SAVANNAH (Entre sus ojos)

Episodio 6

-Firme aquí y podrá verlo después de la cirugía – dijo la enfermera, tuve que poner en "Relación con el paciente" Esposa ¿Por qué? Que ridículo... pero era la única manera de que me dejaran verlo sin problemas.
Espere casi tres horas, al parecer él había decidido la cirugía en su rodilla. Se la lastimo, todo el peso de su cuerpo quedo en su pierna derecha al momento del impacto. Aun me extrañaba que me tuviera como su contacto importante, bueno no del todo, pero si un poco.

-Señora Schmidt – llamó el doctor, levante mi cuerpo de la silla y me acerque a él

-¿Si? – pregunte, él señor en frente de mi miraba su tableta de notas

-El paciente está en condiciones normales, simplemente fue una torcedura, su rodilla tuvo todo el impacto pero estará bien. Solo necesita descansar- fija su mirada en mí y sonríe.

-Gracias. ¿Puedo verlo?- pregunto desesperada

-Claro que sí, es su esposa- comenta antes de irse, ridículo. Camine a paso apurado y la habitación asignada para él, prácticamente corrí por los pasillos en su búsqueda.
Cuando llegue a la puerta de su habitación, una lágrima corrió por mi mejilla. Tomo la manilla y abro cuidadosamente la puerta, entre poco a poco para encontrar a un Harry acostado en esa camilla, tenía un yeso en su pierna derecha. Cerré la puerta en silencio, y camine al pie de la camilla.
Tenia los ojos cerrados, estaba cansado eso seguro. No quise despertarlo, solo me dedique a mirarlo, mientras millones de lágrimas rodaban por mi rostro.

"Está bien" "Está bien" "Está bien" "Está bien"

Eso era lo único que me repetía mientras lloraba como una estúpida por él, Se encontraba bien, con algunos rasguños en su rostro pero estaba bien.

-¿Savannah? – Abrí los ojos lentamente al escucharlo- ¿Estás bien? –preguntó. Que idiota era, él estaba acostado en una camilla con un gigante yeso en su pierna ¿y pregunta si estoy bien? ¿Por qué?
Asiento con dificultad, mientras mis lágrimas salían sin permiso. Se sienta y me mira

-Eres un idiota – susurro, él solo carcajea. Coloca su mano en frente de mí, queriendo que la tome.

-Ven – camine lentamente, y la tomé. Hizo que me sentara en la camilla, junto a él.-Lo siento Annah... no quería preocuparte –susurro en mi oído, mientras me abrazaba

-Te odio- murmuro – no vuelvas hacerlo, te lo prohíbo. – escucho como sonríe

-Ok... esposa- mis ojos se abren como platos, y me separo un poco de él – Me sorprendí cuando dijeron que mi esposa estaba afuera, me pregunte como tendría esposa.- su risa contagio la mía

-Era la única manera de que me dejaran verte de inmediato – me quejo. Y él asiente.
Nos quedamos unos minutos en silencio. Tenía que decírselo, no podía mantener eso ahí dentro

-Pensé...-susurre mientras él me aferraba más hacia su pecho – pensé que te perdería- él suspiró

-lo lamento mucho, enserio... vi como mi vida pasaba por mis ojos y... tuve miedo Annah – lo miro para calmarlo un poco – en lo único que pensaba era... ¿Volveré a verla? ¿Aunque sea una última vez?- pego su frente a la mía.

-Ahora estas bien, y estas aquí... yo estoy aquí – tome su mano que tenia rasguños como en su rostro, y la bese. – Estarás bien - dije besándola de nuevo.
Pienso que parecemos mas a una pareja, que amigos. Eso me daba terror, pero una parte de mi le gustaba ese pensamiento, era tonto pero era tierno.

Sin pensarlo, me separe un poco de él, cerré los ojos. Tome en mis manos su rostro, y bese casa herida, que tenía en su hermoso y creado rostro. Supe que tal vez él me miraba como estúpida, pero al abrirlos él igual los tenia, cerrados.
En total fueron 10 o 12 besos en su rostro, había uno en si labio inferior que me dio miedo besarlo, no podía. ¿Cómo que no? ¿Lo acabas de besar por toda su cara?
Me arriesgue y bese su labio, pero fue justamente donde tenía la herida, no todo su labio, jamás lo hare

*HARRY*

Se sentía maravilloso. Claro no la parte que casi me muero como el propio bobo longo, digo que ella besara mi rostro de esa manera, de una manera tan inocente y especial. Sus labios contra mi piel, hacían que ésta se erizara, era un lindo gesto.
Aun mas cuando beso la herida de mi labio inferior, ahí... en ese instante supe que tenia los labios más suaves que haya existido.
La quiero... un mundo, y me dio terror el saber que mi vida en cualquier momento se acabaría, me dio miedo.
Si al Harry Schmidt le dio miedo morir. Pero no fue por el hecho de morir, fue porque... supe que no tendría a nadie después de eso, todo mi dinero, no me importaba pero si Annah. Ella era la primera persona que nombraba en mi testamento. Mi tía Sandra me obligo hacer uno por si acaso.

Tenía razón.

Pero necesitaba más, algo más. No tenía un heredero, ni nada por el estilo, en el que yo pudiera dejarle todo, mi empresa, mi casa, mi dinero. Quería que alguien tuviera eso. No quería que por todo lo que trabaje se fuera a la mierda.

Pasaron algunas horas estando en el hospital, Savannah se había quedado dormida en mi hombro, me dispuse a mirar algún programa. La enfermera entra y me coloca mas, lo que sea que me inyecta, tampoco preguntare. Me sentiré un viejo idiota si lo hago.
Pensé un poco en mi futuro, soy pésimo cuando de amar a alguien se trata. Pero de verdad quería casarme, pero de alguien que me quiera por lo que soy.
La tenía junto a mi todo este tiempo. Pienso en la decisión que tomare.

Esta hecho... dejare de tomar, drogarme o cualquier estupidez que incluya chicas sexys en mi cama.

Una vez me canse de esa vida, pero nunca me quede pensando del todo en ese tema. Ahora estaba decidido, quería crear mi familia, quería ser un ejemplo a seguir de alguien, y la única manera era... dejar de hacer todo lo que normalmente hago.

Y lo quería todo eso, al lado de ella...