Miré a Molly con emoción mientras mamá me ayudaba a empacar la maleta, hoy era mi salida de éste triste y moribundo hospital en el cual había quedado. Lamentablemente para Molly, se quedaría unos días más en observación por lo que podía entender su malhumor. Guardé mi cd de "Betty, la fea" y suspiré encantada.
—Listo, hija, todo está listo —me dice mamá, cargando mi maleta y asiento.
—Adiós, Molly, espero que salgas pronto —le digo cruzando la puerta y sé que bufó, haciéndome sonreír. Aunque Molly no fue precisamente amable, sentí que fue divertido tener una hermana mayor por unos días, ya que no fue un ambiente patriarcal como siempre lo es en mi casa con John y Pablo.
Mamá me ayudó a subir al auto que era conducido por John, el cual me sonrió calidamente; quedé atrás con Pablo quien me abrazó por un muy corto tiempo para después volver a mirar por la ventana. Sí, amo a mis estúpidos hermanos. Mamá se sentó adelante y emprendimos camino hacia casa. No podía esperar por llegar y acostarme en mi cama, extrañaba todo de mi habitación, como poder ver por la ventana la casa de enfrente, donde quizá vea a Cole caminar por ahí y hacerme feliz como la tonta acosadora que soy, pero mis planes fueron interrumpidos cuando mamá me mandó a bañarme y vestirme bien para la cena que estaba preparando con los vecinos —claramente, la familia Sprouse por ser la más apegada a nosotros— y sentí que me iba a desfallecer.
Después de que Cole se pasó por el hospital, no habíamos vuelto a hablar, ya que no volvió a ir, evidentemente, por lo que no sabía que esperar de esta cena. Al llegar la hora que mamá había acordado, estaba sentada en la mesa junto con mis hermanos mientras mamá recibía a la visita, no sé por qué razón me sentía más nerviosa de lo usual. Era súbitamente absurdo que mi corazón palpitara con tanta fuerza sólo por ver los cabellos rubios de Cole, ¿no debería estar acostumbrada de verle luego de seis años siendo vecinos?
"Tonto corazón, cálmate de una vez" pensé para mis adentros.
Pablo saludó a sus mejores amigos rápidamente mientras que John fue mucho más respetuoso con todos. Había que concederle el hecho de que estaba mejorando su actitud drásticamente.
—¡Eva, que bueno verte! —me comenta la madre de Cole con una gran sonrisa—. Con mi esposo, estábamos verdaderamente preocupados, que bueno que tu hermano y Dylan nos notificaban todo, hasta creo que Cole te llevó un regalo. Lamento no haber podido visitarte, el trabajo ha estado... sofocante.
—No se preocupe, señora Sprouse, es más que comprendible. Muchas gracias por haber asistido hoy —respondo, con cariño. Los gemelos me sonríen, pero uno me sonríe burlonamente con una mezcla de vergüenza y el otro me sonreía como si esperaba que hiciera algo erróneo para molestarme. Creo que sobra decir quién es quién.
—Que bueno ver que te estás convirtiendo en toda una señorita —comenta el señor Sprouse.
—Muchas gracias.
—Hoy hemos cocinado junto con mi madre una cena especial —comenta Pablo, ayudandole a nuestra madre a servir—, espero que les guste.
Era pollo relleno, una especialidad de mi madre. Tuve que comer lento porque mi estomago estaba débil por la cirugía y la comida del hospital no había ayudado mucho. Al acabar, mi madre se quedó hablando un rato más con ellos y junto con mis hermanos y los gemelos, nos sentamos afuera de mi casa. Me sentía feliz de que mi jean fuera tan cómodo junto con mi camiseta.
—Tonta, Eva —dice Pablo sacándome la lengua e hice como si fuera a pegarle.
—¿Quieres que te mate?
—Como si pudieras, somos cuatro hombres contra ti —me dice confiadamente.
—En ese caso, yo defiendo a la pobre y tonta Eva —dice Cole encogiéndose de hombros—, para que sea justo —responde rápidamente. John frunce el ceño y su mirada pasea de mi rostro al de él. Procuro disimular mi sonrojo y sonrío.
—¡Él sí es un caballero! No como ustedes pedazos de sin vergüenzas, ¿cómo quieren atacar a una pobre e indefensa chica recién salida del hospital? —suspiro tiernamente y todos ríen.
—¡Estás usando tu genero como ventaja, no es justo! —gruñe Pablo.
—La vida no es justa —responde Cole, sacando la lengua.
—Eva, acércate más a mí —me pide John y eso hago. Él me da su saco para que me lo ponga y le agradezco, John siempre ha sido más cariñoso y sobreprotector conmigo de lo que Pablo será jamás.
—Gracias.
Siguen hablando pero yo me quedo al lado de mi hermano y me permito ver al cielo. Tan oscuro y alumbrado por el montón de estrellas, se sentía bien. Escucharlos de fondo hablando tontadas se sentía bien, como cuando era niña. La tranquilidad y el saber que tengo a cuatro chicos preocupados por mi bienestar era más que satisfactorio. Quizá por eso nunca he extrañado de forma mortificada a mi padre, porque ya tenía a unos muchachos que me querían.
—Los quiero —dije de pronto, sin importarme el tema del que hablaban, haciéndolos callar abruptamente.
—¿Tienes fiebre? —molesta Pablo y nego.
—Siento que no se los he dicho seguido a ustedes cuatro, pero en serio, los quiero mucho. Gracias por estar para mí —les digo, conteniendo las ganas de llorar.
—Ay, que ternura que te pongas romanticona ahora, pero estamos hablando del nuevo juego para PSD, así que te lo aprecio pero ahora no —dice Dylan y retoma la charla. Antes de que Cole volviera hablar del tema principal con el resto, me sonrió, se sonrojó y volvió su atención a mis hermanos.
Dios mío, ¿qué pasará por la mente de ese rubio de ojos verdes que no se va de mi corazón?
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HOLA
LO LAMENTO MUCHO POR NO ACTUALIZAR.
¿USTEDES SABEN QUE SON LOS WEBCOMICS? BUENO SON MI NUEVA OBSESIÓN :C
Estoy enamorada de los manhwas que me leo todos los días. Super recomendados.
¿Les gustó el cap?
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Contigo | Cole Sprouse
FanfictionParecía que mi vida se volvía un cliché cuando caí perdidamente enamorada de mi vecino; estaba jugando con mis hermanos cuando el camión de mudanza frenó en la antigua casa de Miss Roxanne. Recuerdo que miré a mi hermano mayor, curiosa, pero éste se...