Contigo | Cole Sprouse

4. Su clase

Su clase. 

Vamos, Eva, respira calmadamente, sólo tienes que entrar al salón y ya está, no es nada del otro mundo, lo haz hecho un montón de infinidades en el colegio, ahora estás en bachillerato, relájate; no es nada del otro mundo, sólo significa que empezarás a ver temas más complejos y destacarás como siempre, porque eres Eva Miller, la más inteligente de tu clase y la mejor en video juegos, según el record marcado en todos los juegos de tus hermanos. ¡Vamos, Eva! 

John me miraba agotado y con fastidio, me empujó para entrar al salón. John tenía quince años y estaba mucho más fuerte que antes, me volteé e hice el amague como si fuera a golpearlo. Odiaba mi uniforme porque sentía que me veía muy niña, pero John lucía casi como si estuviera en último año, cosa que me enojaba muchísimo, porque me hacía sentir como la más fea e infantil de la casa. Él se despidió y yo agarré mi maleta con fuerza, miré a algunos que fueron mis compañeros el año pasado y me senté cerca de Ron, que resultó ser mi único amigo. 

—Hola —saludé, y él me saludó con la cara. A veces tendía a olvidar que Ron era muy callado. Una chica más alta que yo se sentó a mi lado, y me sonrió, haciéndome sonreír. 

—Hola, soy Katrina, ¿y ustedes? —nos pregunta a ambos, Ron y yo compartimos una mirada curiosa.

—Yo soy Eva. 

—Ron. 

—Oh, que cool, imagino que son compañeros de primaria, yo me trasladé de otra cercana —nos comenta y yo asiento. 

Empecé a hablar más con ella y resultó mucho más interesante de lo que aparentaba; es hija única, vive con sus padres y le encantan las novelas latinoamericanas como a mí, así que quedé encantada con ella. El inicio de las clases fueron normales, por lo que pude ir intuyendo qué profesores serían un dolor de cabeza y quienes no, así que cuando sonó el timbre del receso, salí acompañada de Katrina y Ron. Cuando me serví mi almuerzo, pasé al lado de la mesa de John, que estaba con sus amigos, me murmuró que no me fuera a sentar ahí y le saqué la lengua. Así que opté por sentarme en una mesa vacía junto con ellos. 

—¿Quién era ese muchacho? —preguntó Katrina y mucho antes de que yo pudiera responder, lo hizo Ron por mí. 

—Su hermano mayor —explicó y asentí.

—Es muy guapo —dijo Katrina, volviendo a verlo—. Aunque no se parecen mucho, ¡no estoy diciendo que seas atractiva...!

—Ya, entiendo. Tranquila. Mis hermanos sacaron lo mejor de mis padres físicamente, la verdad —respondí con una sonrisa burlona. 

—¿Hermanosss? —preguntó ella. 

—Síp, ese era John, ahorita debe aparecer Pablo, que es mi otro hermano mayor, es el del medio, yo soy la menor —le conté, relajada, hasta que una mano despelucó mi cabello e hice una mueca. 

—Pero si es la pequeña Eva —dice Cole, sentándose a mi lado, e inmediatamente me sonrojé, a mi otro lado se sentó Dylan y me miró burlón. 

—¿En serio tenemos que sentarnos con mi hermana menor? —se quejó Pablo, aun de pie—. ¡Ni John la dejó y eso que hoy la trajo él!

—Deja de ser aguafiestas, Pablito —dijo Dylan—. Es el primer día de Drama queen, hay que acompañarla, aunque veo que ya tiene amigos —dice y yo ruedo los ojos. 

—Soy Katrina y él es Ron—dice ella—, ¿y ustedes? 

—El gemelo feo es Dylan, y yo soy Cole —dice a mi lado, y asiento disimuladamente, ya que para mí Cole es realmente atractivo. 

—Yo soy Pablo, el hermano mayor de Eva —dice el fastidio, sentándose enfrente mío y al lado de Katrina.

—Eso me estaba contando. Nunca pensaría que son hermanos —comenta Katrina, sonriéndole, a lo que Cole me susurra. 

—Creo que a tu amiga le atrae tu hermano. 

—Uy, no, ojalá no, no lo conoce —le respondo, tímidamente. Él ríe y asiente. 

—¿Qué tal tu primer día? —me pregunta y yo me encojo de hombros. 

—Tranquilo, supongo. Nada extraordinario por ahora —respondí, pensando en que el bachillerato no aparentaba ser tan genial como creía. Lo único bueno, es que ahora vería mucho más seguido a Cole. 

Cuando el timbre suena, ellos se despiden y se van hacia su clase. Por mi lado, quedo con mis compañeros. Katrina empieza a decirme lo guapo que le pareció mi hermano y lo atractivos que eran los gemelos. Le conté que eran nuestros vecino y por eso la confianza, ella me reclamó juguetonamente diciendo que tenía suerte de tener vecinos así y no rechisté porque sabía que así era. Pero me gustaría tener la suerte de gustarle a Cole; llevaba desde los nueve años un poco embobada por él, y era algo difícil de esconder con el tiempo. Aparte me desanimaba un poco cuando Pablo me mostraba las fotos grupales y veía que en su clase habían puras chicas desarrolladas y bonitas, ¡que niña me debería ver ante los ojos de Cole! 

Para rematar, Dylan se había dado cuenta y me molestaba constanteme con ello, se podría decir que eramos amigos, aunque nuestra comunicación se basaba en los momentos que iba a la casa, seguía teniendo la tendencia a ser un poco solitaria. Aparte, me había encantado con los vídeo juegos así que cuando mis hermanos no la ocupaban, yo lo hacía o jugaba con ellos y los gemelos, era mi momento favorito de la semana, porque les vencía y me hacía sentir poderosa. 

—Vaya, el bachillerato es fantastico —me comenta Katrina, cuando estamos saliendo de la institución. 

—¿Por qué lo dices? —le pregunté, ya que para mí había sido muy básico este primer día. 

—Porque hay muchos chicos guapos, Eva. Demasiados, hasta Ron, lástima que sea tan callado.

—¿Ron? Qué va.

—¡En serio! Espera que crezca, su cabello rubio y sus labios grandes lo harán destacar, ¡créeme! Ay, que emoción. Imagínate cuando todos tengamos dieciséis, seriamos muy grandes y desarrollados. 

—Quizá, nunca lo pensé así —respondí sincera—. Siempre pensé en ser desarrollada pero no como más grande, no sé. Me gusta crecer lentamente. 

—Qué aburrida, quizá dices eso porque tus hermanos son hombres y odian que crezcan —responde y asentí pensativa. 

—Quizá... oh, ahí está John. Me iré primero, Katrina, nos vemos mañana —me despedí. 

—¡Adiós!

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MARATÓN 1/?

¿Qué les pareció éste cap? ¡ya me emociona que estén en el bachillerato ambos! jijiji