✔Min dynasty [Yoonmin]

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El calor del mediodía comenzaba a sentirse en el interior de aquellos establos, los cuales en estos momentos se encontraban vacíos pues las personas que cuidaban y alimentaban los caballos debían de estar comiendo, o eso es lo que quiso creer chunghee al ver la soledad en todo el lugar.

─ Hola hermosa... Creo que eres una niña... ─ mencionó con algo de duda ─ te cuento un secreto de pequeño siempre quise tener una yegua parecida a ti, pero al vivir dentro del templo eso era imposible ─ mencionó con nostalgia mientras acariciaba la cara alargada del animal, este solamente hizo un sonido con su hocico.

─ Fue mi sueño de infancia, recuerdo que una vez hice un berrinche al no poder tener una, mi madre me reprendió y me castigó dejándome sin cenar ese día, ella era muy estricta ─ recordó a su difunta madre.

El animal se movió, razón por la cual apartó su mano, comenzó a comer el pasto esparcido en el suelo y solo la observo en silencio recordando fragmentos de su pasado, los cuales lo ponían nostálgico.

─ Extraño vivir en el templo ─ confesó finalmente ─ ahí me crié, mi madre era un poco dura pero se que me amaba, además las otras sacerdotisas eran bastante amorosas conmigo ─ sonrió ante el recuerdo.

─ ¿Por qué estás sola? ─ habían más jaulas, y en todas había más de un caballo, le pareció extraño que esta estuviera sola.

─ Es porque había estado enferma ─ dijo Daehyun quien había estado observando la conversación en silencio.

Chunghee se sonrojo debido a la naciente vergüenza de que el príncipe lo haya visto hablando con un animal, pero al contrario de lo que pensaba al menor le parecía un gesto bastante adorable, él también lo hacía de vez en cuando.

─ Y respondiendo a tu anterior pregunta. Si, es niña se llama Sacha, tiene dos años según recuerdo ─ agregó acercándose a la jaula, quedando cerca de chunghee.

─ ¿Qué tiene? Dijo que estaba enferma ─ se preguntó intentando ignorar el rubor en sus mejillas.

─ Comió algo no debido, su estómago lo rechazo y su salud se vio afectada, por suerte ha reaccionado muy bien al medicamento, el veterinario dice que podrá volver con su compañero en unos dos o tres días, solo para estar seguros ─ respondió el príncipe observando cómo el animal se acercaba a ellos.

─ Es hermosa, ojalá se ponga bien ─ chunghee no podía evitar que se notará lo maravillado que había quedado con el animal.

Al príncipe se le vino una idea a la mente, la cual no ignorará ─ Quieres conocer a Lucky.

─ ¿Lucky? ─ pregunto curioso, ladeando su rostro.

─ Si, ven conmigo ─ lo tomó de la mano sin ser consciente de ello, los ojos del Doncel se agrandaron en asombro tras dicha acción, pero la calidez y seguridad que ese suave agarre le transmitía le trajo un sentimiento desconocido a su pecho.

Afianzó su mano a la del menor y sin pensar en nada más, olvidándose de sus preocupaciones y dejándose llevar por primera vez por lo que su corazón le decía siguió los pasos apresurados del príncipe.

Caminaron hasta llegar a la última jaula, era la más grande tanto en lo ancho como en lo largo. Chunghee abrió los ojos de más al presenciar tan majestuoso corcel, un hermoso y bien cuidado corcel gris oscuro, de melena larga y negra, sus grandes ojos cafés cayeron inmediatamente sobre el Doncel, como si lo analizara, comenzó a caminar muy sigilosamente hacia ellos, sin apartar la vista del mayor.

No supo porque pero retrocedió, este no era como Sacha, era mucho más grande y sublime.

─ No le temas ─ el menor pidió inmediatamente al ver pánico en los movimientos del contrario ─ es amigable, solo te analiza ─ eso no se había escuchado muy tranquilizador.