Almas Gemelas

CAPITULO 7 (MARATON)

"Me enfrento al miedo, para vivir un final feliz"

¿Alguna vez has tenido la sensación de que los días van transcurriendo más deprisa que los anteriores? A medida qué pasa el tiempo parece pasar con mayor rapidez y nos encontramos sorprendidos ante aquello

El mes que el consejo me había dado para prepararme y despedirme de mis seres queridos había pasado tan rápido que ni siquiera me había fijado que ya era hora de marcharme, agradecía un sin fin el hecho de que hubieran aceptado que Ari fuera conmigo, hubiera querido que Luke nos acompañara pero él y su negatividad acerca de que aquí pertenecía lo volvía todo más tedioso

—¡¡Luba cariño!! ¡¡Ya es hora de irno, baja rápido!! — los gritos de mi madre me sobresaltan un poco; recojo mi cartera e introduzco mi teléfono y me dispongo a bajar. De mis maletas y pertenecías ya se habían encargado unas horas antes, pues ellas por supuesto viajarían independientemente de mi al igual que las de Ari, pues la verdad es que eran muchas cosas, pues no pasaremos un fin de semana o meses serían tres años, los cuales no sabía si quería que pasaran como este mes o si quería que cada día fueran los más lento posibles

Cuando ya estuve por fin en el último escalón de las escaleras me fijé en todos los presentes, mis padres, mis dos hermanas, el esposo de mi hermana Nastia, Ama y algunos empleados más, no quería llorar pero ellos no me lo estaban haciendo fácil, la primera en llegar a mi y darme un fuerte abrazo fue mi madre, me abrazo como nunca y me pidió encarecidamente que volviera, se alejó de mi y pude ver su rostro empapado de lágrimas, pase mi dorso por estas y se las limpie le pedí que no llorara y le dije que yo también la extrañaría mucho; El siguiente fue mi padre, este igual que mi madre también me abrazo, este fue muy cálido y acogedor, como todo el, también me dijo que me iba a extrañar y me pido que por favor no viera ese lugar como una salida, no entendí lo que me quiso decir así que solo lo abracé más fuerte para grabarlo en mi memoria

Y así me despedí de todos, mi hermana Amaranta como siempre con su semblante sombrío me dijo que me cuidara, por su parte Nastia me pidió que disfrutara lo que más pudiera, mientras que cuando fue el turno de despedirme de Ama me entregó una carta, la cual me pidió que leyera cuando ya estuviera en mi destino final, le hice caso y la guardé en mi bolsillo trasero

Me metí en el carro junto a mi mamá, papá y el chofer a la vez que me despedía de todos por la ventana; sentía que algo faltaba, no sabía que era hasta que lo vi, a Luke, venía corriendo detrás del carro a la vez que alzaba su brazo tratando de que con este gesto el carro se detuviera; no me tomo mucho pedirle a Jorge lo detuviera, una vez lo hizo me baje y corrí en su dirección cuando estuvimos frente a frente tratando de recuperar el oxígeno perdido me abrazo, metió su cabeza en el hueco de mi cuello y hombro mientras sus brazos apretaban mi cintura, no demoré en devolverle al abrazo, me sería muy difícil no poder verlo durante estos tres años

Nos alejamos cuando ya sentimos que era el momento de dejarnos ir, el esperaría el tiempo necesario para conocer a su alma gemela, mientras yo iría a conocer el mundo y ser libre. Ambos teníamos nuestros caminos y ellos no se cruzarían, ese era nuestro destino y nadie lo iba a cambiar

—Te extrañare Luba— me dijo a la vez que tomaba mi mano

—Y yo a ti Luke— le dije mirando nuestras manos entre lazadas

Esa fue la última vez que lo vi, y por primera vez, supe que el semblante triste de su rostro era producido por mi. Así que no dijimos nada, preferimos callar y vernos sonreír, porque ambos sabíamos que si decíamos algo acabaríamos llorando

Después de eso nos despedimos, el se quedó hay de pies mientras yo volvía al auto rumbo al lugar donde aún no sabía si sería mi verdadero hogar. Me apoye en el espejo de la ventana y cerré mis ojos, me dispuse a dormir mientras llegábamos a nuestro primer destino: La mansión del consejo
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