Ladrona De Sueños

Capitulo 6

Vivo en el inconsciente, sumergido en mi realidad

Estaba dándome por vencido con el sueño mientras "escuchaba" la clase de Psicología General, había dormido muy poco ayer, esperando con ansias que Miranda volviera hacer presencia en mi sueño, pero la emoción y la ansiedad no me dejó dormir bien, así que lo único que podía recordar del sueño de anoche era blanco.

Solo blanco.

¿Había desaparecido?

Era una gran coincidencia que soñara con la misma desconocida dos veces, quizá ya era momento de dejarlo pasar.

- entonces desde que Sigmund Freud escribiera su tratado sobre la interpretación de los sueños, la forma de entender estos ha sentido el impulso del estudio analítico... - esto último que había dicho el profesor había servido como un choque eléctrico para activar mis neuronas. Alcé mi vista para encararlo y le miré fijamente para prestar un poco más de atención - aunque la curiosidad humana por el mundo onírico viene de mucho antes, incluso se conservan manuales de interpretación datados en el siglo dos después de Cristo.

Una compañera alzó su mano para preguntar, estaba casi seguro que su nombre era Danna - ¿entonces fue este señor, quién le ha dado un concepto a los sueños?

El profesor no dudo la respuesta - no del todo, en cualquier caso, desde tiempo ancestrales los sueños siempre han tenido un cierto valor profético, revelador.

Eso era todo lo que necesitaba escuchar.

- ¿Podríamos investigar el tema más a fondo? - pregunté por primera vez desde que había iniciado esta clase hace un mes. Todos voltearon en mi dirección, algunos con asombros, otros con mala cara.

- señor...¿Connor? - dijo el profesor mencionando mi apellido paterno a la perfección - que gusto que finalmente fuera participe de la clase, y si, esta semana será dedicada a la interpretación de los sueños.

La campana sonó estrepitosamente logrando que todos los estudiantes saltaran de sus asientos como si tuvieran resortes en ellos.

A excepción de mi, que anoté unas cuantas palabras en mi cuaderno.

- primera vez que noto tu curiosidad sobre un tema - hablo el profesor Salvatore quien seguía aún en el aula con sus libros en la mano - estoy seguro que serás un gran estudiante del inconsciente, después de todo, vives en él. - dicho esto salió del aula dejándome completamente sólo.

Me apresuré a salir y dirigirme a mi hogar.

[...]

Mamá servía la cena mientras yo tenía la nariz metida en mi Tablet investigando un poco más sobre el mundo onírico, como lo había llamado el profesor.

- ¿Y...como te fue hoy Alper? ¿Si te gusta la carrera de psicología? - la voz de Peter invadió el comedor, lo había escuchado a la perfección, pero quise ignorarlo un poco.

- ¿Alper? - habló de nuevo, levanté mi vista y lo miré alzando un ceja, Peter no era el mejor hombre para mi madre, pero ella lo había elegido y yo debía respetar su decisión, a diferencia de Tamara.

- ¿Si? - pregunté fingiendo sordera.

- pregunté cómo te va en la facultad.

- bien - contesté seco, mi madre deposito sobre la mesa nuestros platos y nos hizo compañía.

- ¿Sólo bien? - volvió a cuestionar.

Encogí mis hombros para no alargar el tema - supongo.

- Alper, tienes que ponerle más corazón a lo que haces - ¿Quien diablos dice que no le pongo corazón? - si no te gusta la carrera deberías dejarla y conseguir un trabajo digno para que ayudes a tu madre - concluyó.

Aprete mis nudillos mientras afirmaba mi agarre sobre el cubierto. - ¿Para que ayude a mi madre o para que te mantenga a ti Peter? - solté con furia.

El apretó su mandíbula, le había  dado justo en el clavo.

- olvidalo, eres demasiado ingenuo para entablar una conversación entre hombres y peor aún para conseguir un empleo. - dijo.

Mire a mi madre atónito por sus palabras y por su silencio. Ella no me defendió.

Solté el tenedor, me levanté de la mesa con brusquedad y salí con rapidez a mi habitación, dando un portazo.

Me arrojé a la cama con furia y cerré mis ojos para desaparecer.