Choi Youngji estaba sentada en el despacho de Seokjin mirando fijamente a los 3 hombres que estaban frente a ella.

Ninguno se animaba a decir una palabra, pero Youngji estaba dispuesta a esperar hasta que decidieran contarle que sucedía.

Fue Byun Baekhyun que decidió abrir la boca primero.

– Sé que debes tener muchas preguntas, y estamos dispuestos a contactarte lo que podamos, pero tienes que saber que estamos metidos en cosas peligrosas y te metimos a ti sin quererlo –comenzó su vecino. Youngji asintió sin descruzar los brazos. Baekhyun suspiró y miró a Chanyeol–. ¿Por dónde deberíamos empezar? –Chanyeol alzó los hombros en forma de respuesta.

– No lo sé, nunca tuve que decirle a nadie en dónde estoy metido.

– ¿Por qué no empiezan primero a contarme en qué están metidos? –cuestionó Youngji impaciente– No me iré de aquí hasta saber todo. Minseo estaba muy angustiada, y quiero saber el por qué –finalizó. Seokjin suspiró, miró a Baekhyun asintiendo.

– Primero que nada somos parte de un grupo llamado Gank, estamos metidos en cosas ilegales –susurró Baekhyun con miedo a la reacción de su vecina y nueva amiga. Youngji alzó las cejas, pero no mostró ningún otro sentimiento.

– ¿Ilegales? –cuestionó.

– Lavado de dinero –intervino Chanyeol antes de que Baekhyun hablará–, también vendíamos drogas pero ese negocio lo dejamos hace unas semanas, era muy arriesgado –explicó.

– Ya veo, pero no entiendo algo...¿Por qué Kai salió lastimado? –siguió cuestionando la chica.

– Estamos averiguando –respondió Chanyeol, sin querer darle más información.

– Es de confianza, Chanyeol –habló Baekhyun de nuevo, tomándolo del hombro. Él asintió.

– Estamos averiguando el secuestro de una chica, creemos que el mismo grupo que la secuestro, es el mismo que causó que Kai saliera lastimado en el tiroteo y que Baekhyun esté siendo acusado de secuestro –explicó. Youngji asintió, procesando todo lo que estaban contandole.

– ¿Y tu? –le habló directo a Seokjin, éste la miró y tragó– ¿Estás metido también en todo esto? ¿Minseo también lo está?

– No –negó él–, ninguno de nosotros estamos metidos en esto. Aunque si les damos una mano si necesitan algo que no sea peligroso.

– Ya veo –murmuró Youngji, la cabeza le había comenzado a doler, pero trató de disimularlo. Sintió alivio de que Seokjin y Minseo no estuvieran metidos en nada turbio, y a pesar de que le parecía una locura que su vecino sea parte de la mafia, sentía más curiosidad que miedo. Se paró, y los tres hombres la observaron confundidos–. Ya que fueron sinceros conmigo, me iré para que puedan seguir trabajando.

– Espera –la frenó Baekhyun. Youngji lo observó–, solo quiero que sepas que vamos a necesitarte más adelante.

– ¿Cómo?

– Sé que es arriesgado, pero ya estás metida en esto –respondió Baekhyun, mirando a Seokjin de reojo. El mayor de los Kim se cruzó los brazos.

– Kai me pidió ayuda y no podía llevarlo al hospital, ¿qué iba a hacer? ¿Dejar que se desangre? –se excusó Seokjin medio ofendido. Baekhyun sonrió.

– Hiciste lo correcto, y actuaste rápido –lo felicitó. Se volteó a ver a Youngji, quien lo miraba seria–. Por favor, Youngji, se nuestra doctora de cabecera –le pedió. Chanyeol la observó dudar por primera vez.

– Te cuidaremos como si fueras parte del grupo –agregó Chanyeol–, y cualquier problema que tengas puedes acudir a nosotros.

– Está bien –asintió Youngji luego de unos minutos–, es un trato –los tres hombres dejaron salir el aire contenido–. PERO –agregó a último momento sorprendiendolos– solo pueden acudir a mi en casos de vida o muerte, como el caso de Kai. Si es por un dolor de estómago o un resfriado, los mando a patadas al hospital, ¿entendido? –Seokjin, Chanyeol y Baekhyun asintieron al unísono.

Conforme con la respuesta Youngji se despidió para dejar que siguieran trabajando, pero una vez que estuvo detrás de la puerta de la oficina de Seokjin, escuchó a Chanyeol hablar.

– ¿De dónde sacan las mujeres ustedes? –cuestionó– En serio me dan miedo cuando se enojan –finalizó.

Youngji sonrió victoriosa y decidió ir a ver como estaba Minseo.

◊◊◊◊◊◊◊◊

– ¿Hola? –respondió una voz del otro lado del teléfono luego del tercer tono.

– ¡Hola! ¿Este es el número de la inmobiliaria Xian? –cuestionó Seokjin mientras observaba las fotos de un local ubicado en el centro de Busan para poder empezar la cadena del gimnasio Kim.

– Así es, ¿en qué podemos ayudarte? –preguntó la joven del otro lado del teléfono.

– Quería averiguar por un local que tienen a la venta –comenzó a explicar Seokjin.

Guiado por las preguntas de la chica, Seokjin logró reservar el local que él pensó que era perfecto para abrir el gimnasio. Le envió la información a Suga, pidiéndole que le diera sus opiniones, este le respondió que le daría una respuesta en una hora.

Conforme con su búsqueda, apagó la computadora y se dirigió al gimnasio a ver como iban las clases que habían inaugurado hace unos días.

◊◊◊◊◊◊◊◊

Busan, Corea del Sur.

Un hombre en traje miraba por la ventana de su pequeña oficina, viendo pasar a la gente en la calle. El día estaba soleado en la ciudad.

Su teléfono sonó avisandole que alguien lo buscaba.

– ¿Señor?

– Dime, Yuki –atendió el llamado.

– Recibimos un llamado de Kim Seokjin interesado en uno de sus locales –le informó. El hombre sonrió.

– ¿El cuñado de Byun Baekhyun del grupo Gank? –cuestionó.

– Así es, Señor –confirmó Yuki–. Logramos que reservara el local, ¿cómo procedemos? –preguntó.

– Esperen mi llamado –respondió para luego cortar.

El destino parecía estar a su favor.

Her  |Jin| {Cypher#2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora