23 - Familia unida

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Narra Eric

— ¡¿Qué que?! — le exclamé a mi esposa siguiéndola.

— No me hagas repetirlo. Si, Félix y Bridgette están con Marianne, y su hija, Anne.

— Soph, estamos hablando de una persona muerta y una persona que es un asesino.

Negó con la cabeza mientras arropaba a Alicia.

— No es un asesino, ya te lo dije, alguien lo incriminó, y descubriré quien fue. — hizo una pausa. — Y sobre Bridgette, dijeron que la desconectaron, no que estaba muerta.

Lo asimilé un poco después de que me lo mencionó, suspiré mirándola y sonreí al ver que Alicia me observaba con alegría.

Me acerqué a ella y le besé la frente. Me giré a Soph y le di un sorpresivo beso en los labios. Ella me correspondió con gusto y sonrió.

— Bien, confío en ti. ¿Qué hay que hacer?

— Arg... que no hay que hacer mejor dicho. — me dijo la castaña.

Ambos reímos y discutimos sobre el supuesto plan.





























[...]

Narra Adrien

Llegué estúpidas.
Ok no. Mejor narro.

Narradora: Para eso te pago.

¿Qué?

Narradora: Solo ve a la historia.

De acuerdo.

Con Marinette llegué a casa. Ambos estábamos cansados, encima mi prima, Star, vino al trabajo para decir que le encanta trabajar con nosotros. Se lo agradecí y me había ido con Marinette.

Los niños estaban ya en la mansión porque Plagg y Tikki pasaron por ellos.

— Al fin... — la ojiazul suspiró. — llegamos.

— Si. — miré a ambos lados y me fijé que no había nadie. — Y... estamos solos. — la observé divertido.

Me acerqué a sus labios pero un dedo me detuvo.

— No ahora, Sr. Agreste.

Me reí y ella solo rodó los ojos sonriendo. Se dirigió a la cocina y la seguí.

— Oye, ¿cómo te fue con la presentación de la nueva línea?

— ¿No estabas tú ahí? — cuestionó.

— ¡O-oh! U-um... no. Lo lamento, es que creí haber escuchado algo cuando estaba solo en mi oficina. Así que tuve que salir, me transformé y revisé el perímetro. Pero nada. Y bueno, me lo perdí.

— Una de dos, O Tari está más cerca de lo que creemos. O... — hizo una pausa. — de verdad hay un gato en ti.

Me guiñó un ojo.

— Si... claro. Me inclino por la primera opción. Aunque la segunda me gustó, bugaboo. — le guiñé el ojo.

Ambos reímos y escuchamos unos pasos acercarse.

— Mami... papi... — nos llamaban nuestros hijos desde diferentes puntos de la casa.

— Adrien... Marinette... — ese era Plagg.

— ¿Ya llegaron?

— ¡Estamos aquí! — exclamó Mari.

— ¿Dónde es aquí? — cuestionó Plagg sarcásticamente.

En Miraculous: El regreso de Tari Donde viven las historias. Descúbrelo ahora