¡Tu solo eres mia y de nadie mas! (Kastuki x Lectora)

El trato, comienzo del festival deportivo.

El día se acercaba sin más preámbulo, mientras nuestros protagonistas se preparaban para ello. Hora tras hora de haber entrenado deciden tomar un suspiro para poder proseguir sin ninguna lesión.

- ¿Quieren seguir o le continuamos mañana? - pregunta la castaña a sus acompañantes del día.

- Creo que fue suficiente por hoy - responde con cansancio.

- ¡Tan rápido te rindes pelopincho! - grita con rencor. - ¡Yo aún le seguiré! -

- Está bien querer entrenar Katsuki, pero si le exijes demasiado a tu cuerpo este saldrá lastimado - detiene el andar del cenizo.

- Tiene razón bro - añade el pelirrojo.

El cenizo solo dió un chasquido y avanzó a la zona de entrenamiento para seguir con el dicho entrenamiento.

- Bien, supongo que sí se va a quedar un tiempo más - hablo la baja.

- ¿Quieres que te acompañe a tu casa? - preguntó.

- Claro... -

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El aire estaba tenso entre los dos, puesto a qué no estaban acostumbrados a estar solos, sin mirarse y sin tener tema de conversación caminaban en dirección a la casa de la castaña.

- Entonces.... - hablo Kirishima - ¿Que crees que pase en el festival deportivo? - terminó la pregunta con un tono nervioso. Pero este seguía sin mirarla.

- No lo sé, supongo que algo emocionante - dió una risa nerviosa y el silencio continuo.

Entonces el pelirrojo pensó en dar un paso en la conexión de él y la castaña.

Con temor intento tomar la mano de la chica, pero por el miedo a que ella lo evitará o simplemente no quisiera tomar su mano, no lo lograba, se podía decir que incluso su mano temblaba, hasta que la chica se percató de lo que esté intentaba hacer y le dió iniciativa, logrando y que se tomaran de las manos.

Pero con un color rojizo marcado en sus rostros.

- bien.... Ya llegamos - con cuidado suelta la mano del ojirojo para entrar a su casa. - B-bueno, gracias por traerme - logro completar ciertas palabras sin tartamudear.

- No hay de que - rasca su nuca con nervios.

- B-bueno, supongo que ya entraré, cuídate - antes de dar vuelta para entrar fue detenida por el agarre de su amigo. Lo cual la dejo un tanto sorprendida.

- ¿Que pasa Eijiro? -

- discúlpame si no te llega a gustar -

- no gusta- fue interrumpida por un beso en la mejilla por parte del pelirrojo.

Este con la cara con la tonalidad de su cabello salió corriendo de dicho lugar para no causar problemas.

Mientras tanto la ojimiel se quedó un tanto atónita, ya que no esperaba eso por parte de Eijiro.

Con la mano en su mejilla entra a su casa con cierto sonrojo.

Pero no se percató de la presencia de un cierto rubio, que vio dicha escena.

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El día llegó sin previo aviso, y nuestra protagonista se sentía un tanto mal por los pensamientos que traía, pues después de aquel beso en la mejilla recibido por el pelirrojo no sabía cómo actuar ante su presencia.

- ¿Enserio paso eso? - pregunto la rosada al enterarse de lo sucedido.

- ¿Y que hay con Bakugo? - pregunta la de los conectores en voz baja.