Capitulo 9: Cafetería Simon's

150 19 6
                                    

Eran las 19:30 de la tarde, el sol a penas se veía, habían pasado 20 minutos (o mas bien 22 minutos para ser exactos siempre solía ser muy puntual y estricto con mis horarios) de haber recibido el mensaje de Elizabeth para quedar en Simon's. De pronto toda la cuidad de Los Ángeles estaba completamente a oscuras hasta que se llenó de luz y color; las luces se encendieron en un abrir y cerrar de ojos; la cuidad estaba completamente a oscuras por el sol ya escondido entre las montañas pero hacía una cuidad llena de luces de color.

Los hoteles y casinos eran impresionantes e incluso ya se veían a los primeros jugadores de la noche entrar en los casinos. Los turistas al parecer les gustaba más Los Ángeles por la noche que de día porque había muchos más. Estaba seguro que sería por ir a los casinos a apostar y jugar a las tragaperras....

"Guau es realmente precioso, aunque debo encontrar la cafetería Simon's sino quiero dejar escapar la oportunidad de poder charlar ya que me quedé con ganas "dije a mis adentros, enbobado mirando a mi alrededor con gran asombro y escapandose de mi boca un "guau"

Miré mi móvil, pulse la aplicación de Whatssap y le escribí al número de Elizabeth diciendo:

Ok, voy en camino

Anduve como unos 300 metros (o eso creía) hasta poder ver el letrero de la cafetería Simon's junto al aparcamiento que había al lado de una tienda de ropa, el cual había una figura de una chica joven con una ropa de camarera tipica americana de los 80 sirviendo comida en una bandeja.

Abrí la puerta y me encontré con una cafetería identica a las cafeterías americanas que algunas veces salen en las películas. El suelo era de cuadrados blancos y negros; había una barra larga justo cuando entrabas por la puerta; con unas sillas giratorias de color negro; los asientos eran como sillones rojos (no sillones para los hogares, sino los otros)

Miré de un lado a otro tratando de encontrar a Elizabeth, debía de estar en mi mundo o a lo mejor había visto demasiadas luces por el camino porque no conseguía localizarla aunque pude verla gracias a sus repentinos: ¡Alejandro! ¿A..Alejandro?

Gracias a eso pude finalmente verla, sinceramente necesitaba ir al oculista urgentemente porque lo peor de todo no es que no pudiese verla por ninguna parte sino que encima la tenía a pocos metros de mí haciendome señas.

- Alejandro, me alegro de verte.-dijo Elizabeth esbozando una sonrisa. -Pensaba que al final no ibas a venir pero acabo de ver tu mensaje hace un momento.

- Yo también me alegro de verte.-respondí con la misma sonrisa, dejando mis cosas a un lado y sentandome en frente suya. -Acabo de salir de la comisaría.

- ¿En serio?-dijo sorprendida saliendo de su boca una sonrisa radiante. - Yo llevo aqui hace poco, porque estaba dando una vuelta por el centro comercial para poder relajarme con todo esto y he venido aqui hace un momento porque me gusta este sitio para poder divertirme con mis amigos y pensé en ti, me acordé que no acabamos la conversación y te mandé ese mensaje.

- ¿Tardaron mucho en interrogarte?-pregunté serio.

- No lo se, creo que tardamos 1 hora, me dijeron que tendría que asistir al juicio en contra de mi padrastro y hacer de testigo y eso me pone nerviosa además que me estreso, me pongo triste...-Elizabeth palideció y parecía que tenía ganas de vomitar y dejar esa conversación a un lado.

- Tranquila, a mi también me han dicho lo mismo pero todo saldrá bien no te preocupes.-mis palabras eran firmes, las decía con confianza y optimismo, haciendo una seña de confianza. - Pero eh...no hemos venido aqui para hablar de eso ¿no?.

- No, la verdad es que no.-dijo Elizabeth negando con la cabeza.

- ¿Alguna vez has jugado en un casino?-pregunté curioso.

Soñando Entre EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora