❛❛Tan hermoso y delicado como una flor exótica, tan atractivo y deseable como la joya más hermosa y difícil de conseguir, tan puro e inocente como un ángel, uno al que quiero corromper y poseer a mi antojo, porque soy el rey y mis deseos son órdenes...
Regreso a su humilde morada con la cabeza gacha, se sentía terrible, entre la espada y la pared, no sabía qué hacer se hallaba en un callejón sin salida, porque el fuerte siempre se aprovecha del débil pensaba mientras las rebeldes lágrimas volvían hacer acto de presencia.
─ ¿Jimin porque lloras? ─ La voz de la persona que más amaba en este mundo lo sacó de su ensoñación.
─ ¿bebé que tienes? ─ dijo más preocupada la mujer al mirar más de cerca los ojos hinchados de Jimin, este solo la miro resignado ya no podía seguir ocultando su llanto no cuando era tan obvio, así que solo se dedicó a buscar consuelo en los brazos de su madre y a llorar en su pecho mientras sollozaba y dejaba salir todo lo que le afligía.
Su madre lo cubrió entre sus brazos dándole el abrazo más dulce y maternal de todos, mientras le acariciaba la cabeza peinando con sus largos y finos dedos la negra melena de Jimin, estuvieron en esa posición hasta que el del llanto del Doncel solo quedaron pequeños suspiros entrecortados.
─ ¿Le dirás a tu madre lo que te pasa? ─ preguntó con voz baja y de forma amable.
Jimin decidió no contarle lo que le pasaba en realidad, no quería preocuparla, hacerlo podría provocar una recaída a su salud─ Fue un cliente ─ mintió ─ me miraba raro y quiso propasarse conmigo ─ después de todo había algo de verdad en su mentira ─ dime quien es el imbécil que te hizo eso, ahorita mismo lo iré a poner en su lugar ─ dijo totalmente cabreada ─ No madre, ya no importa lo bueno es que no me hizo nada ─ respondió tratando de tranquilizar a su madre y es que como le decía que era el propio rey de quien se trataba ─ Minnie siempre te hacen lo mismo bebé, no sabes como quisiera defenderte de todos esos que te miran de forma sucia, como quisiera protegerte de las miradas pervertidas ─ dijo triste la mujer y sintiéndose tan impotente.
Jimin negó con la cabeza ─ No se preocupe por eso madre, usted ya a hecho mucho por mi ─ era verdad después de que su padre murió, su madre se encargó de sacarlo adelante y velar por el, razón por la cual su enfermedad empeoró, ahora era su turno de velar por ella, haría cualquier cosa por seungwan.
Esa noche Jimin no durmió nada, pensando en lo que haría el día de mañana, muchas ideas se le cruzaron por la mente incluso escapar junto a su madre, pero supo rápidamente que no llegarían lejos pues no tenían el suficiente dinero para sobrevivir en tierras desconocidas, la cabeza de Jimin era un debate mental en busca de posibles soluciones.
Al final solo obtuvo una respuesta.
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Min Yoongi se encontraba sentado en su trono a su lado izquierdo se encontraba su hijo y futuro sucesor, mientras que al lado derecho sentadas y calladas sus cuatro concubinas, todos escuchaban atentos las palabras de Kim Namjoon sacerdote del rey.
─ Dime Namjoon que es lo que el Dios Jumong depara para mi Reino─
Namjoon con mucho respecto respondió a su rey ─ Nuestra divinidad Jumong le depara un reinado muy próspero, con una bendecida cosecha, ganado fuerte y saludable, También seguras victorias contra los ejércitos enemigos, está muy satisfecho y conforme con los sacrificios y cultos que se le hacen todos los años ─ decía con seguridad cada una de las palabras.