Era mi primer día como Cupido de ese par, y a decir verdad había iniciado bastante bien. Una vez me levanté, ordené la cama como de costumbre.
Tengo algo muy raro con el orden, y es que me encanta verlo. Es como si una parte de mi me obligara a ser así. Incluso con el dinero que tenía ahorrado. Pero en fin. Me coloqué mi armadura metálica junto con la máscara que tanto me caracteriza y salí en busca de Ike.
El reloj marcaba las 7 de la mañana, y por ende los pasillos de la mansión permanecían en un hermoso silencio aparentando ser perpetuo, acompañado del rítmico ruido que producía aquel aparato.
—Ojalá y siempre estuviese así. —Murmuré a lo bajo, caminando tranquilamente entre las habitaciones de mis compañeros. Aún no puedo llamar "amigos" a muchos de ellos. No conocen tanto sobre mí ni yo conozco sobre ellos. A mi parecer, la palabra "amigo" es muy fuerte, y sólo pocas personas pueden hacerse llamar por ese adjetivo.
En fin, una vez llegué a la habitación del mercenario, abrí la puerta que nunca estaba cerrada. No era culpa de la estupidez de mi amigo, más bien era culpa de la propia puerta. Sí, la cerradura estaba mal puesta, por lo que la puerta podía cerrarse únicamente desde afuera. Así que debíamos tener mucho cuidado de no cerrarla por completo... y sobre todo Ike, que se ha quedado encerrado en incontables ocasiones.
Era toda una travesía encontrar la llave de aquella habitación, pues en el lugar donde Master Hand las depositaba habían muchísimas otras. Nos pasábamos más de tres horas descartando llaves para rescatar al mercenario. De hecho, no fue en los eventos del Emisario Subespacial donde comencé a llevarme bien con él, sino, fue en estas ocasiones donde realmente nos hicimos buenos amigos. Por lo general éramos Mario y yo quiénes lo "liberábamos de su encierro".
A veces el aire era el culpable y otras tantas los más pequeños de la mansión. Ya saben, los chamacos son muy traviesos. Pero tampoco es bueno que disfruten de la desesperación de Ike al estar encerrado.
Creo que ya me desvié demasiado de la narración principal. Disculpen ustedes.
—Ike, despierta amigo. Hoy tenemos que iniciar con "el plan". —Permítanme explicarles. El día de ayer tanto Ike como Marth (individualmente claro está) habíamos creado un plan para que ambos se enamorasen de una manera tranquila y sutil, evitando lo forzado.
El propósito de esto era que se enamoraran cada vez más y finalmente pudiesen expresar sus sentimientos el uno al otro sin que les importe lo que otros piensen. Es difícil pero no imposible.
En el caso de Ike, la primera parte del plan consistía en decirle ciertas palabras a Marth. Más específicamente, las que utilizaba para describirlo cuando platicaba conmigo, pero obviamente con un tono más suave y "varonil", como el príncipe describe la voz del flojo al que estoy intentando levantar.
Todo esto se llevaría a cabo durante el desayuno tomando la forma de una conversación normal. ¡Y lo era! pero obviamente Ike debía sacar lo más sutil de sí mismo... y espero que lo haga o lo mataré, nadie tiene el derecho de arruinar mi planes a excepción de Kirby.
Por lo general, acostumbramos a sentarnos los tres en una mesa e invitamos Kirby cuando no está papaloteando con Mario y compañía. En esta ocasión, les dejaré la mesa para ellos dos solos, de modo que puedan conversar a gusto y Ike pueda darle señales a Marth de que le corresponde. Será un proceso lento pero seguro ¡Yo lo sé!
— ¡IKE COÑO DE LA MADRE DESPIERTA! —Grité arduamente mientras lo jalaba del cabello. ¡Y ni así! No podía creerlo. — ¡IKE, TE DESPIERTAS EN ESTE PRECISO MOMENTO, O HARÉ TODO LO POSIBLE PARA QUE MASTER HAND TE PROHIBA COMER CARNE POR TODO LO QUE RESTA DEL AÑO! —De pronto, como si de un milagro se tratase, el mercenario despertó con presteza, mirándome.

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Idiotas Enamorados
RomanceLa historia está ambientada después de los acontecimientos ocurridos en Brawl. Por ende, únicamente harán aparición aquellos personajes incluidos en esta entrega. Meta Knight ha notado que últimamente sus dos mejores amigos y sobretodo compañeros en...