"¡No puedo creer que no se hayan dado cuenta! ¡Ambos se corresponden, eso se ve a kilómetros!"
Grité con furia una vez caí en cuenta de que mis sospechas sobre ese par eran ciertas.
¿Por qué y cómo demonios se podía ser tan imbécil como para no darse cuenta de que alguien te corresponde? Bien dicen que para bruto no se estudia.
En fin, y ustedes se preguntarán ¿Cómo te diste cuenta que Marth y Ike estaban más que enamorados uno del otro? Muy fácil.
Llevo interactuando con ellos casi ya tres años, y aunque no los conozco a la perfección, puedo saber en la mayoría de las ocasiones qué les ocurre. Y bueno, esta vez no fue la excepción. Notaba que ambos habían comenzado a estar más tiempo juntos, y en principio no me parecía extraño. Es decir, son amigos, muchos de éstos son cariñosos al punto de parecer pareja.
Pero luego, supe que de alguna manera ellos sentían algo más que aquel sentimiento de amistad.
Para serles sincero, soy muy bueno escuchando, así que, mientras formulaba mis propias teorías esperé a que cualquiera de los dos me confesara algo que pudiese reforzar una de mis tantas ideas.
No fue hasta que una tarde, Marth me pidió que viniera a su cuarto, pues quería decirme algo muy importante. ¡Bingo! Pensé; sabía que debía tener relación con alguna de mis especulaciones. Así pues, me dirigí hacía la habitación del príncipe.
Lo primero que me dijo (y en lo cual perdió más tiempo) fue que era homosexual y por ende sentía atracción hacía los chicos. A mí en lo personal me pareció de lo más normal y hasta un poco innecesario. Es decir, ¿Por qué las personas con alguna otra orientación sexual están obligadas a sentir el miedo a ser rechazados, odiados y demás barbaridades? ¿Por qué los heterosexuales no salen del closet? Pero en fin.
Traté de calmarlo para que siguiera hablando, pues sabía que no me había llamado sólo para decirme eso. Fue ahí donde me dijo lo que tal vez quería escuchar y cito «Verás... es que realmente no sé cómo decirte esto... ¡Me gusta Ike! ¡Me encanta! Aún si no es el más pulcro o el más ordenado... me gusta muchísimo. Pero sé que tal vez no le gusten los chicos, hay muchas mujeres hermosas en este lugar y, a decir verdad, no puedo luchar en ese aspecto con ninguna de ellas.»
De alguna forma u otra, quizá por la manera en que lo dijo o las palabras que utilizó, casi inmediatamente quise ayudarlo. Sabía que Ike le correspondía. Digo, era más que obvio. Aquel mercenario era más que sólo atento con él y cuando eran equipo en los combates, intentaba que sus contrincantes no le provocaran ni el más mínimo daño.
Aunque entendía de cierto modo a Marth. Lo invadía la inseguridad de tener que confesársele a Ike, y junto a esto también estaba el miedo a no ser aceptado por los demás y dar término a su tan bonita amistad.
—Hey, Marth, no seas tan negativo ¿Sí? Mira, te ayudaré en todo lo que pueda. Le preguntaré algunas cosas a Ike, y en el caso de que haya un pequeño atisbo de que le gustes, te aviso ¿Está bien? —En ese preciso momento, sus grandes y brillantes orbes azules se iluminaron cuan estrella entre la inmensa noche.
Desde aquella tarde, casi dos días después, Ike me llamó para lo mismo. Me habló sobre su orientación sexual, sus sentimientos hacia Marth y todo ese merequetengue completamente innecesario si no fuese por lo retrógrada y discriminatoria que es nuestra sociedad.
¿Recuerdan que le prometí a Marth avisarle sobre los sentimientos de Ike en caso de que mis sospechas fuesen ciertas? ¡Pues qué creen! SE ME OLVIDÓ DECÍRSELO.
Pero, tengo una buena razón por la cual no se lo dije. La semana de torneos para reacomodar la Tier list, se adelantó un mes antes de lo previsto. Así que todos estábamos ocupados entrenando para obtener una mejor tier en esa ocasión.
Y como ustedes sabrán, todo esto acarreó que no tuviera nada más en mente que entrenar para no bajar de puesto. Los ratos libres que teníamos, al menos yo, me la pasaba escuchando a Marth horas y horas sobre lo perfecto que era Ike y en algunas otras ocasiones estaba con Ike también escuchando todo lo que opinaba de Marth. Que si era muy lindo, que si era muy tierno, que si luchaba muy bien etcétera etcétera.
Así que en efecto, parte de mi hastío fue provocado por mi propia culpa. ¡Pero es que no podía ser cierto! ¡Una vez terminados los combates ambos seguían igual de apegados el uno con el otro! ¡Incluso más! Pero bueno, quizá su inseguridad los cegaba al punto de no ver lo obvio.
De todas maneras, con el único propósito de que ese par fuese feliz como la pareja que merecían ser, decidí ayudarlos.
Y sí, soy como una especie de Cupido, pero bueno. Lo único que quiero es que sean felices y que cuando tengan niños puedan contar una bonita historia de amor.
Vaya, que cursi acabo de sonar.
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Idiotas Enamorados
RomanceLa historia está ambientada después de los acontecimientos ocurridos en Brawl. Por ende, únicamente harán aparición aquellos personajes incluidos en esta entrega. Meta Knight ha notado que últimamente sus dos mejores amigos y sobretodo compañeros en...