✔Min dynasty [Yoonmin]

🍁•••43•••🍁

Las cosas en el Palacio seguían tensas, el genio de Yoongi era lo peor de todo, desde el último encuentro con Jimin este se había mantenido con un humor de los mil demonios, nadie se atrevía a hablarle, pues el rey siempre les respondía con insultos y casi los corría a patadas.

Nadie se escapaba de su molesto temperamento, ni siquiera sus concubinas e hijo, estás mejor preferían no molestarlo y dejarlo solo para que ordene sus pensamientos, en cuanto a Daehyun, bueno este último no se dejaba intimidar por su padre, conocía perfectamente por qué actuaba así y trataba de hacerlo entrar en razón, haciéndole ver que no le servía de nada seguir ignorando a Jimin, que lo mejor era hablar y arreglar las cosas, pero su padre era terco, él decía que no había hecho nada malo y hasta que Jimin no muestre un cambio seguirá sin hablarle.

Aunque en realidad ninguna de las dos partes quería dar su brazo a torcer, Jimin trataba de mantenerse lo más alejado de todo el alboroto, refugiándose casi todo el día en su habitación o en el jardín, admirando las plantas y llorando en silencio y para el mismo.

Jimin se sentía solo, toda esta situación lo estaba afectando demasiado, sentía unas ganas enormes de salir corriendo, la actitud de Yoongi hacia él le dolía bastante, incluso se le empezaban a formar unas ojeras en sus ojos pues era por las noches cuando más lo atacaba ese sentimiento amargo, había estado tan acostumbrado a los brazos del rey rodeando su cintura cuando dormía, que simplemente encontrarse solo en aquella fría y gran habitación se sentía como una prueba cruel.

Las miradas en su espalda cuando caminaba por el harem le hacían sentir un sentimiento de ahogo, porque aunque no lo demostrara podía oír todos esos comentarios hacia su persona.

"Miralo tan tranquilo y por su culpa la situación en el Palacio esta como esta" "Si el rey está tan molesto porque no lo corre, ni que fuera tan importante" Es un animal, apesta a pueblo" "Ten cuidado si te escucha capaz se te tira encima"

Jimin solo apretaba su labio y se tragaba las ganas de llorar, mientras que sus pasos apresurados lo guiaban hacia afuera, hacia algún lugar donde no pudiera seguir escuchando nada, donde no lo siguieran juzgando.

Justo en estos momentos se encontraba lejos del harem, había corrido hasta que las voces se perdieron lejos de su alcance.

Suspiro entrecortado, sintiendo como las lágrimas caían como lluvia, ¿en qué momento comenzó a llorar? ni siquiera se percató de sus traicioneras lágrimas.

Sollozo sosteniéndose de la pared, sintiéndose algo mareado y abochornado, su cuerpo estaba caliente y comenzaba a sudar, quería sentarse pues sus piernas de pronto se sintieron débiles, cerró sus ojos y trato de tranquilizarse, seguramente se debía a la carrera que había dado anteriormente, esta vez no se había medido y había salido corriendo, el ambiente en el harem era insoportable y en cierto punto sofocante para Jimin.

Limpio sus lágrimas y sorbió su nariz, no lloraría, no le daría el placer a nadie de verlo llorar.

Se enderezó y miró hacia el frente, por suerte no había nadie a su alrededor o eso creía.

Pero una voz en su espalda lo hizo arrepentirse de haber tomado ese camino.

¿Por qué el destino lo odiaba tanto? Joder toparse con el era lo menos que quería. ─ Park Jimin, nos encontramos de nuevo ─ Chunghee se encontraba justo detrás de él ─ la última vez no tuvimos un buen encuentro, por cierto te pasaste esa vez por poco y me sacas el ojo ─ no bromeaba, si no metía sus manos las heridas en su rostro hubieran sido peores.

Jimin lo ignoró y comenzó a caminar, lo que menos quería era que aquella escenas se volviera a repetir, el quería evitar.

Pero Chunghee estaba aburrido y ¿qué mejor distracción que provocar a Jimin?