✔Min dynasty [Yoonmin]

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Ante la última charla con el doncel Yoonah quedó con un horrible sabor de boca, las dolidas palabras de Jimin al hablar de Yoongi no salían de su cabeza y si esto seguía así las cosas tomarían un rumbo más delicado entre ambos.

Había dejado a Jimin durmiendo, al parecer el menor presentaba síntomas de un resfriado, sin embargo se negó a tomar el remedio que los enfermeros habían preparado para él, ojalá con una buena siesta se sintiera mejor.

Podía ver que bajo sus ojos habían ojeras, señal que le hacía saber la falta de sueño que había estado sufriendo el Doncel y lo peor es que de todo esto Yoongi no tenía ni la más mínima idea, Jimin había estado guardando para él solo lo mal que se sentía, sus ojitos se veían cansados y sus pómulos habían tomado un tono pálido, tddo lo contrario al carmín que lo caracterizaba.

Jimin aún era un niño en cierto aspecto, es decir; le gustaba que le acariciaran la cabeza cuando estaban a su lado, que lo felicitaran por cualquier logró, que lo mimaran y sean atentos con él, cuando lo regañan tiene la manía de bajar la cabeza y jugar con sus deditos manteniendo un pequeño mohín en sus abultados labios los cuales se mantienen cerrados sin decir ni una palabra para defenderse, llora cuando algo no le sale bien pues la frustración es algo que no puede ocultar, pero también sonríe burlón cuando hace alguna travesura pequeña. Quizá con su madre era así, de cualquier forma es como si el niño que tiene dentro estuviera más presente que nunca.

Sin embargo, estos últimos días ese niño se ha escondido, dejando sólo al Jimin que ahora vemos, ese sin brillo en los ojos y desanimado.

Yoonah no quiere quedarse con los brazos cruzados viendo como esa luz en el doncel se extingue, ya ha intentado hacer entrar en razón a Yoongi, pero este no reacciona, entonces si no la escucha a ella tal vez a su propio hijo si lo haga, Daehyun es su última esperanza.

─ Debemos intentarlo, esto es algo que los está lastimando a ambos ─ aunque Yoongi intentara esconderse detrás de esa imagen dura y que nada le importa está segura que hay un Yoongi que siente miedo de perder a Jimin.

─ Ya he intentado hablar con mi padre, esto también me preocupa a mi ─

Ambos hablaban en el despacho del menor para no ser escuchados ni molestados por nadie.

─ Todo esto es culpa de Choi y su sobrino, Yoongi no ha aceptado el matrimonio con ese niño malcriado y este ya está dando problemas ─ no pudo ocultar su disgusto, nada bueno había ocurrido desde que el doncel había llegado al Palacio, deseaba que este no volviera a poner ni un pie ahí, pero lastimosamente no era algo que ella decidiera.

─ Mi padre no se casara con él ─ habló rápidamente, más exaltado de lo que hubiera querido, incluso se sorprendió por su tono de voz.

La mujer creyó que lo decía por su padre, porque no quería que este estuviera atado a alguien tan odioso como lo era Chunghee, cuando en realidad cuando las palabras salieron de la boca del príncipe este solo pensó en Doncel, fue luego de varios segundos donde pensó en su padre y Jimin, en lo doloroso que sería para ambos ducha unión.

─ Pero Yoongi no ha dicho que no, yo no se porque pospone tanto esto, debería acabar con todo de una vez y mandar a volar a ese niño que lo único que ha hecho es traer problemas ─

─ Si el quisiera lo hubiera hecho hace rato, pero no puede ignorar lo que dice aquel viejo pergamino, Choi tiene una buena arma para chantajearlo, sabes que mi padre no desobedecera un mandato de sus antepasados, menos si estos también fueron reyes ─

─ Puras tonterías ─ exclamó la mujer en desacuerdo.

─ Tu y yo conocemos a mi padre, como también sabemos lo difícil que es, si no quiere casarse con Chunghee no lo hará, sé que buscará la forma para quitarse de encima al viejo Choi ─ seguido de esto se puso de pie y comenzó a caminar hacia la salida.