Idiotas Enamorados

Discusión

Desde el instante en que me desperté, sentí un muy mal presentimiento. No sé por qué, pero presentía que algo malo iba a suceder. Y cómo no. El martes, justo un día antes de aquel puente tan largo terminara, la princesa Peach me había invitado a asistir a una "charla", en la cual nos compartiría algunos asuntos "importantes" que deseaba resolver con nosotros y llegar a un acuerdo. Lo cual no me parecería raro si no fuese porque no invitó a varios luchadores.

Y no me refiero a los pequeños, me refiero a que compañeros como Marth o Pit no estaban invitados. Quizá porque no eran de su agrado y simplemente quería mantener distancia con ellos pero... ¿Por qué me invitó a mí? ¿Qué sentido tenía?

En lo personal, como ya les había comentado, Peach no me agrada en lo absoluto. Desde que ingresé a Smash me pude percatar de lo desagradable que era como persona. En fin, tuve que aprender a soportarla y convivir con ella, justo como otros de mis compañeros lo hacían. Había algunos a los que sí les caía bien, y en su mayoría eran hombres (aunque de por sí, no hay muchas féminas). Supongo que muchos ya supondrán el por qué.

¡Digo! No niego que Peach sea hermosa y tenga muy bonitos rasgos. Pero creo que la belleza exterior que posee, debería ser la misma en cuanto a su belleza interior se tratara. Yo me ahorro mis comentarios hacia ella y me quedo callado. No quiero terminar en un conflicto verbal que al final ella saldrá vencedera sólo porque otros se meten a defenderla.

Pero bueno. Los jueves eran días tranquilos, sin embargo, hoy la mayoría se encontraba entrenando como si fuesen a morir ese mismísimo día y debían aprovecharlo al máximo. ¿Qué estaba ocurriendo en la mansión?

Dirigí la mirada hacía uno de los tantos campos de entrenamiento que había en la mansión. Justo ahí, se encontraban entrenando una de las parejas más recientes. Snake y Samus. Suspiré pensando en lo apoyados que fueron con su relación. Estaba seguro que pocos serían los que apoyarían de la misma forma a Marth y a Ike.

— ¡Hey Meta! ¡Meta Knight, despierta! —Exclamó mi ahora compañero de entrenamiento, Kirby. — ¿Estás bien? Te veo MUY distraído. ¿Qué tanto ves, eh?

— ¿Ah? No, nada... sólo que me quedé pensando sobre la "charla" que Peach va a hacer y me invitó. ¿Ya te había contado, no?

— Sí, ya me lo dijiste. Qué raro que no haya invitado a todos como siempre ¿De qué irá a hablar esta vez?

— No sé, pero seguramente de una estupidez. Como la otra vez que nos convocó para reclamar como suyo el tendedero al que le daba más el sol... Ahora que lo dices, a ti tampoco te invitó ¿Verdad?

— Sí... bueno a mí no es como si me interesara mucho ir a esas pláticas. Y menos cuando ella está hablando. No me gusta su voz, se me hace muy...

— ¿Aguda?

— ¡Sí! y aparte siempre hace esos ademanes todos raros y de niña fresa. Bueno, ahí me cuentas lo que pase en la dichosa "charla". —Sonreí un poco ante aquellos vocablos, sin embargo, seguí con la mirada perdida.

— No quiero seguir entrenando... —Mis palabras sorprendieron tanto a Kirby que casi se cae de la banca en donde nos encontrábamos descansando.

— ¡¿Lo dices en serio?! ¡Pero si apenas llevamos dos horas y media entrenando!

— No me siento muy bien... además tengo un mal presentimiento en cuanto a lo de la plática esa.

— ¿Mal presentimiento? ¿Y cómo de qué es ese mal presentimiento? —Preguntó curioso mientras se acercaba un poco más hacia mí con el único propósito de escucharme claramente y hasta quizá de que no levantara la voz para que alguien ajeno a nosotros escuchara.