Capitulo 11

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"Éramos una sola energía pura"

~No podía ser cierto lo que estaba viendo. Me tomo un tiempo procesar lo que estaba pasando. Esto debía ser una ilusión o hasta una broma, si, debía ser una broma, por ser la nueva y todas esas cosas. Aiden no podía ser mi alma gemela ¿o si?.

Busque en su mirada algo que me dijera que todo esto no era verdad sino una broma, pero su semblante era tan serio que no demostraba que estuviera mintiendo.

¡Mierda!

Mire en todas las direcciones y vi que la multitud cada vez era mayor, así que sin detenerme a pensarlo lo tome de la mano y lo jale como el me había jalado momentos antes.

Su cuerpo se movió con el mio, al parecer también estaba un poco desorientado porque no se quejo ante mi repentino acto.

Nos detuvimos en un pasillo lejos del área de los salones, por mi parte no sabia donde me encontraba pero era lo que menos me importaba en estos momentos.

Aiden volvió a retomar su expresión seria y autoritaria, miro muestras manos entrelazadas y en un brusco movimiento las separo. Una opresión se formo en mi estomago pero le reste importancia.

—¡¿Me puedes explicar como tienes la misma marca que yo?!—le exigi en un grito lleno de desesperación—Siempre me han contado que estas marcas salen cuando cumplimos los 18 años, y que yo sepa todavía no los he cumplido pero..—No pude terminar la frase, lo mire fijamente y el termino por mi

—Pero yo si—¡oh por Zeus! que es esto.

Me lleve las mano a la cara y me la frote en un gesto de frustración, esto no podía ser cierto, ¿como?. Si precisamente me viene a este lugar para evitar esto. Me aleje de las personas que mas quiero para poder ser libre de este vinculo y poder separarme de mi alma gemela y ¿me la encuentro aquí? ¿de esta manera? ¿era un castigo? era lo único en lo que podía pensar.

—No puedes decirle de esto a nadie— Aiden se acercó tanto a mi que pude sentir su respiración en mi cara. Su tono de voz fue bajo pero firme. Sus palabras me las tomé más como una amenaza que como una sugerencia. Y como no podía faltar, realice la pregunta más estupida de mi vida.

—¿Porque?— Mi voz a diferencia de la suya salió en un susurro. Aiden cambio su expresión de seriedad y la sustituye por una sonrisa de incredulidad.

—¿En serio me preguntas eso? — Me dijo con una fingida sorpresa—No sabes que si se enteran que ya encontré a mi alma gemela nos obligarán a vivir juntos y déjame decirte que lo que menos quiero es convivir con una niñita como tú— Aiden soltó todo tan derrepente que me quede estupefacta por un instante y pestañeé repetidas veces hasta que procesé todo lo que había dicho.

Aiden se separo de mi devolviéndome mi espacio personal, dejándome por fin respirar y soltar todo lo que no sabía que estaba reteniendo.

—No te preocupes por eso, no tenía pensado decirle a nadie. Yo tampoco quiero compartir el resto de mi vida con una persona como tú y también tengo mejores cosas que hacer que dedicarme a darte de comer y planchar tus camisas— Le dije mirándolo fijamente y con un notable fastidio en mi voz pero por su parte Aiden ensanchó su sonrisa.

—Repetitelo hasta que te lo creas. Se sincera y ponte de acuerdo con tu mirada—Dijo a la vez que me regalaba una sonrisa torcida y llena de suficiencia. Aiden señaló mi corazón con su dedo índice y prosiguió— Tu sabes que en el fondo no te puedes resistir a mi porque estamos destinados a estar juntos, solo que yo soy la excepción y no quiero estar contigo—Finalizó

No sé si lo que sentía en estos momentos era ira, rabia, impotencia o que carajos, pero lo que sí sabía y estaba consciente era del cambio tan repentino de mi acelerado corazón, la sangre se me estaba subiendo a la cara y en estos momentos la debía de tener roja. Ahora fui yo la que me acerque a él tanto que nuestros zapatos se tocaron. Me tocó alzar la cabeza para poder mirarlo a los ojos.

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora