11 - Antojos, muchos antojos

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Narra Sophie

Un sonido y una vibración. Eso siento cuando tengo hambre o cuando el bebe tiene hambre.

Miré la hora, son las 3:40am. Me levanté con algo de flojera, y me dirigí a la cocina sin hacer ruido.

— A ver, a ver, a ver... — recorrí el refrigerador para ver si había algo bueno. — ... ensalada, nop... pasta, nop... pizza, me encantaría pero no tengo antojo... — miré un rato más. — ... helado, sip.

Lo agarré con mis manos y también la cuchara, y me senté en la mesa del comedor. Tomé mi teléfono, seguí leyendo en Wattpad el fanfic que seguía. Comí un bocado de helado de fresa y pasé al Instagram. Hasta que me llegó un mensaje.

*Dentro del chat*

Chat Privado: Pacifica.

Pacifica: Hey, ¿estás despierta?

No, sabes que no.

Pacifica: Ja-ja-ja. Muy graciosa. En fin, te quería decir que estoy comiendo doritos, ¿y tú?

Pues, helado de fresa.

Pacifica: Wow... que delicia. Me dio antojo ahora, espera que llamo a Dipper y te sigo hablando.

Está bien xd.

Pacifica: Listo ya está, ¿y cómo estás?

Bien, ¿y tú? Estás en tu octavo mes y haces reposo absoluto. Como Alix.

Pacifica: Si, a veces Alix viene a mi casa o yo a la de ella y hablamos un rato.

Oye, yo también hago eso con ella. Hay que reunirnos las tres.

Pacifica: Claro, amiga.

Pacifica: *grabación de voz*
— Hola Sophie, soy Dipper. ¿Todo bien?
— Bueno, Dipper ya la saludaste, ahora tráeme mi helado.
— ¿Me recuerdas por que hago esto?
— Porque me amas. — se escucha el ruido de la puerta cerrarse — Ups no sé acabo el audio. Ehh... Adiós.

Jajajaja

Pacifica: Ups xd

Pobre Dipper.

Pacifica: Aún así. Él me ama mucho como para traerme helado a esta hora.

Sip, una vez mandé a Eric a comprarme una pizza a las 4 de la mañana.

Pacifica: Jajaja... bueno. Debo dormir.

¿No ibas a comer helado?

Pacifica: Lo comeré mañana. Bye Sophie.

Sophie: Bye Paz.

*Fuera del chat*

Me reí lo más bajo posible. Me alegra que Paz o alguien más me suba el ánimo. Me gusta.

Me levanté de mi cuarto para ir a mi cama de vuelta, sin antes dejar el helado de vuelta en el refrigerador, obviamente.

— Bien... a dormir.

Me acosté con mi esposo de nuevo. Y me dormí al instante.























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