Taehyung abrió los ojos en la realidad, tuvo ganas de llorar hasta que, mirando el techo blanco de la habitación un rato, encontró una telaraña con su dueña en el rincón e hizo una mueca.
Se sentó en la cama, pensando en buscar algo para matar al bicho, pero la sensación en su pierna le recordó de su yeso.
Pensó que tendría que dejar a la araña viva hasta que Jungkook regresara.
Esa idea lo hizo levantarse, tomando sus muletas, avanzó hacia la cocina, pensando en hacer té tranquilamente, acompañarlos con tostadas y mermelada.
—Buenas tardes, bebé —el tono amoroso de Jungkook, desde el sillón de la sala arruinó todos sus planes de rutina.
Miró el reloj en la pared, que marcaba las 7:33 p.m
JungKook había regresado hacía una hora y media. Taehyung miró la taza sobre la mesa ratona, suspiró.
—Gracias por despertarme para tener nuestra merienda de pareja, Jeon Jungkook —murmuro entre dientes.
Jungkook rodó los ojos.
—Te ves muy lindo dormido, Taehyung —dijo—, no puedo despertarte, eres como un leoncito.
Taehyung lo miró, frunciendo el ceño.
—Un leoncito molesto —añadió Jungkook, con una sonrisa.
Taehyung rodó los ojos y se dirigió a la cocina para hacerce té, sin importarle mucho al hecho de que en unas dos horas Jungkook ya habría preparado la cena y lo iba a regañar por no comer.
Jungkook se apoyó en la barra que separaba la cocina de la sala, mirando al pelinegro echar unas ramitas de canela en un olla y azúcar, para luego llenarla con agua caliente.
—Taehyung —Jungkook cantó su nombre, con una sonrisa brillante en su rostro.
El pelinegro lo miró de reojo sin decir nada.
Jungkook ladeó su cabeza con una sonrisa adorable, sus mejillas abultadas bajo sus ojos y Taehyung pensó en lo lindo que sería apretarlas.
—Adivina qué pelirrojo me dejó acampar en un mirador de estrellas —dijo el castaño.
Taehyung se encogió de hombros.
—No lo sé, Jungkook.
Vió el ceño fruncido de su novio, y cómo abultaba los labios.
—Hoseok. Y si vas a actuar como si estuvieras ofendido eres más inmaduro de lo que pensaba.
Taehyung comenzó a reír, sin poder contenerse.
—Tú eres un conejito molesto, Jungkook —Jungkook no podía evitar seguir sonriendo—. O uno histérico.
El castaño seguía con un mohín en los labios.
—Me encantarían ver más estrellas Jungkook —dijo Taehyung—, pero no creo que el invierno sea una época adecuada para ir a acampar. Cuando sea más caluroso, y de paso no tenga esta cosa —señaló el yeso con la mirada—, te prometo que iremos.
Jungkook hizo un pequeño puchero con sus labios.
Taehyung se sirvió una taza de té, Jungkook la tomó para llevarla hasta la mesa de la sala, seguido del pelinegro en muletas.
Ya sentado, Taehyung podía beber su té tranquilamente.
—Hoy tuve un sueño muy raro —le comentó a Jungkook, quien apoyó su mejilla en el puño como para alentarlo a hablar—, era el almuerzo de navidad y te presentaba a mis padres.
Jungkook se encogió de hombros.
—No me parece un sueño tan raro.
—Lo raro es que era un recuerdo que tenía con Jin. Pero en vez de él estabas tú.
—Bueno, eso sí es un poco más raro.
Taehyung dió otro sorbo a su té, cuando Jungkook abrió la boca para decir algo, el pelinegro recordó lo que había en el cuarto.
—Oh, por cierto, hay una araña en el rincón del dormitorio.
Jungkook abrió los ojos con susto.
—¿Araña? —repitió.
—Sí, no alcanzo a matarla —Taehyung miró su yeso—, y tampoco podría. Así que.... —miró a Jungkook, con una ligera sonrisa.
Un escalofrío recorrió la columna del castaño, odiaba las arañas.
Con un suspiro, se levantó del sillón, tomando la escoba como arma y caminó hacia el dormitorio.
Con una expresión divertida en su rostro, Taehyung intentaba aguantar la risa mientras escuchaba los gritos de Jungkook y golpes sin sentido.
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❀ live ❀『 Kth +Jjk 』
FanfictionTaehyung, hundido en la depresión, tuvo un intento de suicidio, frustrado, debe quedarse en el hospital hasta que esté recuperado. Ahí conoce a Jungkook un chico dulce que quiere evitar que intente acabar con su vida. ❝Debes vivir, Taehyung, vivir p...