a aquel local.
Provocando y que su estomago se revolviera un poco.
Pero ¿porque este chico explosivo se encontraba en esas ciertas sircunstancias? Sencillo, volvería a ver a su mejor amiga ya después de 4 años de graduarse en la preparatoria.
Pero este no solo la veía como una amiga.
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Ya al estar a 5 centímetros de la puerta de aquel lugar, con la mano alzada para tomar la perilla, trago saliva y se dispuso a entrar.
En cuestión de segundos su nariz fue envuelta en una combinación de olores.
Chocolate, café, vainilla y pasteles, todo eso logro distinguir de aquel local.
Aunque a este chico o debo decir adulto, no le gustaba mucho aquellos alimentos, no pudo negar que eran olores aceptables para aquella época.
Cerró la puerta y se dispuso a encontrar a su acompañante del día.
Pero su cometido resulto fallido, pues dio varias vueltas al lugar y no la encontró.
Preocupado, decidió revisar el reloj de su celular, y ahi pudo notar que aun faltaban unos 40 minutos para su reencuentro. Razón por la cual aun no llegaban
Pidió un café y se sentó en una de las mesas que estaban cerca de la entrada para asi poder ver cuando llegara su amiga.
