Episodio 4

3 2 0
                                    

Una orgia se presentaba aquí, tenía mucho tiempo que no hacia algo así... mi mente daba muchas vueltas y lo único que quería hacer era olvidarla. La había tenido en mi cabeza por mucho tiempo, antes de casarme y creo que antes de la universidad, ella estaba presente siempre, nunca pude sacarla y ¿creía que podía ahora? No puedo... la quiero conmigo.
La extrañaba, extrañaba su cabello negro en mis piernas mientras mirábamos aquel cielo oscuro lleno de estrellas, extraño verla caminar por el centro comercial, fueron 4 días que la pude apreciar, siempre me hacía reír cuando trataba de buscar algo en los estantes de arriba y no alcanzaba gracias a eso muchas veces me pidió ayuda. Era una pequeña mujercita que lo había sido tocada una vez en su vida.
Eso fue en la graduación de la preparatoria, ella bailaba conmigo, yo era su cita, yo debí estar con ella, yo debí cuidarla. Pero el maldito de Christopher me la quito primero ¿para qué? Para dejarla con esperanzas de vivir una vida de cuentos de hadas. Nunca pudo consumar el matrimonio como yo, pero luego de 7 años y medio me di cuenta que estaba hecho para ella. Para estar a su lado, verla sonreír siempre, que me contara como le fue.
Pero como el idiota que soy nunca fui valiente.
Tal vez ahora soy extrovertido y todo, pero cuando estaba con ella, era distinto. Temía de cualquier cosa que dijera, no quería meter la pata. Pero esa noche yo la deje ir, la deje ir como el propio estúpido.

-amigo- me tocan el hombro, volteo para ver a Peter un amigo- ¿Quieres más?- pregunto poniendo en frente de mi la pipa de la verde, negué ya estaba lo suficiente drogado para pensar. Pero aun así no podía dejar de pensar en ella. ¡! MALDITA SEA CON SAVANNAH ¡!
La música sonaba demasiado fuerte para mis oídos, me levante y me uní a las personas que bailaban y se tocaban sin parar. Me sentía perdido. Escucho que suena el timbre de la casa, me pregunto ¿Cómo escuche esa mierda? Hice caso omiso, tal vez me equivoque.
Reí como un idiota, ni siquiera sabía porque reía. Cuando una chica grito

-¡VEN ÚNETE!-grita en mi oído mirando a alguna parte.
¿A quién se lo decía? Volteo para ver quien putadas era, y era ella o creo que vi un taco en su cabeza. Debo dejar de drogarme.

-¿Harry?- pregunta ella mirándome con decepción

-¡Hola primos!- murmure a su dirección- digo... primor – rio- ¿viste? Dije primos- y caí al suelo, tratando de colocar mis manos en ella.

-¿Estas borracho?- pregunto

-No... bueno sí, creo que más que eso- reí de nuevo, la música dejo de sonar Savannah la había apagado, todos chillaron pero a la final no le dieron tanta importancia

-¡A LA PLAYA!-Grito uno y todos comenzaron a salir, me levante para ir también pero una mano sostuvo la mía

-Tú no iras - murmura, la miro un momento. Me acerco peligrosamente a ella, pero a la vez guardo distancia

-¿No te fuiste? – dije con ironía- pensé que nunca volverías- camine como pude de su lado para subir por las escaleras, abrí los brazos y la vi- ¡BIENVENIDA!- Grito – puede ir y venir cuando se te pegue la gana – susurro mas para mí. Termino de subir el último pero tropiezo, las manos de Savannah me sostienen.

-Ven, vayamos a tu habitación. Necesitas recostarte –murmura cosa que no entiendo, deje de escucharla, solo la podía sentir. Sus manos en mi abdomen y espalda, dándome apoyo.
En un abrir y cerrar de ojos, bueno nunca los abrí. Estaba en algo acolchado y suave. Y ahí.... Caí en un profundo sueño... pensando en ese cabello negro y oloroso a uva.

*Savannah*

No podía creer que eso pasara, solo iba a ir a disculparme y decirle que estaba equivocada, pero me retracto. Sigue siendo un idiota.
Esa noche me quede a dormir allí, pretendía quedarme pero después de la pequeña escena de anoche... creo que no.
Estaba en la cocina, preparando unas tostadas cuando escucho gruñidos de dolor, supe que era él. Sirvo un poco de agua en el vaso de vidrio, trato de buscar en los estantes unas aspirinas.

-Buenos días- murmura muy bajo. No respondo solo coloco el vaso y la aspirina en frente de él cuando se sienta en la mesa del comedor- gracias – susurra para después tragarse la pastilla y pasarla con un poco de agua.
Estaba acostumbrada a esta faceta, no me gustaba pero ya que... siempre era lo mismo, el se emborrachaba y yo tenía que suplirlo al día siguiente.

-Se que estas molesta y lo siento- su mirada penetraba mi espalda, solo me dedicaba a ignorarlo -¿Por qué regresaste?- pregunto

-Solo vine por unas cosas que deje – murmure centrándome en ese pedazo de pan, llevaba media hora preparando el mismo pan, que idiota soy

-Ah – fue lo único que dijo. Coloque la tostada junto con un vaso de café, a eso se dedicaba a mirar ahora, en cambio yo estaba mirándole el rostro que se perdía en su cabello suelto. – Solo... quería olvidar... olvidar el acontecimiento de esa noche.

-No era necesario hacer una fiesta y emborracharte – me senté en frente de él, pero continuaba mirando su pan

-¿Cómo?... ¿como sigue tu papa? – estaba nervioso, ¿Por qué?

-Está mejor, le dieron tratamiento pero el cáncer sigue ahí – le informo

-No sabía que tenía cáncer

-te lo dije hace mucho pero al parecer no me prestas atención- bromee

-Créeme, te presto mucha atención-susurro. Acerco mi mano a su rostro, lo hago mirarme, le quito el cabello que tenía en su cara y fijo sus ojos en los míos. Se veía cansado. Su barba seguía ahí, me gustaba, ahora mi mano estaba en su cuello y ahí mi pulgar daba círculos, acariciando su piel. – Te extraño- murmura bajo- no te quiero perder a ti también Annah lo siento

-SSsshh. Ya basta- susurro, ahora colocando mis dos manos en su suave piel – has dicho lo siento muchas veces, ya empieza a molestarme- sonrió – yo también...y tienes una cara horrorosa – dije dándole unos golpecitos en su rostro, mientras me levantaba de la mesa, él solo soltó una enorme carcajada, pero se arrepintió al instante por su pequeño dolor de cabeza.

-Sigo siendo hermoso – sonrío dándome la vuelva para tomar una botella de agua – si... lo soy- se respondió él mismo.

-Martha dejo una nota- le informe pasándosela, la tomo y la leyó

-¡Maldición!- dijo en un pequeño susurro

-¿Qué pasa?

-Se ira de vacaciones con las hijas... no me acordaba que fuera hoy

-¿Cuántos días?- pregunto detrás de él, mirando la nota en sus manos

-Un mes- dijo mientras negaba – tendré que buscar remplazo

-No- digo al instante. Camino para verlo de frente- yo lo hare, y me podrás pagar por eso- el negó- vamos – me siento y lo tomo por su brazo bien formado, donde se encontraban multitudes de tatuajes

-Prefiero pagarte por no hacer nada- comenta. Lo miro mal. Que ridículo

-Es enserio Harry.
Después de tanto dar, Harry acepto, me sentía no muy orgullosa pero por lo menos trabajare por un mes y medio, además es un trabajo fácil, solamente limpiar el desastre que hace Harry. 

SAVANNAH (Entre sus ojos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora